La temporada en la Ant¨¢rtida echa el cierre
Las tareas de investigaci¨®n en las dos bases espa?olas del continente blanco llegan a su fin despu¨¦s de tres meses
'?A casa!'. Dos palabras bastaron a Jordi Sorribas, jefe de la Base Ant¨¢rtica Espa?ola (BAE) Juan Carlos I, en la isla Livingston, para resumir el momento de la partida de los ¨²ltimas 11 personas que han trabajado all¨ª. Un par de botellas de cava, los oportunos brindis y un cerrojazo al m¨®dulo de vivienda de la base pusieron punto final el pasado d¨ªa 1 a muchas semanas de dura actividad en el continente blanco y a tres d¨ªas fren¨¦ticos para acondicionar las instalaciones de manera que soporten, sin asistencia alguna, una invernada de nueve meses. En la playa les esperaban las embarcaciones zodiac para conducirlos al buque Hesp¨¦rides e iniciar el regreso a casa.
El d¨ªa anterior se hab¨ªa cerrado la otra base espa?ola, la Gabriel de Castilla, en isla Decepci¨®n, tambi¨¦n con cava, con similar log¨ªstica de cierre y con un acto formal de arriado de bandera, dado que es una base gestionada por el Ej¨¦rcito de Tierra. Los tres meses de investigaci¨®n ant¨¢rtica de la campa?a 2000-2001 han concluido.
S¨®lo la estaci¨®n geomagn¨¦tica transmite los registros a Espa?a
Cerrar una base ant¨¢rtica es como cerrar una casa de vacaciones cuando se acaba el verano, pero mucho m¨¢s complicado, y los errores se pagan muy caros. No basta con cerrar el agua, hay que vaciar a conciencia las ca?er¨ªas y las mangueras, que traen el agua de un lago a m¨¢s de un kil¨®metro de distancia. Est¨¢ absolutamente garantizado que se congelar¨ªan y reventar¨ªan si quedasen con agua; la cosa no es tan sencilla como girar una llave de paso.
No basta con meter los veh¨ªculos (motos todoterreno y unos peque?os tractores oruga) en el garaje, sino que hay que dejarlos perfectamente revisados y engrasados una vez que se han quitado la bater¨ªa y las buj¨ªas. Hay que acondicionar los motores y generadores. Las ventanas tienen que estar bien cerradas y selladas. Hay que sellar tambi¨¦n todas las puertas para evitar que la nieve se cuele y, al congelarse, reviente los marcos. Adem¨¢s, hay que llevarse absolutamente toda la basura que se genera, tal y como manda el Tratado Ant¨¢rtico y su Protocolo de Madrid de protecci¨®n medioambiental.
Una gran diferencia entre cerrar una casa de vacaciones y una base ant¨¢rtica: en esta ¨²ltima no se echa la llave. Aqu¨ª no hay robos, no viene nadie, y si viene alguien probablemente est¨¦ en apuros y necesitar¨¢ abrigo y v¨ªveres. Por ello, en ambas bases espa?olas queda comida: raciones completas del ej¨¦rcito en la base Gabriel de Castilla y abundantes latas de conserva en la Juan Carlos I en m¨®dulos s¨®lo asegurados por cerrojos de pasador.
Los diez miembros de la base Gabriel de Castilla, gestionada por el Ej¨¦rcito de Tierra, trabajaron todo el d¨ªa anterior al cierre y pr¨¢cticamente toda la noche. Cuando lleg¨® el Hesp¨¦rides a las ocho de la ma?ana del pasado d¨ªa 28 a la isla Decepci¨®n, ten¨ªan todo preparado: bidones y cajas con material de la base, los equipos inform¨¢ticos y de transmisiones, los ¨²ltimos residuos generados, equipajes personales y material que no resiste la invernada. Fueron cargando todo en las lanchas zodiac que los transportaron al Hesp¨¦rides. Los mec¨¢nicos se ocuparon de engrasar y cambiar filtros a los veh¨ªculos y maquinarias; la manguera de agua fue desmontada cada 50 metros para garantizar el vaciado, se limpi¨® el m¨®dulo de vivienda y se pusieron las contraventanas.
En el ¨²ltimo momento, el comandante Luis Ora¨¢ complet¨® el inventario de la base y de las condiciones de cierre indicando donde est¨¢ cada cosa. Tambi¨¦n tom¨® varias fotograf¨ªas de cada m¨®dulo. Toda esta informaci¨®n ser¨¢ muy ¨²til para los ocupantes de las instalaciones en la pr¨®xima campa?a.
La operaci¨®n se repiti¨® al d¨ªa siguiente en la BAE Juan Carlos I, gestionada por la Unidad de Gesti¨®n de Buques Oceanogr¨¢ficos e Instalaciones Polares (UGBOIP), del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas). Las once personas encargadas del cierre de Juan Carlos I ten¨ªan el los equipos y el equipaje preparado en la playa.
Todos andaban atareados. Jos¨¦ Mar¨ªa Varela (Poll), con llaves inglesas en la mano iba repasando electrodom¨¦sticos y cerrando conducciones y motores, mientras otros se encargaban de colocar las contraventanas exteriores. Arturo Gallo, el cocinero, terminaba la limpieza de la cocina y de la despensa tras haber empaquetado las ¨²ltimas dos tartas de la campa?a (para comerlas en el Hesp¨¦rides) y unas tortillas.
'Hemos revisado todos los equipos de energ¨ªas alternativas que generan energ¨ªa para los equipos de medici¨®n que quedan funcionando: dos estaciones meteorol¨®gicas, una s¨ªsmica de banda ancha, una geomagn¨¦tica y el anem¨®metro s¨®nico para medir la velocidad del viento', explica Jordi Sorribas. 'Durante todo el invierno, los equipos acumulan los datos y se recogen la pr¨®xima temporada, s¨®lo la estaci¨®n geomagn¨¦tica transmite los registros a Espa?a'.
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