?Qu¨¦ pas¨® en el barco africano?
Unicef intenta explicar lo ocurrido con el 'Etireno' y dice que 31 ni?os llegaron solos
'La noticia parti¨® del Gobierno de Benin, que alert¨® a la oficina de Unicef, por lo que no es extra?o que se diera la voz de alarma'. Lo aseguraba ayer en Madrid Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, presidente del Comit¨¦ espa?ol de esa organizaci¨®n, refiri¨¦ndose a la preocupaci¨®n suscitada en todo el mundo por la presencia en las costas del golfo de Guinea de un barco que supuestamente portaba una carga de entre 180 y 250 ni?os esclavos, y que result¨® estar ocupado por inmigrantes ilegales.
Sin embargo, la confusi¨®n que ha rodeado los hechos no termina de despejarse. Si el martes se afirmaba que el Etireno transportaba 23 menores sanos y acompa?ados de sus padres, Ruiz-Gim¨¦nez se?alaba ayer que eran 31 los que viajaban en su interior, y que lo hac¨ªan solos e indocumentados. 'Esto es un indicio suficiente para sospechar que eran v¨ªctimas potenciales de los traficantes, aunque no lo podamos confirmar', dijo. E insisti¨® en que no se puede hablar de falsa alarma, porque 'las condiciones de la traves¨ªa violan la Convenci¨®n de Derechos del Ni?o y las reglas de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo'.
Esther Guluma, representante de Unicef en Benin confirm¨® a este peri¨®dico la nueva cifra. 'De los 31, 24 tienen edades entre los 5 y los 14 a?os, y han sido acogidos por la ONG Tierra de Hombres'. Pero matiz¨® que 'no se sabe a ciencia cierta que fueran a ser vendidos'. Lo que s¨ª asegur¨® es que la alerta parti¨® de la ministra de Asuntos Sociales de Benin, Ramatou Baba Moussa. 'Nosotros s¨®lo nos hicimos eco de la situaci¨®n'. La polic¨ªa ha comenzado a interrogar a los ni?os ante la sospecha de que los adultos con los que viajaban podr¨ªan no ser sus parientes, sino personas implicadas en el tr¨¢fico de menores.
Si Unicef remite a la ministra Baba Moussa como fuente de las primeras informaciones, ¨¦sta traslada la responsabilidad a las autoridades de Camer¨²n. 'Yo misma y el ministro del Interior fuimos avisados por otro ministro que entendi¨® que all¨ª estaba ese barco [en el puerto camerun¨¦s de Douala]', fue la confusa frase de la ministra para explicar de donde parti¨® la alarma. No cit¨®, sin embargo, qu¨¦ ministro en concreto realiz¨® la llamada, ni qui¨¦n fue el primero en sugerir que los ni?os eran esclavos.
A todo ello se a?aden las especulaciones sobre la existencia de un segundo barco que podr¨ªa haberse confundido con el Etireno. Portavoces de Unicef en Benin citados por EFE confirmaron que las autoridades de Gab¨®n y Camer¨²n hab¨ªan informado la semana pasada de la llegada a sus puertos de un buque que cargaba entre 180 y 250 ni?os esclavos, aunque no identificaron la nave. Las primeras versiones describ¨ªan, adem¨¢s, al Etireno como un barco 'decr¨¦pito y en malas condiciones', aunque a su llegada a Coton¨² pudo comprobarse que hab¨ªa sido pintado recientemente. Bajo la capa de pintura se le¨ªa su antiguo nombre, Nordby. Simon Aisse, responsable de la Compa?¨ªa beninesade Navegaci¨®n Mar¨ªtima confirm¨® que cambi¨® de nombre al ser adquirido por la nigeriana Tennyson Shipping LTD.
Sea o no real el caso de los ni?os esclavos del Etireno, en Unicef se resalta que la esclavitud infantil sigue vigente en ?frica Central y Occidental, a pesar de que su abolici¨®n en el siglo XIX. La causa, seg¨²n un informe del director regional en la zona, Rima Salah, es la pobreza end¨¦mica de la poblaci¨®n. 'El 40% vive por debajo del umbral de la pobreza', se?ala.
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