Pasteles amargos

Hace d¨ªas le¨ª en este medio algo sobre el acoso moral en el trabajo, y lo que m¨¢s me llam¨® la atenci¨®n fue los perfiles psicol¨®gicos, tanto el del hostigador como el del hostigado.

En el perfil del hostigado o v¨ªctima recuerdo que uno de los puntos era el siguiente: los compa?eros cre¨ªan que era la v¨ªctima quien ten¨ªa la culpa de lo que le pasaba. Personalmente he podido comprobar en lo cierto que est¨¢ dicho perfil psicol¨®gico cuando uno de mis compa?eros me dijo: 'Tengo yo acaso la culpa de las situaciones que t¨² mismo te creas'.

Pienso que adem¨¢s del hostigado y la v¨ªctima est¨¢ tambi¨¦n los protegidos, aquellos que son intocables, esos que miran lo que a otros les sucede y se hacen los nuevos, aquellos que te dicen: 'Ser¨¢ mam¨®n el t¨ªo mierda', pero que no pasan de ah¨ª. Porque cuando los gritos del hostigador llegan a sus o¨ªdos no escuchan nada, cuando miran con qu¨¦ impunidad act¨²a el hostigador sobre uno de sus compa?eros, con qu¨¦ despotismo es tratado, ellos no ven nada.

Cre¨ªa en los compa?eros, cre¨ª que el compa?erismo realmente exist¨ªa, pero veo que lo ¨²nico que existe es el miedo, el miedo al que no me toque a m¨ª. Si estoy cuatro meses y medio en el turno de noche en contra de mi voluntad, siendo el m¨¢ximo 15 d¨ªas rotativos seg¨²n el estatuto de los trabajadores.

Si para volver al turno de d¨ªa que tengo que decir: sindicato. Si me echa continuamente, el hostigador, en cara lo que gano. Si mi puesto habitual lo ocupa una persona nueva y yo paso a realizar el trabajo m¨¢s humillante o que el hostigador cree que es humillante.

Si no aparezco ni en la lista de vacaciones, siendo el ¨²ltimo en poder elegir y sin tiempo para planificarlas y, para colmo, me dice uno de mis compa?eros que esas situaciones las creo yo. S¨®lo puedo escribir una cosa: hostigados, mandar a la mierda a los hostigadores. Trabajo en una famosa pasteler¨ªa de Sevilla que, como tantas otras, tiene nombre de santo y sus pasteles, para m¨ª, son amargos.