La Andaluc¨ªa inacabada
Las rivalidades locales revelan la falta de articulaci¨®n econ¨®mica y territorial de la comunidad tras 23 a?os de autonom¨ªa
'Dividir a los andaluces en torno a Andaluc¨ªa oriental y occidental; no ser incluso capaces de renunciar a los propios criterios que uno tenga, ser¨ªa sencillamente criminal'. Estas palabras no son de ning¨²n pol¨ªtico del siglo XXI. Fueron dichas por el primer presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Pl¨¢cido Fern¨¢ndez-Viagas, en el desaparecido peri¨®dico El Sol de Antequera el 9 de julio de 1978, al hilo de la decisi¨®n sobre d¨®nde situar la capital de la comunidad. Pues bien, hoy, 23 a?os m¨¢s tarde, los enfrentamientos y tensiones provinciales, m¨¢s all¨¢ de las pol¨¦micas concretas de d¨®nde debe estar la sede de una hipot¨¦tica caja de ahorros ¨²nica o de las rivalidades capitalinas, revelan la falta de articulaci¨®n econ¨®mica y territorial de Andaluc¨ªa, la ausencia de elementos de identificaci¨®n si quiera simb¨®licos que unan y la falta de miras en un debate de incierto recorrido.
La capitalidad de Sevilla nunca ha sido aceptada con naturalidad, aunque nadie la somete a debateInversiones 'manifiestamente ineficientes' en otras ciudades alientan las quejas en M¨¢laga
As¨ª lo cree una serie economistas, ge¨®grafos, catedr¨¢ticos, empresarios, altos cargos t¨¦cnicos de la Junta y pol¨ªticos consultados, que, con m¨¢s crudeza o de forma m¨¢s matizada, terminan por derribar algunos clich¨¦s asumidos por todos y que son, si no falsos, s¨ª muy discutibles: Ni la capitalidad pol¨ªtica de Sevilla ha sido asumida nunca con 'naturalidad'; ni la capital econ¨®mica reside en M¨¢laga. A estas dos coincidencias hay que unir otra m¨¢s y es la de que, desde que se proyect¨® la ahora criticada autov¨ªa del 92 (A-92) no ha habido ning¨²n otro proyecto con vocaci¨®n de servir a la vertebraci¨®n real de Andaluc¨ªa, una comunidad con una superficie de similar a la de Portugal (87.595 kil¨®metros cuadrados) y con una poblaci¨®n de 7.236.459 habitantes, y que ofrece una clara divisi¨®n entre oriente y occidente, que por razones pol¨ªticas los pol¨ªticos prefieren olvidar. Esta misma aspiraci¨®n vertebradora tambi¨¦n tiene Canal Sur, aunque con resultados mucho m¨¢s discutibles, seg¨²n las opiniones recogidas.
Los redactores del Estatuto de Autonom¨ªa de Andaluc¨ªa no quisieron determinar en la norma d¨®nde deb¨ªa estar la capital de la comunidad para que en el refer¨¦ndum posterior 'no tuviera rechazo', afirma el profesor de Derecho Constitucional, Agust¨ªn Ruiz Robledo, o 'para evitar debates menores', precisa el ex presidente de la Junta Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. La decisi¨®n de fijar la sede en Sevilla se hizo de manera vergonzante y aunque la mayor¨ªa lo considera como un hecho 'l¨®gico', no es menos cierto que ni siquiera tradicionalmente Sevilla ha tenido reconocimiento de capital en toda Andaluc¨ªa, y su ¨¢rea de influencia clara se circunscribe al valle del Guadalquivir.
El debate del Parlamento, celebrado el 30 de junio de 1982, brind¨® gestos simb¨®licos como que fuera un diputado por Granada, Manuel Pezzi, quien defendiera en nombre del grupo mayoritario, el PSOE, la capitalidad de Sevilla, cuando en aquel momento ambas ciudades rivalizaban en todo. 'No hubo debate y ese acuerdo se mantiene', recuerda Pezzi. Seg¨²n el diputado auton¨®mico del PP Juan Ram¨®n Casero, en este asunto los partidos 'transigieron m¨¢s que consintieron' con el peso de los pol¨ªticos sevillanos.
A pesar de que ese debate no se produjera, nadie propone hoy en d¨ªa que se abra y de forma generalizada se considera disparatada la posibilidad de plantear siquiera la posibilidad de trasladar la capital a otra ciudad. Lo que s¨ª es materia de discusi¨®n, y mucha, es la distribuci¨®n del poder territorial y el papel que deben jugar las distintas capitales, m¨¢s a¨²n cuando los expertos coinciden en que Andaluc¨ªa tiene un sistema de ciudades envidiable. 'La regi¨®n nunca ha tenido un centro ni hist¨®rica, ni econ¨®mica, ni pol¨ªticamente y en la medida en que cada una de las ciudades no tenga su papel o no se sienta reconocida, entramos en contradicci¨®n con el centro', argumenta el presidente del Parlamento, Javier Torres Vela.
'En Andaluc¨ªa se ha repetido un modelo centralista y es imperfecto porque la comunidad es grande y diversa', asegura el director del Parque Tecnol¨®gico de Andaluc¨ªa, el ingeniero en telecomunicaciones Felipe Romera, quien apunta adem¨¢s como nueva circunstancia que la globalizaci¨®n al mismo tiempo que resta identidades nacionales potencia las locales, por lo que las se?as regionales quedan bastante diluidas. 'Al individuo le interesa su entorno pr¨®ximo y en Andaluc¨ªa la administraci¨®n no est¨¢ organizada en torno a las ciudades', explica.
El director del Instituto de Desarrollo Regional, Carlos Rom¨¢n, afirma que Andaluc¨ªa carece de un tejido econ¨®mico articulado, y no existe un mercado interior. Rom¨¢n ilustra la ausencia de relaciones interiores con ejemplos como que el sector pesquero de Garrucha viva pendiente de Murcia, que la actividad agroalimentaria de C¨®rdoba y Ja¨¦n tengan en Madrid y Barcelona su referencia, o que el turismo se desarrolle 'aislado en la costa, lejos del mundo interior, y que mire sus intereses en Europa'. En cuanto a Almer¨ªa hay una gran coincidencia: ha dejado de pelearse y mira al Levante, lo suscriben entre otros la catedr¨¢tica de Geograf¨ªa, Carmen Oca?a y el presidente de Unicaja, Braulio Medel.
La mayor¨ªa de los expertos consultados coincide en que la econom¨ªa andaluza no puede funcionar con un s¨®lo motor, y ni el desarrollo conseguido por Sevilla y su vasta zona de influencia, ni el gran dinamismo que viene mostrando el litoral mediterr¨¢neo tienen aisladamente suficiente capacidad locomotora. Braulio Medel asegura que 'no hay una capitalidad econ¨®mica clara en Andaluc¨ªa como en Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco, no hay un centro con peso decisivo y capacidad de arrastre sobre la econom¨ªa andaluza'.
Ninguna otra comunidad aut¨®noma tiene dos grandes ciudades con m¨¢s de 500.000 habitantes -s¨®lo hay siete en Espa?a-, cabeceras de sendas provincias que, juntas, aportan el 42% al Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad. Una de ellas, M¨¢laga, es definida por Romera como 'capital de la nada'. Al contrario que en Sevilla o que en Granada, donde est¨¢n las sedes de potentes instituciones regionales como el Tribunal Superior de Justicia o el Consejo Consultivo, en M¨¢laga la Junta de Andaluc¨ªa no se percibe con un sello propio n¨ªtido y la chispa del agravio, muy rentable para los pol¨ªticos de cualquier color, prende con facilidad.
Hay otras razones visibles que avalan algunas quejas. Esto ocurre cuando se ven 'inversiones p¨²blicas manifiestamente ineficientes', como el estadio ol¨ªmpico de Sevilla, cuando la foto final del Teatro Romano de M¨¢laga, cuya recuperaci¨®n se decidi¨® hace m¨¢s de 10 a?os, a¨²n est¨¢ en fase de revelado.
?Y los datos qu¨¦ dicen? Una encuesta hecha en enero de 1997 por el Instituto de Estudios Andaluces, con sede en C¨®rdoba, revela que de un total de 2.400 andaluces consultados a la pregunta de sobre si la autonom¨ªa ha sido beneficiosa o perjudicial para alguna de las ocho provincias el 96,7% se?ala a Sevilla. Y en la encuesta de Demoscopia para EL PA?S de Andaluc¨ªa de febrero de 1999 sobre si la Junta trata igual o mejor a unas que a otras, el 50% elige la segunda opci¨®n, y de ese porcentaje el 91% cree que se trata mejor a Sevilla.
Lo llamativo de esta situaci¨®n es que no hay datos oficiales para avalar o desmentir la percepci¨®n de los andaluces. Ni la Junta de Andaluc¨ªa, ni las universidades, ni los potentes organismos dependientes de las cajas de ahorro han hecho un estudio sobre c¨®mo se ha repartido en el territorio el presupuesto auton¨®mico desde 1982 y c¨®mo ha influido en la renta de los andaluces. El director del Instituto de Desarrollo Regional tiene claro porqu¨¦: 'Hay un cierto temor a ver los resultados, porque quiz¨¢s se intuye qu¨¦ es lo que va a salir. Yo creo que el gasto p¨²blico se concentra en algunos sitios y que no es equilibrador. Los datos pueden ser un arma arrojadiza'.
La Junta ofrece una explicaci¨®n de t¨¦cnica presupuestaria para argumentar la ausencia de comparativas. Hay obras que se contratan en los servicios centrales y se registran por ello en los listados con el c¨®digo territorial de Sevilla aunque su ejecuci¨®n pertenezca a otras provincias, por lo que el resultado ser¨ªa irreal y, seguramente, escandaloso a favor de la concentraci¨®n del gasto en la capital.
En este asunto, pol¨ªticos y t¨¦cnicos circulan por carreteras paralelas. Los primeros viven al d¨ªa y el d¨ªa, en pol¨ªtica, son las elecciones. Los segundos tienen otra perspectiva: 'Tiene sentido provincializar algunos gastos pero otros como los grandes ejes de comunicaci¨®n, no. Se decide provincializar algo y luego hay que estar justificando que el presupuesto es equilibrador. ?C¨®mo se puede decir que la carretera Jerez-Los Barrios es una obra de la provincia de C¨¢diz?', se pregunta la directora general de Ordenaci¨®n del Territorio, Josefina Cruz.
Ventajas
Pese a la ausencia de datos compulsados, s¨ª hay indicadores que se?alan que Sevilla goza de ciertas ventajas, que la capitalidad representa un estimable valor a?adido para la econom¨ªa local, independientemente de que existan inercias pol¨ªticas m¨¢s o menos centralistas. Como ejemplo, los 8.000 funcionarios que trabajan en los servicios centrales de la Junta reciben unos salarios que suman en torno a 30.000 millones de pesetas anuales, que son a la postre renta disponible para consumo.
Un estudio realizado por Analistas Econ¨®micos de Andaluc¨ªa, gabinete dependiente de Unicaja, muestra que la diferencia en el Producto Interior Bruto (PIB) entre Sevilla y M¨¢laga, que es de 17 puntos a favor de la primera, quedar¨ªa reducida a casi la mitad si se quita el peso que los servicios p¨²blicos tienen en las respectivas econom¨ªas locales, y a apenas cuatro puntos si se restan tambi¨¦n las subvenciones p¨²blicas directas como las ayudas por explotaci¨®n.
Esta consultora llega adem¨¢s a otra conclusi¨®n de efectos ilustrativos para quienes alientan el discurso del agravio. A partir de los datos del balance regional del Banco Bilbao Vizcaya, establece que mientras que Sevilla acapara el 23,8% de la poblaci¨®n andaluza, recibe una proporci¨®n superior, 27,2%, del gasto que las administraciones hacen en servicios p¨²blicos en Andaluc¨ªa; en tanto que en M¨¢laga ocurre lo contrario: Para una poblaci¨®n que es el 17,3% de la andaluza, el gasto en prestaci¨®n de servicios supone el 15,3% del total regional. Esto es, mientras que la poblaci¨®n en Sevilla es el 38% superior a la de M¨¢laga, el gasto en servicios p¨²blicos es muy superior, el 78% m¨¢s. La conclusi¨®n de Analistas es que Sevilla tiene un 'exceso' de servicios p¨²blicos cifrado en 85.000 millones de pesetas, y M¨¢laga un 'd¨¦ficit' de 50.000 millones.
El diputado socialista por M¨¢laga Jos¨¦ Asenjo reconoce que si se ha presentado M¨¢laga como capital econ¨®mica de Andaluc¨ªa no es por reflejo de una realidad, sino que se trata de un eslogan que ha interesado vender a la clase pol¨ªtica para aparentar equilibrio. Los datos dicen que la provincia de Sevilla genera casi la cuarta parte del PIB andaluz (24,6%), siete puntos m¨¢s que M¨¢laga, que la productividad de sus empleados es sensiblemente superior y que tiene censadas un mayor n¨²mero de empresas. Los bancos reciben m¨¢s dep¨®sitos y prestan m¨¢s cr¨¦ditos en Sevilla que en M¨¢laga -hay una diferencia de 467.398 habitantes- y el valor de las exportaciones sevillanas es el doble que las malague?as.
Dicho esto, M¨¢laga hace gala de un dinamismo sin parang¨®n en Andaluc¨ªa y, junto a Almer¨ªa, forma la franja que m¨¢s capacidad de crecimiento viene mostrando en los ¨²ltimos a?os. El empresario y ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel alude al fen¨®meno de forma ilustrativa: 'Si me planteara alguna inversi¨®n ahora, la har¨ªa sin ninguna duda en M¨¢laga', dice.
Mientras que Sevilla ofrece desde 1993, pasada la Expo, el peor comportamiento econ¨®mico de las ocho provincias andaluzas, la poblaci¨®n, la actividad econ¨®mica y la renta vienen creciendo en M¨¢laga por encima de la media regional como consecuencia, principalmente, del esplendor del sector tur¨ªstico. La hacienda auton¨®mica recaud¨® en esta provincia 53.050 millones de pesetas en 1999, la cuarta parte de sus ingresos totales, debido principalmente a los impuestos relacionados con la compra-venta de inmuebles. En Sevilla se recaudaron en ese ejercicio 9.000 millones menos, con lo que se ha dado la vuelta por completo a la situaci¨®n de cinco a?os atr¨¢s (En 1994 se recaudaron en Sevilla 29.992 millones y en M¨¢laga 19.169 millones).
Los economistas prefieren utilizar el t¨¦rmino capitalidad, en alusi¨®n a una tendencia, y no el de capital, m¨¢s categ¨®rico. En todo caso, como recuerdan Medel y Pimentel, la capital econ¨®mica no es un t¨ªtulo que se conceda por ning¨²n decreto, sino que lo dice la propia econom¨ªa. 'Hay una l¨®gica econ¨®mica m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, que es la que se impone', dice el ex ministro. 'M¨¢laga tiene condiciones para ser la capital econ¨®mica', repiten t¨¦cnicos y pol¨ªticos. Seg¨²n la directora general de Ordenaci¨®n del Territorio, 'M¨¢laga se est¨¢ ganando un sitio a pulso porque hay un tejido empresarial que ha tirado y una masa que ha sabido aprovechar sus oportunidades'. Josefina Cruz recuerda que Sevilla ya tuvo sus oportunidades con las fuertes inversiones realizadas para la Expo 92 y admite que la Junta 'ya no puede hacer una apuesta fuerte por Sevilla'.
Buscar sitio
Definir el sitio que quiere ocupar es el principal reto que ahora tiene la sociedad malague?a, caracterizada por una gran desvertabraci¨®n. Seg¨²n Casero, la inexistencia de lobbies es uno de los principales contrastes con Sevilla y pone como ejemplo que mientras esta ciudad 'se pone de acuerdo para hacer un estadio ol¨ªmpico aunque no sea necesario y sin dinero, en M¨¢laga resulta muy dif¨ªcil conciliar esfuerzos en una sola direcci¨®n'. Este aspecto determina el car¨¢cter de la ciudad en cuanto tal, su poco peso. En eso la comparaci¨®n con Sevilla apenas ofrece resistencia. En palabras de Carlos Hern¨¢ndez Pezzi, decano del Colegio de Arquitectos de Andaluc¨ªa Oriental, 'M¨¢laga es una ciudad con potencialidades, pero si hoy est¨¢ en el ¨¢mbito de las grandes es s¨®lo por el n¨²mero de poblaci¨®n'.
Un alto cargo de la Junta llama la atenci¨®n sobre el hecho de que las ¨¦lites de M¨¢laga no hayan sabido encontrar a¨²n un motivo para su ciudad, y asevera que 'de la queja tiene que salir tambi¨¦n alguna luz, un motivo para estar en el mapa'.
La ge¨®grafa Carmen Oca?a argumenta que la estructuraci¨®n econ¨®mica debe pasar por una mayor nivelaci¨®n de las grandes ¨¢reas urbanas, pues Andaluc¨ªa es principalmente un sistema de ciudades y el medio rural, pese a su importancia, es poco permeable. Admite que en estos 20 a?os de autonom¨ªa se ha avanzado sustancialmente en el sentimiento de pertenencia cultural a un proyecto com¨²n, y que la vertebraci¨®n no hay que contemplarla tanto como un problema s¨®lo territorial, sino de desarrollo econ¨®mico.
Manuel Pezzi, tambi¨¦n ge¨®grafo, habla de tres ¨¢reas b¨¢sicas, la campi?a, la sierra y el litoral, que tienen respectivamente en Sevilla, Granada y M¨¢laga sus referencias de capitalidad y de cuyo empuje depende un desarrollo equilibrado. 'Con un s¨®lo n¨²cleo urbano no se lidera ni se construye una comunidad tan grande', concluye.
?Apostar por o apostar con?
Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla considera l¨®gico que desde lo local se planteen 'afanes de presencia' porque Andaluc¨ªa es 'un pa¨ªs de ciudades y todas ellas han tenido protagonismos hist¨®ricos'. Sostiene que 'todas tienen que tirar para arriba y ser capital de todo, pero sin exclusividades'. El ex presidente de la Junta propone un trabajo com¨²n, una apuesta con en lugar de una apuesta por. Cita por ejemplo que la reivindicaci¨®n de una l¨ªnea de AVE entre M¨¢laga y Sevilla ser¨ªa m¨¢s efectiva si se planteara por ambas ciudades que si s¨®lo se incluye en el Plan Estrat¨¦gico de Sevilla. Propone definir proyectos complementarios con un ejemplo: Que M¨¢laga consolide su primac¨ªa en el tr¨¢fico de pasajeros y Sevilla cuente con una terminal central de carga.Esta idea de colaboraci¨®n la suscribe tambi¨¦n Braulio Medel, quien emplaza a sustituir las rivalidades internas por la reivindicaci¨®n com¨²n de retos como la financiaci¨®n auton¨®mica y local, el censo, o el reparto de fondos comunitarios. Asegura que la autonom¨ªa andaluza 's¨®lo ser¨¢ ¨²til si somos capaces de preservar uni¨®n y solidaridad entre territorios'.Para Manuel Pimentel, lo que en verdad importa es la actividad productiva, esto es, la creaci¨®n de empresas y la proyecci¨®n y dimensi¨®n de ¨¦stas. 'El desarrollo tiene que ver con las infraestructuras, pero no solamente depende de ellas, es una cuesti¨®n que est¨¢ m¨¢s en la sociedad que en la inversi¨®n p¨²blica', explica. El problema no lo atribuye a falta de capital, sino a la 'poca capacidad de organizaci¨®n y ¨¢nimo emprendedor'.En esta percepci¨®n coincide tambi¨¦n Felipe Romera. El director del Parque Tecnol¨®gico de Andaluc¨ªa (PTA) recuerda que la comunidad tiene el mayor n¨²mero de universitarios de Espa?a y es la segunda en titulaciones t¨¦cnicas. 'La tercera revoluci¨®n industrial es la del conocimiento y el futuro depende de la capacidad para que esa gente participe en la nueva econom¨ªa'.Para Romera, 'lo m¨¢s vertebrador es potenciar las posibilidades locales' para hacer que Andaluc¨ªa crezca de manera homog¨¦nea, y no una parte 'm¨¢s que otra'. Sostiene que el modelo del PTA es 'exportable a cualquier pueblo' y que la inversi¨®n es barata, 'basta con mano de obra cualificada, una oficina e Internet'. 'Hay que poner referencias, los elementos de cada lugar que pueden cooperar, conectarse a los mercados globales', propone. Otras visiones sostienen la conveniencia de una apuesta por zonas din¨¢micas como la franja litoral por la necesidad de compensar algunos desequilibrios arrastrados y para incentivar el crecimiento equilibrado. Manuel Pezzi habla de un 'plus', una 'apuesta estrat¨¦gica' por Granada y M¨¢laga; y Juan Ram¨®n Casero reclama mayor diligencia para poner en marcha los proyectos.
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