Alemania 1933 - Euskal Herria 2001
Considera el autor un completo disparate comparar la actual situaci¨®n vasca con la llegada de los nazis al poder.
'?Por qu¨¦ somos socialistas?', rezaba un panfleto escrito en 1930 por Joseph Goebbels, responsable de propaganda y luego ministro nazi; 'somos socialistas porque es la ¨²nica posibilidad de mantener nuestra existencia racial'. En efecto, el Partido Nacional Socialista Alem¨¢n de los Trabajadores (nazi) era tan nacionalista como socialista. Hitler se define en su Mein kampf (Mi lucha) como nacionalista, socialista, antisem¨ªtico, antidemocr¨¢tico, antiliberal, antiparlamentario, anticat¨®lico, antimarxista y antifranc¨¦s. Pero a nadie se le ocurre identificar al ideario socialista con aquella p¨¢gina negra de la historia de Europa que fue el nazismo. Ser¨ªa una insensatez.
Dentro de esa oleada de disparates que se tienen que escuchar sobre el nacionalismo vasco est¨¢ poni¨¦ndose de moda identificar la situaci¨®n actual de Euskal Herria con la Alemania nazi de 1933. No quiero en modo alguno restar gravedad a la actual situaci¨®n. El terrorismo y la violencia, con sus asesinatos, secuestros, extorsiones y amenazas, es una lacra social, una cat¨¢strofe y un drama. Pero curiosamente son aquellos que no admit¨ªan ning¨²n paralelismo con Irlanda del Norte los que m¨¢s recurren a esta identificaci¨®n entre la actual situaci¨®n y la m¨¢s terrible de las vividas en la historia de Europa.
Adolf Hitler llega a la Canciller¨ªa alemana el 30 de enero de 1933 nombrado por el decr¨¦pito presidente Hindenburg. El 27 de febrero, el Reichstag (Parlamento) es incendiado, al parecer por un comunista holand¨¦s, pero el suceso es aprovechado por Hitler para lanzar a la opini¨®n p¨²blica que se trata de una trama comunista y m¨¢s de 100 diputados de este partido son encarcelados. El 28 de febrero, Hitler suspende los derechos de libertad de prensa, expresi¨®n y reuni¨®n mediante una serie de decretos de emergencia. En medio de este clima, el partido nazi obtiene 288 esca?os de 647 en las elecciones de 5 de marzo. Por supuesto, a los diputados comunistas reci¨¦n electos se les proh¨ªbe tomar posesi¨®n de sus cargos. Pero marzo es un mes especialmente terrible. El 20 se crea el campo de concentraci¨®n de Dachau, el 21 se constituyen tribunales especiales para juzgar a 'enemigos pol¨ªticos' y enviarlos a ese campo, el 24 se aprueba la Ley de Habilitaci¨®n de Poderes por la que Hitler adquiere el poder para dictar leyes y firmar acuerdos internacionales sin el control parlamentario y el 31 los estados federados son vaciados de poder. No est¨¢ mal para los dos primeros meses en el poder.
Abril comienza con un boicot hacia el comercio jud¨ªo y con el establecimiento de cuotas para el funcionariado de origen semita. Se crea en este mismo mes la Gestapo (Geheime Staatspolizei o Polic¨ªa Secreta de Estado), la cual se encargar¨¢ de perseguir los cr¨ªmenes contra el sistema. Contar un chiste antinazi era delito. La suspensi¨®n de derechos sindicales llega con la ilegalizaci¨®n de los sindicatos (2 de mayo) y del derecho a huelga (17 de mayo). Entre tanto, el 10 de este mismo mes se encienden enormes hogueras en toda Alemania con todos aquellos libros considerados contrarios al r¨¦gimen. Por si esto fuera poco, el 14 de julio, mediante sendas leyes, se ilegalizan todos los partidos pol¨ªticos excepto el nazi y se aprueba la Ley para la Prevenci¨®n de Enfermedades Hereditarias para esterilizar a 400.000 alemanes sospechosos de poder transmitirlas o de poseer alguna minusval¨ªa (el propio Goebbels ten¨ªa un pie completamente deforme, pero nunca fue esterilizado). Poco m¨¢s tarde Walter Schultze, comisario de salud b¨¢varo, se?al¨® que esta ley era insuficiente y que hab¨ªa que pasar a la eutanasia, la cual 'ya hab¨ªa sido puesta en pr¨¢ctica en los campos de concentraci¨®n'. El a?o termina con la exclusi¨®n de los jud¨ªos de ¨¢mbitos culturales (m¨²sica, bellas artes y literatura) y con la promulgaci¨®n de la Ley contra Criminales Comunes y Peligrosos, la cual habilita para enviar a campos de concentraci¨®n a mendigos (por cierto, Hitler mendig¨® durante un a?o en su juventud), alcoh¨®licos y parados.
Todo lo expuesto es s¨®lo referido a 1933. Seis a?os despu¨¦s estallaba la Segunda Guerra Mundial, en la cual alrededor de 50 millones de personas perdieron su vida. Si nos referimos al episodio m¨¢s terrible, al Holocausto, hay que recordar que no es hasta la Conferencia de Wannsee de 20 de enero de 1942 que los nazis deciden adoptar la 'soluci¨®n final', es decir, el exterminio del pueblo jud¨ªo. Pero antes de llegar a esa macabra 'soluci¨®n' pasaron por muchos escalones. En un principio, antes de estallar la guerra, la idea era expulsar a los jud¨ªos de Alemania. A finales de 1941 se encuentran con que son due?os de casi todo el continente y elaboran el Plan Madagascar, es decir, la expulsi¨®n de todos los jud¨ªos a aquella isla del Oc¨¦ano Indico. Entre tanto, comandos especiales (Einsatzgruppen) operaban en los pa¨ªses ocupados asesinando jud¨ªos. Como ejemplo de sus acciones citar¨¦ una que tuvo lugar cerca de Kiev donde estos grupos especiales amontonaron unos 40.000 cad¨¢veres y moribundos en una enorme fosa. Pero a¨²n as¨ª el proceso era demasiado lento. En Wannsee deciden el exterminio total de un pueblo en c¨¢maras de gas. Cerca de 6 millones de jud¨ªos fueron asesinados.
De todos modos, si con alg¨²n r¨¦gimen se pueden establecer paralelismos claros es con el de Franco. Ambos eran fascistas. Hitler envi¨® la Legi¨®n C¨®ndor al mando del general Sperrle para apoyar el alzamiento contra la Rep¨²blica, bombardear Gernika, Durango y dem¨¢s y aplastar, entre otros, al Gobierno dem¨®crata vasco presidido por Jos¨¦ Antonio Agirre, del PNV. Si el caudillo por la gracia de Dios se neg¨® a entrar en la guerra no fue por astucia pol¨ªtica, sino porque Hitler rehus¨® entregarle Marruecos y otros dominios. Pero hay una diferencia enorme entre los dos dictadores: uno se suicid¨® en su b¨²nker de Berl¨ªn el 30 de abril de 1945, mientras que el otro falleci¨® de muerte natural 30 a?os m¨¢s tarde. Tras la ca¨ªda del r¨¦gimen nazi se celebraron los juicios de Nuremberg para juzgar los cr¨ªmenes contra la paz, la humanidad y las minor¨ªas. La casi totalidad de ministros y responsables de aquel gobierno nazi dictatorial y fascista, miles de personas, fue juzgada y condenada por sus actos.
Vuelvo a insistir que no quiero restar gravedad a la situaci¨®n actual de Euskal Herria, la violencia est¨¢ demasiado presente y la amenaza es constante, pero las comparaciones entre una y otra situaci¨®n se est¨¢n realizando dentro de un contexto en el que todo vale contra una ideolog¨ªa leg¨ªtima. Que cada quien se forme su opini¨®n.
Mikel Irujo Amezaga es abogado y miembro de Eusko Alkartasuna.
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