Mirando al Norte
Pues nada. Seguimos en lo mismo. Seguimos hablando del pacto ling¨¹¨ªstico y de la Academia nonnata. Y acudiendo al lenguaje cr¨ªptico para referirse a la cuesti¨®n. El conseller Taranc¨®n ped¨ªa esta semana pasada, en las Cortes Valencianas, 'un esfuerzo de generosidad para pactar sin complejos unas normas no agresivas que, sin desviarse de la correcci¨®n cinet¨ªfica permitan sentar las bases de un modelo ling¨¹¨ªstico que todos los valencianos sientan como propio y que no provoque rechazo social' O sea ?la gallina! Porque a continuaci¨®n, el conseller Taranc¨®n explica que, para conseguir tal maravilla, hay que dejar al margen 'a los talib¨¢n de los dos lados: a los partidarios del secesionismo ling¨¹¨ªstico y a los catalanistas'. Pues nada: refugi¨¦monos en las normas y teor¨ªas del inefable Jos¨¦ Mar¨ªa Bayarri. Pero donde el conseller se cubre de gloria es cuando nos descubre las causas de la existencia del 'conflicto ling¨¹¨ªstico'. El conflicto existe, dice Taranc¨®n, 'porque las Normes del 32 no son las que se utilizan debido a que en los cincuenta algunas personas comenzaron a mirar hacia el norte'. Y esto es lo que tiene que venir a resolver la famosa Academia.?Vaya por Dios!
Al se?or conseller convendr¨ªa recordarle -y no ense?arle, porque es persona ilustrada- que aqu¨ª, eso de 'mirar al Norte' no viene de los a?os cincuenta. Ya don Teodoro Llorente, el viejo patriarca, advert¨ªa a los valencianos que la lengua era una y que ten¨ªamos que buscar esa unidad en el uso literario de la misma. No se gan¨® Zamora en una hora. Tampoco la unidad de la lengua que ped¨ªa Llorente. Las Normes del 32 significaron un paso adelante. Y esas personas que 'en los cincuenta comenzaron a mirar hacia el Norte', entre las que me encuentro, no mir¨¢bamos 'hacia el Norte' sino hacia el interior de nosotros mismos, es decir, hacia el uso que de la lengua ven¨ªamos haciendo en el Pa¨ªs Valenciano y, en la l¨ªnea que ped¨ªa Llorente, tratar de acercar a la unidad las Normes del 32. Fue Carles Salvador desde Lo Rat Penat, presidido por don Manuel Gonz¨¢lez Mart¨ª, quien comenz¨® a impartir clases de la lengua una, al tiempo que desde Editorial Torre, Miquel Adlert i Xavier Casp, contribu¨ªan, tambi¨¦n, a establecer, definitivamente, las normas unitarias por las que nos hemos regido hasta ahora quienes hemos venido usando nuestra lengua como instrumento de comunicaci¨®n. Con la gu¨ªa imprescindible de la Universitat de Val¨¨ncia.
El conflicto ling¨¹¨ªstico nace a mediados de los a?os 70. Desde la posguerra y a lo largo del per¨ªodo franquista, aqu¨ª no hubo conflicto ling¨¹¨ªstico alguno. El conflicto lo provocan, artificialmente, los pol¨ªticos de la derecha al llegar la transici¨®n apoyados por dos pobres desgraciados como Adlert y Casp, transidos de envidias y abrumados por su fracaso como l¨ªderes valencianistas de la juventud emergente del 68. Fuster se convierte en el lider cultural y lider pol¨ªtico-intelectual. Es al llegar las elecciones del 77, y despu¨¦s del fracaso de la derecha, cuando sus pol¨ªticos, ayudados por el peri¨®dico Las Provincias, se sacan de la manga el 'anticatalanismo' y convierten la ciudad de Valencia en un guirigay demag¨®gico fascistoide. De aquellos polvos salieron estos lodos. De aquellos pol¨ªticos valencianos que crearon el 'anticatalanismo' como ideolog¨ªa, salieron los Zaplana que hoy nos desgobiernan. El conseller Taranc¨®n lo sabe tan bien como yo. O mejor, porque ha continuado militando en esa secta de arribistas. El conseller habla de 'rechazo social' a la lengua. ?Y qui¨¦nes son los culpables de ese rechazo?
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