El Madrid se estrella (0-1) con el 'catenaccio' del Bayern
El campe¨®n, con pocas luces y mucho coraz¨®n, pierde ante un Bayern que sorprendi¨® en una contra y se limit¨® a defender
El Bayern gan¨® el primer asalto al Madrid, que acudir¨¢ a M¨²nich en una situaci¨®n m¨¢s que delicada. Tendr¨¢ que aprender de sus errores para superar un p¨¦simo resultado y a un rival que abundar¨¢ en todo lo que hizo ayer. Con un ej¨¦rcito de ordenados defensas, el Bayern puso a prueba las ideas del Madrid, que fueron pocas. No le falt¨® coraz¨®n y no tiene por qu¨¦ sentirse desanimado en la comparaci¨®n con los alemanes, cuyo raz¨®n de ser fue el catenaccio, salvo que ahora se llame de otra manera ese ejercicio estrictamente defensivo.
No hubo demasiados matices en un partido que reparti¨® muy pronto los papeles. El Bayern de M¨²nich lleg¨® con la mosca, preocupado por la capacidad goleadora que ha demostrado el Real Madrid durante todo el torneo. Y tambi¨¦n porque el a?o pasado fue eliminado de la Liga de Campeones despu¨¦s de ganarle a los blancos tres de los cuatro enfrentamientos [dos en la liguilla de la segunda fase y dos en las semifinales]. Como tampoco es el Bayern un equipo que destaque por su generosidad en el juego de ataque, decidi¨® refugiarse en su campo y esperar su momento. Le lleg¨® en el segundo tiempo, en una jugada que parec¨ªa trivial y que el brasile?o Elber convirti¨® en gol con un remate sorprendente. Antes y despu¨¦s del tanto, el conjunto alem¨¢n no modific¨® su plan. Se defendi¨® con tres tallos considerables -Kuffour, Andersson y Linke-, dos laterales que no dieron un paso adelante y un medio -Salihamidzic- que jug¨® un mano a mano constante con Roberto Carlos. En el Bayern saben de la importancia del lateral brasile?o y taponaron ese costado descaradamente.
REAL MADRID 0|BAYERN 1
Real Madrid: Casillas; M¨ªchel Salgado (Munitis, m. 77), Hierro, Karanka, Roberto Carlos; Makelele, Helguera; Figo, Ra¨²l, McManaman; y Guti (Savio, m. 55). Bayern M¨²nich: Kahn; Sagnol, Kuffour, Andersson, Linke, Lizarazu; Salihamidhic, Effenberg, Jeremies, Scholl (Paulo Sergio, m. 71); y Elber (Jancker, m. 73). Goles: 0-1. M. 56. El Madrid intenta tirar el fuera de juego, el bal¨®n rebota en un jugador y queda suelto a unos metros del ¨¢era grande, donde est¨¢ Elber, que empalma con la pierna izquierda y su lanzamiento, tras botar en dos ocasiones, sorprende a Casillas junto al palo derecho. ?rbitro: Hugh Dallas (Escocia). Amonest¨® a Munitis, Hierro, Kahn y Effenberg, que se perder¨¢ el partido de vuelta. Unos 74.000 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u, de los que cerca de 2.300 eran seguidores del Bayern. Partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones. La vuelta se disputar¨¢ en M¨²nich el mi¨¦rcoles d¨ªa 9.
El Madrid se encontr¨® frente a una ecuaci¨®n num¨¦rica. Ten¨ªa que resolver el problema que le planteaba un equipo con cinco defensas puros, m¨¢s Salihamidzic y Jeremies, el medio tap¨®n de toda la vida. Siempre se ve¨ªan siete camisetas rojas cerca de su portero, que en el primer tiempo s¨®lo se sinti¨® apurado en una oportunidad: una aparici¨®n por detr¨¢s de la defensa de Ra¨²l, cuyo remate se escap¨® por un palmo. Sin embargo, la falta de ocasiones no estuvo directamente relacionada con la aplastante presencia del Madrid en campo del Bayern. Otra cosa fue el escaso aprovechamiento que se hizo del ataque, donde falt¨® claridad y un delantero centro. Siempre parece que un profesional del ¨¢rea tiene la llave de esta clase de partidos. Con todos sus goles, Guti no es de esta especie. No pudo mover el arbolito y se fue del partido casi en blanco. Fuera de un gran pase perfectamente interpretado por McManaman y mejor salvado por Kahn, Guti pas¨® desapercibido.
Pero Guti no fue el problema. Est¨¢ ah¨ª por la escasez de delanteros en el equipo y nadie puede quejarse de la importancia que han tenido sus goles. Las dificultades del Madrid ven¨ªan de su incapacidad para abrir la lata. Roberto Carlos estaba interceptado por Salihamidzic, que algunas veces se tiraba el pliego y hac¨ªa da?o en los contragolpes. Por la izquierda, McManaman insisti¨® pero no desbord¨®. Y Figo desbord¨® donde no deb¨ªa: lejos del ¨¢rea, en largas arrancadas que encontraban la oposici¨®n de una columna de defensas alemanes. Apenas se vio a Figo en el lado derecho, donde Lizarazu estuvo de vacaciones.
El Madrid pag¨® su falta de eficacia en el juego por los lados. Tampoco era sencillo porque el Bayern se amurall¨® sin disimulo. Para jugar, utilizaba a Effenberg, un percher¨®n con un excelente pie. Se mueve con un trote de veterano, permitido en un equipo donde todos los dem¨¢s act¨²an como la fiel infanter¨ªa. Pero el Bayern no estaba para jugar. Estaba para cazar. Lo consigui¨® con el tanto de Elber, un tiro rapid¨ªsimo tras ganar un bal¨®n dividido. A Casillas le pill¨® por sorpresa y no logr¨® desviar la pelota.
Todo lo que sucedi¨® despu¨¦s fue m¨¢s de lo mismo, pero en proporciones mayores. El Bayern se agrup¨® con toda su gente en el ¨¢rea, atento al previsible desorden del Madrid, que no le encontr¨® las vueltas al partido en ning¨²n momento. Percuti¨® con insistencia y cogi¨® por los pelos alguna oportunidad, pero finalmente todo era ansiedad y pocas ideas. La ¨²nica posibilidad pasaba por Figo, y por la fe que se le tiene a Ra¨²l, que esta vez tuvo muy poca presencia en el remate. Y Figo era una contradicci¨®n en s¨ª mismo. Se confundi¨® bastante, pero ninguno fue m¨¢s valiente, ni preocup¨® tanto al Bayern. S¨®lo que esta vez, Figo no bastaba para tirar la puerta. Al Madrid le faltaron luces y al Bayern le sobr¨® con su defensa.
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