La copia del modelo almeriense de agricultura abre nuevos mercados para la industria auxiliar

La pasada semana se firm¨® un nuevo acuerdo por el que la Universidad Andina Sim¨®n Bol¨ªvar de Bolivia, concertaba la colaboraci¨®n con la Universidad de Almer¨ªa y la C¨¢mara de Comercio para 'estudiar el modelo de desarrollo de Almer¨ªa en sus m¨²ltiples dimensiones'. El objetivo no es otro que adaptarlo para aplicarlo en las zonas rurales de Sucre.

Pero antes que Bolivia pa¨ªses como Argentina, Chile o Per¨², en Suram¨¦rica, ya han iniciado t¨ªmidas emulaciones del sistema productivo hort¨ªcola almeriense descartando el modelo holand¨¦s o israel¨ª, que precisan de mayor capital y tecnolog¨ªa. La similitud climatol¨®gica de estos pa¨ªses con Almer¨ªa es otra de las ventajas.

Entre las posibilidades que ofrece el modelo almeriense destacan tambi¨¦n la adaptaci¨®n no uniforme del modelo, con 'paquetes tecnol¨®gicos' de mayor o menor envergadura que permite elegir desde un determinado tipo de semilla hasta la complejidad del sistema de riego o la estructura del invernadero.

El modelo tambi¨¦n permite, hasta cierto punto, que la calidad del suelo no sea un factor determinante, ya que se pueden usar sacos hidrop¨®nicos, con tierra y nutrientes en los que se planta la hortaliza. De otro lado, existe una relaci¨®n entre la cantidad de mano de obra excedentaria y la necesidad de estos pa¨ªses en aplicar la agricultura intensiva, que necesita muchos trabajadores en periodos puntuales como la recogida.

Sencillez

Desde la C¨¢mara de Comercio almeriense el responsable del servicio de estudios, David Ucl¨¦s, traduce las bondades del sistema en su sencillez. 'Es el m¨¢s sencillo porque pueden trabajar cuatro personas por hect¨¢rea todo un a?o. Genera much¨ªsima mano de obra. Sin ir m¨¢s lejos, los responsables del Gobierno peruano nos dec¨ªan que all¨ª donde quer¨ªan aplicarlo ten¨ªan a 200.000 personas en paro'.

Al igual que con Per¨² o Bolivia, en Chile se est¨¢n instalando invernaderos con los ojos puestos en Almer¨ªa, aunque la construcci¨®n de ¨¦stos se encuentra en fase poco avanzada. Esto sucede despu¨¦s de que t¨¦cnicos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA) de aqu¨¦l pa¨ªs se hayan desplazado hasta Almer¨ªa para adquirir los conocimientos precisos.

Las ventajas que para la provincia se derivan de la aplicaci¨®n del sistema productivo hort¨ªcola en otros lugares del planeta -cuyos productos competir¨ªan con los almerienses- se centran en el crecimiento de la industria auxiliar y en la conquista de un mercado que sit¨²e all¨ª estos productos. La ¨²ltima misi¨®n comercial de la C¨¢mara en este sentido se produjo a finales de febrero en China, donde las 200.000 hect¨¢reas de invernaderos existentes en el gigante asi¨¢tico abren unas expectativas extraordinarias.

Frutas y hortalizas

Gran parte de ese tejido industrial que acompa?a a la producci¨®n de frutas y hortalizas, generado al socaire del desarrollo de la propia agricultura, se plantear¨¢ en el futuro como el relevo en las divisas de exportaci¨®n por la venta de las sucesivas cosechas de pimientos, tomates, pepinos o sand¨ªas. Mientras los pa¨ªses que adopten el modelo almeriense perfeccionan un sistema que todav¨ªa ha de ser adaptado a sus complejidades y necesidades, Almer¨ªa sigue investigando en mecanismos biol¨®gicos y en sistemas de producci¨®n integrada con el m¨ªnimo de agentes qu¨ªmicos posibles; igualmente se perfecciona cada vez m¨¢s el montaje de invernaderos, se optimizan los sistemas de riego, la germinaci¨®n o el control de los productos fitosanitarios.

El escollo principal para que esto sea una realidad y una fuente de riqueza pasa por las eternas dificultades de los empresarios agr¨ªcolas y ganaderos de agruparse en un proyecto com¨²n, algo que se prev¨¦ 'complicado y lento', a juicio del responsable de comercio exterior de la C¨¢mara almeriense, Salvador Garc¨ªa. 'La idea de que hay que unirse para hacer cosas ya existe en el ¨¢mbito empresarial. Disponemos de log¨ªstica y medios. Lo que no hagamos lo har¨¢ Holanda o Israel'.