Uni¨® reclama un adelanto de las auton¨®micas ante la precaria mayor¨ªa parlamentaria

Ayer m¨¢s que nunca se evidenci¨® la d¨¦bil mayor¨ªa parlamentaria de la que Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) dispone en el Parlament y su dependencia casi absoluta del Partido Popular. Los nacionalistas perdieron cuatro votaciones consecutivas porque los 12 diputados del PP se aliaron con el bloque de izquierdas para revocar el Mapa E¨®lico del Gobierno y reclamar una nueva ubicaci¨®n de la central t¨¦rmica prevista en un principio en M¨®ra la Nova (Ribera d'Ebre). Fue una calculada maniobra por la oposici¨®n de CiU al Plan Hidrol¨®gico Nacional.

A pesar de este revolc¨®n, Jordi Pujol hizo como si no fuera con ¨¦l. Porque, a su juicio, esas dos votaciones en contra -Enron y Mapa E¨®lico- no afectan a 'puntos b¨¢sicos del programa electoral de CiU' ni a 'vitales proyectos de inter¨¦s para Catalu?a'. En cambio, el Plan Hidrol¨®gico Nacional s¨ª lo representa y por este motivo, dijo, tuvieron que votar en contra pese a las posteriores consecuencias. Se trataba, en palabras del propio presidente, de aplicar la 'coherencia pol¨ªtica' de su coalici¨®n, en contraste, a?adi¨®, con la que practican los socialistas en lo referente al PHN.

Estabilidad parlamentaria

?Hasta cu¨¢ndo est¨¢ dispuesto Pujol a soportar este hostigamente desde los bancos del PP? Seg¨²n el presidente, hasta que CiU pierda una votaci¨®n trascendental que afecte a su acci¨®n de Gobierno. Por ejemplo, en temas de autogobierno o de pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. Pero, de momento, Jordi Pujol no siente amenazada su estabilidad parlamentaria porque, en su opini¨®n, un gobierno en minor¨ªa debe asumir estos riesgos. De su boca tan s¨®lo sali¨® un 'lo lamento', y ninguna cr¨ªtica contra los que hasta ayer fueron su sustento parlamentario.

Aunque no lo admite p¨²blicamente, Pujol y su coalici¨®n son ahora presos del PP, y los conservadores se vengan de los malos tragos que sufrieron en el Congreso en la anterior legislatura, cuando eran rehenes de CiU.

En las dos reuniones que los dos l¨ªderes de la coalici¨®n, Jordi Pujol por parte de Converg¨¨ncia y Josep Antoni Duran Lleida, de Uni¨®, han celebrado estos d¨ªas en el Parlament -el complicado panorama que se le presentaba a CiU merec¨ªa tal reconciliaci¨®n-, ambos pol¨ªticos han coincidido en que la coalici¨®n debe asumir todas las consecuencias de este acoso de los conservadores.

No obstante, la frase 'todas las consecuencias' tiene distinta interpretaci¨®n seg¨²n la hagan los convergentes o los democristianos. CDC minimiza el alcance de la crisis -la rueda de prensa de Pujol fue una muestra de ello- e incluso algunos parlamentarios comentan que 'no hay mal que por bien no venga'. Los dos proyectos revocados supon¨ªan una serio desgaste para los nacionalistas, ya que les pod¨ªan acarrear consecuencias pol¨ªticas y electorales en las comarcas del Ebro. Incluso alguno de los alcaldes de la zona se hab¨ªa pronunciado en contra. Los nacionalistas se han librado de esta carga, aunque no podran evitar que sea el Partido Popular el que capitalice la retirada de estos proyectos en el Parlament.

Los diputados convergentes subrayan que las votaciones de ayer les sirven para distanciarse pol¨ªticamente del PP ante sus militantes y simpatizantes, despu¨¦s de una legislatura en la que se han evidenciado dos claros bloques en el Parlament: por un lado, el PP y CiU; por otro, los tres partidos de izquierda (socialistas, Esquerra e Iniciativa-Verds). Hasta las de ayer, todas las votaciones parlamentarias dan fe de ello.

Un Gobierno d¨¦bil

Los democristianos, en cambio, realizan un an¨¢lisis m¨¢s pesimista de la situaci¨®n, para la que tan s¨®lo existe la salida de un adelanto electoral. El mes de febrero, comentan, demostr¨® hasta qu¨¦ punto el Gobierno catal¨¢n carece de objetivos claros y es incapaz de dar respuestas concretas y atajar de cuajo algunas situaciones. Entre otras, destacan la indefinici¨®n sobre los tres espinosos asuntos de las comarcas del Ebro (PHN, Enron y Mapa E¨®lico) y sobre las controvertidas declaraciones de Marta Ferrusola, esposa de Jordi Pujol, acerca de la inmigraci¨®n.

Esta tibieza contrasta, seg¨²n indicaron las mismas fuentes, con la firmeza del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en temas como la reforma laboral -aprobada por decreto sin el benepl¨¢cito de los sindicatos- y la Ley de Extranjer¨ªa. 'As¨ª es como act¨²a un Gobierno fuerte y nosotros no lo somos', se?alan. Y as¨ª, no es extra?o que afirmen: 'Menos mal que Duran ya no est¨¢ en el Gobierno; si no, tambi¨¦n hubiese sido uno de los perjudicados'. Josep Antoni Duran Lleida dimiti¨® a principios de marzo por su rechazo al nombramiento de Artur Mas como conseller en cap del Ejecutivo.

Pero a nadie se le escapan las razones que inducen a los democristianos a defender un adelanto electoral de las auton¨®micas, y menos a sus socios de Converg¨¨ncia. Seg¨²n indicaron parlamentarios de CDC, tan s¨®lo a Uni¨® le conviene una anticipaci¨®n de los comicios porque 'ser¨ªa la ¨²nica manera de evitar que no se presentase Mas. En cambio, si se vuelve a presentarse Pujol, ¨¦l todav¨ªa albergar¨ªa alguna esperanza para el futuro'. Y el recelo entre Duran y Mas es evidente. El l¨ªder de Uni¨® evit¨®, por ejemplo, las dos reuniones del Consell Executiu con un Artur Mas como conseller en cap.

Adem¨¢s, a?adieron fuentes de Converg¨¨ncia, 'si al l¨ªder democristiano le preocupara tanto la situaci¨®n, lo normal es que se lo hubiera dicho a Pujol en las reuniones de estos d¨ªas. Y no ha sido as¨ª. Dios le libre de hacerlo'.