El ministro Cavallo viaja a Espa?a en busca del apoyo del primer inversor en Argentina
El hombre fuerte del Gobierno de Fernando de la R¨²a se entrevista ma?ana con Aznar
El ministro de Econom¨ªa de Argentina, Domingo Cavallo, viaja hoy a Madrid en busca de un respaldo inequ¨ªvoco de Espa?a, el primer inversor en el pa¨ªs suramericano, a los planes del hombre fuerte del Gobierno de Fernando de la R¨²a para salir de la recesi¨®n. Cavallo ser¨¢ recibido ma?ana por el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se entrevistar¨¢ con empresarios con intereses en Argentina y se reunir¨¢ con su hom¨®logo, Rodrigo Rato. El viaje, previsto inicialmente para dar una conferencia, ha adquirido una mayor trascendencia a la luz de los acontecimientos de la ¨²ltima semana en Argentina.
Espa?a aport¨® 1.000 millones de d¨®lares al paquete de ayuda de 40.000 millones de d¨®lares que el Gobierno argentino negoci¨® a comienzos de a?o con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Empresas espa?olas predominan en los sectores estrat¨¦gicos de la econom¨ªa argentina, como telecomunicaciones, petr¨®leo, gas, electricidad y banca. Hay, pues, gran inter¨¦s en ambas partes para lograr una reactivaci¨®n de la econom¨ªa argentina, en recesi¨®n desde hace tres a?os. En la reciente visita que efectu¨® a Buenos Aires, el secretario de Estado de Econom¨ªa, Jos¨¦ Folgado, mantuvo un desayuno de trabajo de dos horas en la Embajada espa?ola con Cavallo, cuando ¨¦ste todav¨ªa no se hab¨ªa incorporado al Gobierno argentino.
Un chiste recorre estos d¨ªas los cen¨¢culos de Buenos Aires: 'Cavallo acaba de confirmar a De la R¨²a en su puesto'. El chascarrillo ilustra en clave de humor la situaci¨®n del Gobierno argentino, con la presencia de Domingo Cavallo, como ministro de Econom¨ªa con plenos poderes, frente a un presidente, Fernando de la R¨²a, que ante la opini¨®n p¨²blica est¨¢ cada vez m¨¢s debilitado. Como era de prever, en los primeros compases de su gesti¨®n el nuevo ministro ha opacado al presidente. Con las pilas bien cargadas, Cavallo camina con pie firme para convencer hasta a los m¨¢s incr¨¦dulos de que tiene la receta para salvar al pa¨ªs del precipicio.
Estilo autoritario
Desde el momento de jurar el cargo Cavallo ha actuado con su inconfundible estilo autoritario, dictatorial casi, y resolutivo. Empez¨® advirtiendo a los periodistas de que s¨®lo har¨¢ declaraciones cuando lo estime conveniente, por lo que, 'mejor ah¨®rrense las guardias matinales frente a mi casa'. Como un buen mago, sac¨® el primer conejo de la chistera para lograr el milagro. Y le puso un nombre efectista: Ley de Competitividad. Una ley simple, dijo. Pidi¨® al Congreso poderes especiales durante un a?o para encarar una reforma estructural del Estado. Los mismos poderes que De la R¨²a hab¨ªa pedido d¨ªas antes para el plan de ajuste nacido muerto de Ricardo L¨®pez Murphy, el m¨¢s breve de los ministros de Econom¨ªa.
Los males del enfermo son de sobra conocidos: una elevada deuda externa cuyos intereses sangran las arcas estatales, un d¨¦ficit p¨²blico incontrolable, una evasi¨®n desmedida y una recaudaci¨®n irrisoria. A?¨¢dase una corrupci¨®n generalizada que afecta a las instituciones. Las propuestas que Cavallo trae bajo el brazo no son ning¨²n invento ni est¨¢n en las ant¨ªpodas de las que present¨® L¨®pez Murphy. Pero el nuevo ministro sabe como nadie que no basta con hacer un an¨¢lisis brillante. 'Hay que generar expectativas, confianza, que es algo que yo s¨¦ hacer muy bien', ha dicho. Cuando afirma sin pesta?ear que con sus medidas la econom¨ªa argentina, que lleva tres a?os en recesi¨®n, empezar¨¢ a crecer de manera imparable, convence a su auditorio.
En su primera semana, Cavallo ha sido el principal protagonista en la escena pol¨ªtica. Parec¨ªa que los dem¨¢s actores eran meras comparsas. El presidente ha pasado pr¨¢cticamente desapercibido. El ministro ha convocado a la prensa a su conveniencia, se ha reunido con congresistas, empresarios e inversores, y ha realizado un viaje rel¨¢mpago a Brasil en busca de apoyo del principal socio del Mercosur. Le acompa?aba el ministro de Exteriores, Adalberto Rodr¨ªguez Giavarini, que en las im¨¢genes de televisi¨®n parec¨ªa m¨¢s bien su secretario. Cavallo ocupa toda la pantalla.
Ha logrado que la C¨¢mara de Diputados y el Senado aprueben una primera versi¨®n reducida de su Ley de Competitividad y, lo que es m¨¢s importante, ha obtenido el respaldo de los principales caudillos del Partido Justicialista (PJ), en la oposici¨®n. Compareci¨® en una conferencia de prensa acompa?ado de Carlos Ruckauf, el gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, la m¨¢s importante del pa¨ªs, que respald¨® las propuestas de Cavallo con la misma intensidad que critic¨® la falta de conducci¨®n de De la R¨²a.
Da la sensaci¨®n de que Cavallo act¨²a por libre sin consultar con sus compa?eros de Gabinete ni con el presidente. No faltan an¨¦cdotas ni rumores. El ¨²ltimo lo protagoniz¨® el canciller Rodr¨ªguez Giavarini, que desliz¨® no tener conocimiento del inminente viaje del ministro de Econom¨ªa a Espa?a.
En la pol¨ªtica argentina nada es lo que parece. Durante 10 a?os Domingo Cavallo represent¨® el diablo para los l¨ªderes de la Alianza que apoya al actual Gobierno. 'Instal¨® la ¨¦tica de la frivolidad, que fue acabando con la cultura del esfuerzo', dijo de ¨¦l el ex presidente y l¨ªder de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), Ra¨²l Alfons¨ªn. 'Mientras Cavallo era funcionario de la dictadura, aqu¨ª desaparecieron miles y miles de ciudadanos. ?l pretende olvidarlo, pero nosotros se lo vamos a recordar', le espet¨® el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, An¨ªbal Ibarra, del Frepaso, durante la campa?a de los comicios porte?os. La noche del 7 de mayo pasado, un Cavallo desencajado no supo aceptar la derrota en las elecciones al Gobierno de Buenos Aires y acus¨® a la Alianza ganadora de fraude. Tama?o rid¨ªculo dio pie a muchos analistas a vaticinar que la carrera pol¨ªtica de Cavallo hab¨ªa llegado a su fin.
Diez meses despu¨¦s, los dirigentes de la Alianza todav¨ªa tratan de digerir el sapo que supone la entrada de Cavallo en el Gobierno por la puerta grande y porque el presidente en persona se lo suplic¨®.
El hombre m¨¢s poderoso
Domingo Cavallo se siente hoy m¨¢s fuerte que nunca. Rechaz¨® hace unas semanas la presidencia del Banco Central porque su olfato le aconsej¨® esperar. Ahora, desde su puesto de superministro, vuelve a estar colocado en la parrilla de salida para alcanzar su verdadero sue?o: la Casa Rosada.
Ha llegado al Gobierno como la ¨²ltima oportunidad del presidente. Si fracasa, el gran damnificado ser¨¢ De la R¨²a, que sin ninguna carta m¨¢s en la manga estar¨¢ obligado a convocar elecciones anticipadas. Si triunfa, Cavallo podr¨¢ colgarse de nuevo la medalla de salvador del pa¨ªs, tal y como hizo tras su gesti¨®n como ministro de Econom¨ªa de Carlos Menem, en la que gan¨® la batalla contra la inflaci¨®n y promovi¨® la Ley de Convertibilidad, todav¨ªa en vigor.
De 54 a?os, nacido en la ciudad argentina de C¨®rdoba, con un doctorado en Harvard, que fue funcionario de la dictadura, que ya estabiliz¨® en una ocasi¨®n la econom¨ªa, que enfrent¨® numerosos procesos judiciales de los que sali¨® airoso, que se convirti¨® en el principal enemigo del empresario postal Alfredo Yabr¨¢n al denunciar la mafia a su alrededor, es hoy el hombre m¨¢s poderoso del Gobierno argentino, a pesar de que su partido Acci¨®n por la Rep¨²blica obtuvo el 10% de los votos en las elecciones presidenciales de 1999 y solo tiene 12 diputados.
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