El viaje esot¨¦rico de Don Fadrique
Un libro defiende que la torre sevillana contiene s¨ªmbolos arquitect¨®nicos propios de la alquimia
El pr¨ªncipe, guerrero y orgulloso, pero tambi¨¦n culto y refinado, hijo de un rey espa?ol y una princesa alemana -Fernando III y Beatriz de Suabia- y sobrino del emperador Federico II de Alemania, ley¨® el Sendebar, un manuscrito ¨¢rabe que hab¨ªa mandado traducir, y decidi¨® construir una torre como la del relato, un palacio que en sus paredes albergara 'todos los saberes que l'avia de mostrar e de aprender: todas las estrellas e todas las figuras e todas las cosas' y le permitiera alcanzar la sabidur¨ªa y la inmortalidad. Y como el pr¨ªncipe del cuento, que debe permanecer recluido e instruido por un maestro, as¨ª Don Fadrique materializ¨® la idea del Sendebar: 'En el tapiz del techo grab¨® las constelaciones, todas las estrellas y los planetas, y en las paredes escribi¨® todos los libros de la sabidur¨ªa'. ?sta es la tesis que sostiene Pedro Mora Piris (Don Benito, Badajoz, 1933), doctor en Geograf¨ªa e Historia, en el libro El atanor del infante, que ha publicado la Fundaci¨®n Aparejadores de Sevilla.
Mora, coronel de artiller¨ªa retirado, propone una interpretaci¨®n de la sevillana torre de Don Fadrique seg¨²n los signos herm¨¦ticos de la alquimia y el esoterismo. En su opini¨®n, la construcci¨®n 'va m¨¢s all¨¢ de una mera atalaya fortificada'. La torre, situada junto al convento de Santa Clara y terminada cuatro a?os despu¨¦s de la reconquista de Sevilla, es 'el primer ejemplo de construcci¨®n civil puramente g¨®tico de Sevilla'. Desconocido el nombre de su constructor, el infante Don Fadrique fue su promotor. Seg¨²n Mora, m¨¢s que una estructura fortificada, la torre responde a un lenguaje simb¨®lico expresado a trav¨¦s de la geometr¨ªa. 'Era algo propio de la ¨¦poca. Fadrique vivi¨® con su t¨ªo el emperedador Federico II en Italia, un personaje interesado en la magia y el esoterismo que admiraba la cultura isl¨¢mica y construy¨® m¨¢s de 200 castillos como expresi¨®n de su poder m¨¢s que con una finalidad defensiva. En la arquitectura medieval los s¨ªmbolos se empleaban para transmitir ideas', explica el autor, que ha llegado a esta conclusi¨®n por la coincidencia de fechas en las que Fadrique mand¨® traducir el manuscrito, en 1253, y la construcci¨®n de la torre, en 1252. 'Es muy posible que conociera el manuscrito cuando impuls¨® la construcci¨®n de la torre', apunta.
La historia del Sendebar guarda paralelismos con la historia personal del infante, que particip¨® en las luchas entre g¨¹elfos y gibelinos en Italia, fue mercenario junto a su hermano Enrique del sult¨¢n de T¨²nez y fragu¨® una revuelta contra su hermano Alfonso X el Sabio para hacerse con el poder que le costar¨ªa la vida, condenado a muerte por ¨¦ste en 1277. 'Las palabras del Sendebar le dieron la idea que materializar¨ªa en forma de torre. Su esp¨ªritu est¨¢ en cada uno de los elementos de ¨¦sta', escribe Mora.
'En la Baja Edad Media, las torres representaban un s¨ªmbolo de elevaci¨®n espiritual, alusi¨®n a la escala que permit¨ªa la comunicaci¨®n entre el cielo y la tierrra. De ah¨ª que el atanor u horno de los alquimistas, donde ten¨ªa lugar la metamorfosis, se representara en forma de torre', contin¨²a, 'una metamorfosis espiritual considerada como una ascensi¨®n en la que, superado el ¨²ltimo pelda?o, se entraba en posesi¨®n de la sabidur¨ªa, la inmortalidad, el poder o las riquezas, algo a lo que no era ajeno Fadrique'. Sostiene el autor que el pr¨ªncipe utiliza la geometr¨ªa, la luz y los n¨²meros como s¨ªmbolo de la espiritualidad recreando en la torre la representaci¨®n ideal de un palacio de la sabidur¨ªa como el del manuscrito.
El infante quer¨ªa hacer de la torre un monumento que expresara sus propias inquietudes y un s¨ªmbolo que inmortalizara su memoria. Esa b¨²squeda de la sabidur¨ªa se manifiesta en claves esot¨¦ricas: la luz, asociada a la divinidad, es gradual en los tres niveles de la torre hasta alcanzar la plenitud de la b¨®veda superior, cuya forma octogonal es una representaci¨®n del esp¨ªritu, mientras que la base cuadrangular expresa lo terrenal. Una b¨®veda con ocho personajes, 'los siete del Sendebar y el propio Fadrique situado a nivel superior, el octavo, el n¨²mero del elegido o el sabio'.
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