Jeff Bridges lamenta la ausencia de mujeres en la pol¨ªtica de EE UU
El actor encarna a un presidente norteamericano en 'Candidata al poder'
Adem¨¢s de ser un excelente actor, Jeff Bridges es el t¨ªpico americano encantador, seguro de s¨ª mismo, consciente de encarnar el lado bueno de la superpotencia, consciente de ser el ¨²nico bicho del planeta capaz de pararle los pies a ese otro t¨ªpico americano, el vicioso, chulo y prepotente. En Candidata al poder, la pel¨ªcula de Rod Lurie que se estrena hoy en Espa?a, ¨¦se es exactamente el papel que interpreta Bridges, el de un presidente norteamericano pol¨ªticamente correcto, simp¨¢tico, relajado, de apetito voraz y enamorado de su trabajo, que se ve enfrentado a la conjura de una banda de s¨¢trapas reaccionarios mis¨®ginos, siempre escondidos en los pliegues de las moquetas de Washington.
A sus 52 a?os reci¨¦n cumplidos, est¨¢ lozano y jovial. Su piel no delata un exceso de rayos uva. Lleva poco maquillaje y se viste con el estilo bobo (burgu¨¦s bohemio) tan de moda ahora: traje ancho gris claro, camiseta beis. Debajo, los pectorales rivalizan con algo de barriga. La suite del hotel parisino donde nos recibe le queda peque?a, porque est¨¢ llena de secretarias, relaciones p¨²blicas y periodistas. En medio de ese barullo, el gigante Bridges se pasea como un se?or y encuentra la frase apropiada para caer simp¨¢tico. Bridges hace una mueca y se calla unos segundos, como si fuera el gran Lebowski. Luego responde: 'No se preocupe, me acaba de entrevistar un escoc¨¦s que tiene un acento peor'.
Estamos ante el hijo de Lloyd Bridges, el actor que en plena purga de McCarthy no dud¨® en reconocer ante el comit¨¦ de actividades antiamericanas que hab¨ªa mantenido relaciones con el Partido Comunista. Su padre se qued¨® tan ancho, pero la verdad es que pas¨® por el purgatorio que fue Hollywood y, siendo un excelente actor, acab¨® echando una mano en Aterriza como puedas 1 y 2, antes de fallecer, hace ahora tres a?os.
Los productores de la pel¨ªcula quieren convencer de que la intriga pol¨ªtica feminista de Candidata al poder, que empieza y muere en los pasillos de la Casa Blanca, es la continuaci¨®n de la batalla que Lloyd Bridges y otros mantuvieron contra McCarthy. Casi medio siglo despu¨¦s del macarthysmo, su hijo Jeff interpreta el papel de presidente de EE UU, defendiendo la candidatura de una mujer al cargo de vicepresidenta, indiferente a los zarpazos de los ultraconservadores. Am¨¦rica avanza.
Pregunta. ?Qu¨¦ han pretendido defender con Candidata al poder?
Respuesta. El mensaje de la pel¨ªcula consiste en decir que la sexualidad de una persona, en este caso la candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, no debe predeterminar qu¨¦ cargos p¨²blicos puede o no ejercer. Am¨¦rica lleva un retraso considerable respecto a los dem¨¢s pa¨ªses occidentales en lo referente a la participaci¨®n de las mujeres en la pol¨ªtica. Espero que este filme contribuya a reducir ese retraso.
P. ?Le parece a usted que el estilo documental que a veces se impone en la pel¨ªcula Candidata al poder...?
R. [Bridges interrumpe] S¨ª, por supuesto, ?sabe que el director, Rod Lurie, era periodista como usted? ?Ja! Pues...
P. S¨ª, lo s¨¦...
R. ?Pero a que no sab¨ªa que yo fui el primer entrevistado de Lurie, hace muchos a?os?
P. No me lo puedo creer. Espero que no lo tratara como a Danny de Vito, a quien calific¨® de 'test¨ªculo con brazos'.
R. ?Huoooo! ?Yeeaaah man! [se despatarra y da una patada al periodista de turno]. No. Conmigo fue muy correcto Y... [El resto de la frase de Bridges se confunde con un bostezo cavernoso]. Jet-lag.
En los ojos del actor sigue habiendo ese destello altanero que le valiera, al inicio de su carrera hace 30 a?os, papeles de joven delincuente, pele¨®n, condenado por la sociedad, aunque noble. Pero lo que m¨¢s fascina es la identidad profunda del hombre real con algunos de sus personajes m¨¢s recientes: Lebowski y Tucker. Hay que pregunt¨¢rselo:
P. En Candidata al poder da la impresi¨®n de que usted ha construido un presidente que es un cruce entre Tucker, el entusiasta del sue?o americano, y Big Lebowski, el americano medio asocial.
R. [Se enfada]. Ah, no, no. Ni hablar. No. La verdad es que cuando la gente va a ver una pel¨ªcula le resulta muy dif¨ªcil no pensar en el actor, en los papeles que interpret¨® antes... Veo qu¨¦ es lo que quiere decir usted con esto de Tucker y Lebowski. Pero no, yo no los estaba reinterpretando. Aunque est¨¢ claro que soy la misma persona en el mundo real y puede haber coincidencias con Lebowski. Fue maravilloso hacer ese papel de presidente de EE UU. Pero mi principal fuente de inspiraci¨®n fue mi padre. No s¨®lo su trabajo de actor, sino la conspiraci¨®n a la que tuvo que enfrentarse. ?l tambi¨¦n compart¨ªa un aspecto de su personalidad con el presidente que yo interpreto en Candidata al poder, adoraba su trabajo. Y las personas que viven en ese estado de felicidad por su actividad se vuelven contagiosas. Por eso re¨²nen a mucha gente a su alrededor.
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