La leyenda contin¨²a
Andre Agassi gana en Melbourne su s¨¦ptimo t¨ªtulo 'grande' a los 30 a?os y sin dar opciones a Arnaud Cl¨¦mentAndre Agassi gana en Melbourne su s¨¦ptimo t¨ªtulo 'grande' a los 30 a?os y sin dar opciones a Arnaud Cl¨¦ment
La leyenda contin¨²a. Da lo mismo que tenga 25 o, como ahora, 30 a?os. Andre Agassi es uno de los viejos rockeros que nunca mueren. Se niega a aceptar que sus mejores d¨ªas ya han pasado y mantiene las mismas sensaciones que le llevaron a ganar el torneo de Wimbledon en 1992, cuando su famosa melena rubia le ca¨ªa sobre la espalda y ten¨ªa s¨®lo 22.
El tenista estadounidense de Las Vegas gan¨® ayer su s¨¦ptima corona del Grand Slam en el Open de Australia y reafirm¨® su esperanza de que no va a ser la ¨²ltima. El nivel de juego que desarroll¨® le permite expresarse as¨ª y ser tomado en serio. Se enfrent¨® en la final al franc¨¦s Arnaud Cl¨¦ment y le gan¨® sin contemplaciones por 6-4, 6-2 y 6-2 en una hora y 46 minutos.
'Creo que, si juego bien mis cartas, esto puede ser el cominezo de un a?o incre¨ªble', argument¨® un Agassi m¨¢s reflexivo que nunca; 'hace un a?o gan¨¦ este t¨ªtulo [ahora ya suma tres porque tambi¨¦n se impuso en la edici¨®n de 1995] y har¨¦ todo lo necesario para ganarlo de nuevo. Mi carrera no ha concluido todav¨ªa'.
'Para m¨ª fue imposible vencerle', reconoci¨® Cl¨¦ment; 'hice lo que hab¨ªa hecho cuando le gan¨¦ las dos ¨²ltimas veces que nos enfrentamos. Pero ayer ¨¦l estuvo dos o tres niveles m¨¢s alto'. Cl¨¦ment resalt¨® que desde el fondo de la pista pocos jugadores pueden discutirle la victoria. 'Puede que utilizando otras armas se le pueda vencer', agreg¨®; 'pero desde el fondo, con la potencia y la precisi¨®n de sus golpes, nadie puede ganarle'.
Tras un a?o marcado por las lesiones -algunas molestias en la espalda y un accidente automovil¨ªstico- y por los problemas familiares -su madre, Elizabeth, y su hermana, Tam-my padecen c¨¢ncer de mama-, la recuperaci¨®n de Agassi es un hecho incuestionable. 'Al final', asegura, 'los resultados son f¨¢ciles de aceptar. Ganar o perder no es lo m¨¢s importante. Mi objetivo es sentirme orgulloso de m¨ª mismo en la pista; sobre todo, por la forma en que compita o me comporte'.
A lo largo de su vida, Agassi ha ofrecido muchas veces una imagen equivocada de s¨ª mismo. Todo el mundo le descubri¨® a los 18 a?os por los estrafalarios colores de sus polos, su pelo rubio desgra?ado y las extravagancias que se contaban de ¨¦l. Apareci¨® luego junto a personalidades del cine, como Barbara Streisand, y se cas¨® con Brooke Shields, uni¨®n que no funcion¨® y a punto estuvo de acabar con su carrera.
Sin embargo, pocos intuyeron entonces que detr¨¢s de aquella imagen p¨²blica, que respond¨ªa b¨¢sicamente a las exigencias de mercadotecnia de sus marcas comerciales, se escond¨ªa una gran persona. 'Los momentos dif¨ªciles que he vivido siempre se debieron, en realidad, a una falta de previsi¨®n por mi parte. No supe separar el tenis del resto ni supe evitar que un fracaso afectara todo mi comportamiento', indic¨® el pasado verano al diario L'Equipe.
Agassi es un perfeccionista que nunca se conforma con la mediocridad. En 1997, cuando vivi¨® peligrosamente en el mundo de la far¨¢ndula llevado de la mano de su ex esposa, se abandon¨® f¨ªsicamente y su clasificaci¨®n cay¨® m¨¢s abajo de los 140 primeros jugadores del mundo. Pero all¨ª toc¨® fondo. Una hija de su preparador f¨ªsico y amigo Gil Reyes sufri¨® un accidente y Agassi qued¨® impactado por el trabajo que realizaba para volver a caminar. 'Si yo hiciera la mitad que ella, ser¨ªa el n¨²mero uno', reflexion¨®. Y se puso a trabajar.
'Por mi forma de ser, busco siempre la excelencia, incluso en las cosas peque?as. Los desaf¨ªos, sean los que sean, me apasionan. Creo que es importante entregarte a fondo en todo lo que haces', proclama. Con esta filosof¨ªa recuper¨® el liderato mundial en 1999, tras ganar por primera vez Roland Garros, imponerse en el Open de su pa¨ªs y jugar la final en Wimbledon. Pero en 2000 gan¨® en Australia y se vio envuelto en un torbellino que le arrastr¨® hasta el final de la temporada. Entonces, los problemas familiares estaban ya bajo control y junto a Steffi Graf recuper¨® la calma. As¨ª, disput¨® la final del Masters. Y dos meses m¨¢s tarde ha ganado el Open de Australia. 'Si puedo trabajar duro', concluye, 'creo que lo mejor de mi tenis est¨¢ por llegar'.
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