AENA tendr¨¢ que realizar 11.789 catas arqueol¨®gicas antes de ampliar Barajas

AENA, seg¨²n estos documentos, est¨¢ dispuesta a emprender as¨ª la mayor prospecci¨®n arqueol¨®gica de la historia de Espa?a. El organismo calcula que tardar¨¢ un m¨¢ximo de cuatro a?os en llevar a cabo los trabajos.

La Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid establece que, cuando se emprende una obra en zonas con potenciales arqueol¨®gicos, los promotores deben comprobar que en el subsuelo no se esconden restos hist¨®ricos de importancia. Para ello tienen que contratar a un equipo de especialistas que investigue el terreno. Su informe, que debe ser revisado por los equipos t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, determinar¨¢ entonces si se contin¨²an las excavaciones o se libera el suelo para que comiencen las obras.

La legislaci¨®n obliga a realizar los sondeos en el 0,5% del suelo que se pretende urbanizar. Como la ampliaci¨®n de Barajas ocupa 1.200 hect¨¢reas, y las catas arqueol¨®gicas deben tener una longitud de tres metros por uno de ancho, el n¨²mero de prospecciones que la ley impone en el caso de Barajas es, tal y como admite AENA, de 11.789.

Para evitar la paralizaci¨®n de las obras, la normativa madrile?a establece que todo el trabajo de prospecciones no tiene por qu¨¦ llevarse a cabo de una sola vez. Por ello, la zona de estudio de Barajas se dividir¨¢ en subzonas -entre 7 y 10-, donde los equipos arqueol¨®gicos trabajar¨¢n. Conforme vayan acabando sus investigaciones, y si los resultados son negativos (falta de yacimientos o descubrimiento de restos sin importancia), la Consejer¨ªa de Educaci¨®n ir¨¢ liberando el suelo. De esta manera se hace compatible la investigaci¨®n hist¨®rica de la regi¨®n y su desarrollo.

Restos importantes

Pero cuando los t¨¦cnicos descubran restos de importancia (poblados, vajillas, villas romanas, calzadas o cualquier tipo de construcci¨®n hist¨®rica) se deber¨¢n llevar a cabo estudios de mayor concreci¨®n. Los supervisores de la Viceconsejer¨ªa de Patrimonio decidir¨¢n entonces si los restos hallados deben ser trasladados, vueltos a enterrar para un estudio posterior o tapados con hormig¨®n de obra.

Debido a la imposibilidad material de estudiar todos los restos arqueol¨®gicos que se hallan en la Comunidad, la viceconsejer¨ªa suele crear zonas de reserva arqueol¨®gica (¨¢reas que no se desentierran) para que futuros expertos, a?os o d¨¦cadas m¨¢s tarde, los analicen. En el caso de Barajas, cuando se llevaron a cabo unas prospecciones arqueol¨®gicas en 1997, la Comunidad de Madrid hall¨® junto al r¨ªo Jarama una construcci¨®n romana. En este caso, el terreno qued¨® en reserva hasta que se decidiese la ampliaci¨®n del aeropuerto. Ahora, las obras del aeropuerto permitir¨¢n estudiar este yacimiento.

La carta arqueol¨®gica de la Comunidad -documento secreto que se?ala los lugares donde se prev¨¦n yacimientos arqueol¨®gicos en la regi¨®n- destaca que las orillas del Jarama -sobre las que est¨¢ prevista la construcci¨®n de una de las nuevas pistas del aeropuerto de Barajas- son zonas con un gran potencial hist¨®rico. Los r¨ªos fueron durante siglos una de las principales v¨ªas de comunicaci¨®n en Madrid y, l¨®gicamente, lugar propicio para los asentamientos humanos. Paralela al Jarama est¨¢ constatada la existencia de una calzada romana y numerosos yacimientos relacionados con Roma: villas, granjas, la propia calzada...

Pero no es ¨¦ste el ¨²nico periodo de la historia del que los arque¨®logos pueden encontrar rastros antes de que se ampl¨ªe el aeropuerto. Los especialistas que ya trabajan en el soterramiento de la M-111 -carretera que cruzar¨¢ bajo rasante la futura terminal del aeropuerto- ya se han topado con restos de civilizaciones ib¨¦ricas.

En la ¨²ltima visita abierta a los medios de comunicaci¨®n que el aeropuerto ofreci¨® el mes pasado, los arque¨®logos de AENA mostraron restos de cer¨¢micas de la Edad del Hierro hallados en la traza de la futura carretera. ?ste es s¨®lo el inicio de la mayor investigaci¨®n arqueol¨®gica de la historia de Espa?a.