Un extenso documental

Este libro es el producto final de una de las m¨¢s fabulosas tareas de documentaci¨®n conocidas, pero dista mucho de ser s¨®lo una obra de investigaci¨®n. Edwin Black es jud¨ªo, hijo de supervivientes polacos del Holocausto, y su ¨²nica obsesi¨®n a lo largo de los ¨²ltimos ocho a?os ha sido descubrir y narrar las relaciones entre la compa?¨ªa inform¨¢tica m¨¢s grande del mundo, IBM, y la Alemania nazi. Este empe?o es, probablemente, la principal virtud de este libro -es improbable que un investigador independiente soportara tanto tiempo y tantos problemas sin una motivaci¨®n personal y muy fuerte para continuar traba-jando-, pero tambi¨¦n es su mayor defecto. Black se mueve constantemente en el filo de la subjetividad y hasta la puerilidad, cayendo a menudo en el sentimentalismo f¨¢cil, como cuando compara los ra¨ªdos uniformes de los prisioneros de los campos de exterminio nazi con el lustroso abrigo de Thomas J. Watson, responsable de IBM y aut¨¦ntico protagonista de este libro.

Estos errores no evitan que este libro sea interesant¨ªsimo, y hasta apasionante en muchos de sus pasajes, sobre todo porque explica c¨®mo y por qu¨¦ confluyeron los intereses de la poderosa Alemania nazi con las ambiciones desmedidas de las primeras multinacionales estadounidenses, incluida IBM.

No es, por tanto, un libro de investigaci¨®n objetiva, aunque tampoco lo pretende. La idea de la obra naci¨® tras una visita que realizaba Black con sus padres al Museo del Holocausto de Washington, donde se expon¨ªa una m¨¢quina de IBM que realiz¨® el primer censo de jud¨ªos en Alemania, en 1933. 'Existe una raz¨®n para examinar las cifras fant¨¢sticas a las que lleg¨® Hitler al asesinar a tantos tan r¨¢pido', explica Black en el libro. 'Me volv¨ª a mi padre y a mi madre, y les promet¨ª que descubrir¨ªa mucho m¨¢s', cuenta en otro pasaje de la obra.

El texto explica la relaci¨®n entre IBM y Hitler desde sus mismas ra¨ªces, es decir, desde el dise?o de las primeras m¨¢quinas de censo elaboradas por Herman Hollerith, pasando por la formaci¨®n de IBM como empresa y la incorporaci¨®n a ella del vendedor 'sin escr¨²pulos' Thomas Watson. La parte m¨¢s interesante de este libro es la que explica los espeluznantes descubrimientos de Black sobre la identificaci¨®n y procesamiento inform¨¢tico de los condenados de los nazis. Las tarjetas perforadas, por ejemplo, identificaban 16 categor¨ªas de prisioneros, seg¨²n las posiciones de los agujeros -tres para el homosexual, 12 para el gitano, nueve para el antisocial.

Ha sido un herc¨²leo trabajo de documentaci¨®n. M¨¢s de cien personas de siete pa¨ªses emplearon 1.500 horas de trabajo -entre ellas, las 15 diarias de Black- para elaborar y escribir las 500 p¨¢ginas que constituyen este libro. El tremendo esfuerzo de documentaci¨®n se plasma en la obsesi¨®n de Black por atribuir a una fuente cada una de sus afirmaciones; pr¨¢cticamente cada p¨¢rrafo del texto concluye con una nota a pie de p¨¢gina.

Es un libro, por tanto, denso y complejo, repleto de notas y referencias, que abusa del sentimentalismo y que tampoco est¨¢ demasiado bien escrito. Es el inter¨¦s de lo que narra, m¨¢s que el c¨®mo se narra, el que hace necesaria su lectura.