Hablan los insumisos presos
El pasado d¨ªa 7 de abril, su peri¨®dico public¨® el editorial titulado Insumisos presos. Como sujetos que somos de esta historia, nos gustar¨ªa realizar una serie de consideraciones al respecto. Lo primero ser¨ªa recordar que en el Estado espa?ol ha habido m¨¢s de 1.200.000 objetores de conciencia desde que Pepe Be¨²nza, el primero de ellos, mostr¨® su negativa a colaborar con el Ej¨¦rcito en 1971. En estos 30 a?os, junto a ¨¦l, m¨¢s de 20.000 personas hemos sido juzgadas y condenadas a penas de c¨¢rcel o inhabilitaci¨®n.
Desde el Movimiento de Objeci¨®n de Conciencia, la finalizaci¨®n del servicio militar obligatorio ha sido siempre un objetivo menor: hace a?os que sabemos que hemos acabado con ¨¦l. Los intentos por parte de los diferentes ejecutivos de regularizar nuestra desobediencia han tenido como objeto eludir el debate social que planteamos: el cuestionamiento de los ej¨¦rcitos. La actitud de los distintos gobiernos ha sido el no reconocimiento pol¨ªtico de esta lucha con tantos a?os de trayectoria y gran apoyo social. No es casualidad que hoy el divorcio existente entre las fuerzas armadas y la sociedad civil est¨¦ ocasionando verdaderos quebraderos de cabeza al ministro Trillo, que ve c¨®mo la insumisi¨®n ha socavado la vocaci¨®n militar.
La desobediencia civil y la no violencia, principales herramientas de la lucha antimilitarista, persiguen transformar la sociedad atacando de forma radical los pilares de la injusticia social.
Esto conlleva unas consecuencias que siempre hemos asumido. Pensar que 'solucionando' esas consecuencias se resuelve 'el problema', es equivocarse. El Ej¨¦rcito nos va a seguir teniendo ah¨ª enfrente. Desobedeciendo.-
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