Grandes colas para Ramon Casas
Gratamente sorprendidos se mostraron ayer por la ma?ana los pasajeros estadounidenses de un autocar de turismo cultural al cruzar la puerta principal del Palau Nacional, en Barcelona. Casi no daban cr¨¦dito a sus ojos. Nunca hab¨ªan imaginado que el arte pudiera tener en este pa¨ªs una aceptaci¨®n tan masiva. La perplejidad aument¨® cuando a su pregunta les contestaron que no, que no era gratis y que todo el p¨²blico que aguardaba en la cola ten¨ªa que pasar por taquilla. Los americanos que iban a buscar la singularidad del rom¨¢nico se encontraron con una nueva singularidad.
Y es que es tal el ¨¦xito de p¨²blico de la exposici¨®n que le dedica el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), que la percepci¨®n de Ramon Casas como pintor de la burgues¨ªa habr¨¢ que circunscribirla al contexto de su ¨¦poca. Con respecto al siglo XXI, Casas se est¨¢ convirtiendo en un artista interclasista que gusta a gente de todo tipo de formaci¨®n y de edades muy distintas. Y as¨ª se puede comprobar, sobre todo cada s¨¢bado y festivo, en el MNAC, donde ayer la cola de visitantes dibujaba todo el per¨ªmetro de la Sala Oval despu¨¦s de haber recorrido el vest¨ªbulo principal del museo.
Desde el 31 de enero, primer d¨ªa de apertura al p¨²blico, hasta el 28 de febrero, visitaron la exposici¨®n 29.919 personas. Del 1 al 8 de marzo, lo hicieron 8.287, lo que suma 38.206. Proporcionalmente, los d¨ªas de mayor afluencia son los domingos. En tan s¨®lo cuatro horas y media de apertura, visitan la exposici¨®n 1.614 personas. Num¨¦ricamente, el d¨ªa de mayor afluencia es el s¨¢bado, con un promedio de 1.966, aunque el museo permanece abierto nueve horas.
El r¨¦cord de visitantes en una exposici¨®n temporal del MNAC lo posee la que recog¨ªa la reivindicaci¨®n que hicieron de El Greco los artistas modernistas. Esa exhibici¨®n fue visitada por 61.000 personas en dos meses y medio. Seg¨²n fuentes del museo, en esta ocasi¨®n se espera alcanzar las 50.000. Pero, si tenemos en cuenta que Ramon Casas. El pintor del modernismo se clausura el 1 de abril, se deduce que, con tan s¨®lo dos meses en cartel, la proporci¨®n de visitantes habr¨¢ sido mayor.
La gran afluencia de ayer obligaba al p¨²blico a hacer tres colas. Una para comprar la entrada, otra para entrar y una tercera siguiendo el recorrido de la exposici¨®n. Aunque la paciencia era mucha, se produc¨ªan algunos abandonos.
Para Margarita y Jordi, un matrimonio con dos hijos, ¨¦ste era el segundo intento fallido de entrar. 'Ten¨ªamos que haber venido m¨¢s pronto', dijeron cuando ya era mediod¨ªa, 'porque los d¨ªas laborables nos es imposible'. De Matar¨® hab¨ªa llegado Miquel Alcaraz con su mujer y su hija de 19 a?os, instigadora de la visita. 'Seguramente no nos dar¨¢ tiempo a entrar, pero compraremos la entrada para venir un d¨ªa entre semana'. Las entradas, una vez adquiridas, tienen una vigencia de dos semanas.
Los que hab¨ªan llegado a una hora prudente circulaban ya por las salas de exposici¨®n en una marcada procesi¨®n junto a las obras. El colorido era uno de los aspectos m¨¢s comentados. 'Qu¨¦ azul tan bonito el de los pantalones', dec¨ªa una de las numerosas se?oras de mediana edad que hab¨ªan acudido con sus amigas. Los integrantes de otro grupo tomaban nota de lo que ve¨ªan. Eran alumnos de segundo de bachillerato del colegio Sant Ignasi de Sarri¨¤ que ten¨ªan que realizar un trabajo escolar. A la joven Marta Boteller le sorprend¨ªan los peinados de las muchachas que pint¨® Casas. Otra joven, Helena Coma, de 16 a?os, celebraba junto con su madre la emoci¨®n de su primera exposici¨®n. 'He ido a museos, pero nunca hab¨ªa visto una exposici¨®n dedicada a un artista tan importante'. Junto a ella, un matrimonio mayor confirmaban una vez m¨¢s su gusto por Casas.
La ¨²ltima cola de la ma?ana era optativa. Se pod¨ªa escoger entre pedir la vez por el cat¨¢logo, por una taza de desayuno con la imagen de El t¨¤ndem, por una bandeja con el anuncio de Codorniu o por un cartel de una ilustraci¨®n de P¨¨l & Ploma. La tienda del museo, a rebosar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.