El BBVA aspira a lograr una alianza europea en el ¨²ltimo a?o de Ybarra
El BBVA reuni¨®, como el BSCH, a tres grandes (los dos vascos Bilbao y Vizcaya y la entidad que agrup¨® toda la banca p¨²blica, que ya hab¨ªa sido privatizada). Tambi¨¦n, en paralelo al BSCH, uno de sus presidentes, Emilio Ybarra, deja el cargo. El banquero vasco cumple los 65 a?os, edad a la que los acuerdos de fusi¨®n obligan a abandonar.Quedar¨¢ como presidente ¨²nico Francisco Gonz¨¢lez, una persona con la confianza del Gobierno, que le nombr¨® presidente de Argentaria para terminar la privatizaci¨®n. Gonz¨¢lez, gallego de Chantada (Lugo), parece haberse ganado el respeto de las familias de Neguri presentes en el consejo, que ya han demostrado su capacidad de influencia al oponerse a la fusi¨®n de Iberdrola con Endesa. En la agenda, antes de que Ybarra deje el mando, el banco tiene una serie de prioridades que abordar.
- Reactivar la marca unificada. En s¨®lo un a?o, el BBVA ha unificado las marcas de Banco Alicante, Banco del Comercio y Banca Catalana (dos entidades hist¨®ricas), adem¨¢s de mezclar las oficinas del BBV con las de Argentaria. Este trabajo ha supuesto colocar una nueva imagen en 3.622 oficinas en Espa?a, cerrar 587 sucursales, implantar la plataforma inform¨¢tica del BBV para toda la red y poner a la venta 100.000 metros cuadrados de locales. La estrategia de unificar marcas, opuesta a la de su competidor, fue aceptada por los analistas 'porque la marca BBV ten¨ªa mucho m¨¢s tir¨®n que Argentaria'. Sin embargo, le ha pasado factura: ha perdido un punto en cuota de mercado en cr¨¦ditos y se ha trasladado cierta sensaci¨®n de confusi¨®n entre los empleados, sobre todo entre los de Argentaria. El banco lo justifica 'porque se ha querido mantener el margen del negocio y se ha reducido el 10% la plantilla'. Ahora cuenta con 108.000 empleados (33.733 en Espa?a).
- ?Replantear Uno-e? Tres veces repiti¨® Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado del BBVA, que Uno-e, el banco por Internet del grupo, 'es un proyecto sujeto a prueba y error'. 'Como todo lo referente a la nueva econom¨ªa, si no marcha bien, se corrige', apostill¨®. Uno-e ha perdido 6.253 millones el ejercicio pasado, y las previsiones son continuar los n¨²meros rojos hasta acumular 13.000 millones en 2002 y entrar en beneficios al a?o siguiente. El problema es que uno de cada tres clientes de Uno-e es del BBVA, por lo que si crece mucho es a costa de la matriz. Por eso, el banco prefiere proteger su negocio principal y ha dejado claro que no permitir¨¢ la fuga de clientes de la matriz. Los analistas, coincidiendo con la opini¨®n que tienen de Patag¨®n, creen que ser¨¢ dif¨ªcil recuperar el dinero invertido en Uno-e. La ¨²nica ventaja,destacan esas fuentes, es que 'Terra comprar¨¢ el 49% de Uno-e, aunque todav¨ªa no lo ha hecho'.
- Europa, la espina clavada. Si Ybarra no consigue cerrar, o al menos plantear, una operaci¨®n europea no se retirar¨¢ contento. ?l anunci¨®, ante la junta de accionistas de 1999, las bondades que conten¨ªa la fusi¨®n con el banco italiano UniCredito, con el presidente de la entidad italiana en la primera fila del Palacio Euskalduna de Bilbao. Un a?o m¨¢s tarde le toc¨® advertir que las dificultades pol¨ªticas imposibilitaban este acercamiento. Un trago dif¨ªcil de olvidar, que le ha dado experiencia suficiente para afrontar una operaci¨®n de m¨¢s calado y, as¨ª, dar carpetazo a ese fracaso. Uriarte, implicado personalmente en la operaci¨®n, cree que 'las fusiones en Europa son como una autopista con niebla; el camino es bueno, pero hay dificultades atmosf¨¦ricas. S¨®lo es cuesti¨®n de tiempo'.
El BBVA rechaza la pol¨ªtica de tomar participaciones en bancos europeos, como hace el BSCH. Prefiere esperar para cobrar una buena pieza. Para ello cuenta con su alta cotizaci¨®n burs¨¢til, que convierte a sus acciones en una excelente moneda de cambio para posibles transacciones. Desde hace poco tiempo, la c¨²pula del banco ha unificado su discurso en favor de las fusiones o alianzas europeas, y el propio Francisco Gonz¨¢lez, que se mostr¨® partidario de conseguir presencia en Europa con Internet, pide ahora libertad pol¨ªtica para facilitar estas operaciones, sobre todo en Italia y Francia. Gonz¨¢lez tambi¨¦n ha subrayado que las alianzas no tienen por qu¨¦ ser s¨®lo con bancos, sino tambi¨¦n con grupos industriales. A la espera, pues.
- El reto de Latinoam¨¦rica. Los analistas no dudan en alabar la compra del mexicano Bancomer, el mayor banco privado de Am¨¦rica Latina. 'Le ha proporcionado una cuota del 22% en un pa¨ªs que, junto con Brasil, es clave para Latinoam¨¦rica. Estaba mal gestionado, pero tiene gran capacidad comercial, por lo que, bajo la batuta del BBVA, puede convertirse en una joya', explica un analista. El problema de esta operaci¨®n es que el BBVA s¨®lo pudo comprar el 40%, por lo que no se beneficiar¨¢ de todo el esfuerzo de gesti¨®n que est¨¢ realizando. Esta operaci¨®n fue llevada personalmente por Ybarra, uno de sus principales ¨¦xitos. Ahora le queda rematar la tarea. De hecho, el banco se ha propuesto reforzar su presencia en Am¨¦rica Latina, 'piedra angular en la estrategia del grupo' y donde es l¨ªder en la gesti¨®n de fondos de pensiones. Pero, el desaf¨ªo est¨¢ en Brasil, considerado 'un mercado natural' para el banco, y donde est¨¢ su rival ya plantado. El BBVA espera obtener 240.000 millones de beneficio en 2002 en Latinoam¨¦rica, el triple que ahora. Aun as¨ª, seguir¨¢ por debajo del BSCH, que prev¨¦ ganar 270.000 millones en 2001. El a?o pasado, el BBVA gan¨® en el ¨¢rea casi 80.000 millones sobre un total 371.388 millones.
- Traspaso ordenado del mando. Tras la jubilaci¨®n del copresidente, se romper¨¢ un t¨¢ndem con m¨¢s de 10 a?os: Ybarra y Uriarte. Los dos antiguos bilbaos vieron desde el BBV la necesidad de adquirir Argentaria para hacer frente al BSCH. Hubo, por supuesto, que cambiar las costumbres y evitar roces. Entre otras cosas, hubo que combinar una direcci¨®n m¨¢s colegiada con otra m¨¢s presidencialista. El Bilbao y el Vizcaya sufrieron en sus carnes los problemas de una fusi¨®n mal digerida y no han querido repetir la experiencia. Seg¨²n los compromisos, Gonz¨¢lez mantendr¨¢ la presidencia hasta 2007, aunque no cumplir¨¢ los 65 que marcan la jubilaci¨®n hasta 2009. Uriarte continuar¨¢ como primer ejecutivo hasta 2005. ?ste cuenta en su equipo con Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri y Javier Echenique, actuales directores generales, y con peso espec¨ªfico suficiente para tomar el relevo.
Telef¨®nica, un acuerdo dif¨ªcil
En el BBVA han reconocido que el acuerdo con Telef¨®nica, firmado hace un a?o, se anunci¨® en un momento inadecuado porque eran v¨ªsperas de la campa?a electoral, lo que ha sido un lastre del que todav¨ªa no se ha desecho. Adem¨¢s, se firm¨® con un presidente (Juan Villalonga) en Telef¨®nica que ya estaba en horas bajas y que, a los pocos meses, fue sustituido por C¨¦sar Alierta. Uriarte ha justificado el retraso por el hecho de que 'se est¨¢n explorando mundos desconocidos', pero el mercado se impacienta. El banco deb¨ªa tener el 10% de la operadora (cuenta con el 6,36%) mientras que Telef¨®nica estaba previsto que contara con el 3% de la entidad y tiene el 1,5%. Nadie tiene prisa por alcanzar las cotas marcadas. Una de las claves es el desarrollo de un sistema de pago a trav¨¦s del m¨®vil, algo que sigue sin cerrarse. Seg¨²n los expertos, la clave est¨¢ en que el pago por m¨®vil est¨¦ abierto a otros operadores y otras bancos y cajas, lo que complica el acuerdo. En 2001, antes de la retirada de Ybarra, el banco anunciar¨¢ algunos puntos concretos del acuerdo.
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