En busca de la 'p¨ªldora del d¨ªa siguiente'

Mediod¨ªa de ayer s¨¢bado en el interior de una farmacia de la calle Goya (Madrid). '?D¨®nde podr¨ªa conseguir este medicamento?', preguntamos al joven dependiente mostr¨¢ndole un papel escrito con la palabra 'NorLevo'. Con cara de circunstancia responde: 'Aqu¨ª'. Se dirige hacia el due?o de la farmacia y, en voz baja, le comenta: 'Quieren la p¨ªldora del d¨ªa siguiente'. 'No la tenemos', dice su jefe. 'Lleg¨® ayer a los almacenes y todav¨ªa no est¨¢ distribuida, pero la hemos pedido. Adem¨¢s necesit¨¢is una receta m¨¦dica'.

El primer intento frustrado. Pero no perdemos la esperanza. Entramos en la farmacia de al lado (calle Narv¨¢ez).

- ?Tienen aqu¨ª la nueva pastilla anticonceptiva?.

- S¨ª. ?Ten¨¦is receta?

Parad¨®jicamente, los fines de semana no abren los centros de planificaci¨®n familiar

- No. ?Es necesaria?.

- S¨ª, os la pueden hacer en urgencias o en un centro de planificaci¨®n familiar. En la calle L¨®pez de Rueda hay uno, el tel¨¦fono es 91- 435 49 76.

Segundo intento frustrado, pero ya sabemos que en esa farmacia tienen la p¨ªldora. Nuestras esperanzas aumentan al ritmo que marcamos el n¨²mero de tel¨¦fono.

- ?Es el centro de planificaci¨®n de L¨®pez de Rueda?

- S¨ª, aqu¨ª es.

- Mire, estoy intentado conseguir la p¨ªldora antiembarazo. Anoche estuve con un chico y se nos rompi¨® el preservativo.

- Aqu¨ª no hay ahora ning¨²n m¨¦dico y nadie te puede recetar la pastilla. ?A qu¨¦ hora mantuviste relaciones sexuales?

- No s¨¦, creo que era la una de la madrugada.

- No te preocupes. Intenta que te la receten en urgencias de un hospital de la Seguridad Social. Si no lo consigues, no te agobies porque tienes de plazo hasta la madrugada del lunes. La p¨ªldora es efectiva hasta las 72 horas, aunque cuanto antes te la tomes mejor. Si vienes el lunes nuestros m¨¦dicos te har¨¢n unas preguntas y te la recetar¨¢n sin problemas.

Camino del hospital de la Princesa entramos en otras dos farmacias. En ambas tienen la nueva p¨ªldora pero insisten en la receta m¨¦dica y nos remiten a un hospital. En una, adem¨¢s, nos facilitan un tel¨¦fono de 'informaci¨®n sexual' (900 70 69 69) pero un contestador advierte: 'esta entidad no acepta llamadas desde su localidad'.

Llegamos a urgencias del hospital de la Princesa. Nos atiende un m¨¦dico de no m¨¢s de treinta a?os.

- Buenos d¨ªas, ?Aqu¨ª nos podr¨ªan recetar la p¨ªldora del d¨ªa siguiente?

- No, no, aqu¨ª no tenemos recetas, esto es urgencias. Adem¨¢s ahora no hay ning¨²n ginec¨®logo.

- ?Pero no puede hacerme ning¨²n justificante para que me la vendan en la farmacia?

- Como mucho te puedo hacer un papel con mi firma y n¨²mero de colegiado. Pasa por el mostrador y da tus datos.

'No te creas que eres la ¨²nica', comenta la enfermera del mostrador al advertir que un grupo de m¨¦dicos chismorrea al fondo del pasillo.

En el despacho, el doctor hace un peque?o cuestionario.

- ?Utilizas anticonceptivos?

- S¨ª, preservativos.

- ?Se te rompi¨®, no?

-S¨ª

Tras darnos el ansiado papel y preguntarnos cu¨¢l es el nombre de la p¨ªldora que nos iba a recetar, dice en tono confidencial: 'En un centro de planificaci¨®n os sale gratis y no ten¨¦is que pagar las 4.000 pesetas que cuesta'. Despu¨¦s, se?ala un cartel colgado de la pared en el que puede leerse 'P¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s. Tel¨¦fono de informaci¨®n de centros de planificaci¨®n familiar: 900 100 333'.

Llamamos. De nuevo, nadie contesta. Parad¨®jicamente, los fines de semana no hay centros de planificaci¨®n abiertos, seg¨²n informan en el Ayuntamiento. Es el tercer intento fallido.

Han pasado 12 horas desde que fall¨® el preservativo. Con el papel del m¨¦dico, entramos en otra farmacia. Sin decir nada, se lo damos a la dependienta.

- Es la primera que vendo, me la trajeron ayer.Son dos pastillas. La primera, t¨®matela ahora y dentro de 12 horas la siguiente. Si en cinco d¨ªas no tienes el periodo... hazte una prueba de embarazo.

?Por fin!. Tras pagar 3.190 pesetas la p¨ªldora est¨¢ en nuestras manos y la angustia se diluye.

Los itinerarios para encontrar el nuevo invento antiembarazo son m¨²ltiples. Tanto como las probabilidades de ¨¦xito o de fracaso.

Cl¨ªnica privada San Camilo. Una chica joven en el mostrador de urgencias.

- Hola, ?sabes si alg¨²n m¨¦dico nos pod¨ªa recetar la p¨ªldora postcoital?

- No hay nadie ahora. Int¨¦ntalo en la Seguridad Social a ver si tienes suerte pero seguramente te echar¨¢n para atr¨¢s.

Centro de Salud de Eloy Gonzalo. En la consulta del m¨¦dico de guardia. Es un hombre mayor de movimientos lentos.

- Hola buenos d¨ªas. Mir¨¦ ayer me fall¨® un preservativo y ven¨ªa a ver si usted me puede recetar la p¨ªldora del d¨ªa siguiente.

- Uff, pero si eso no existe.

- Pues en la farmacia la tienen y me han dicho que necesito una receta, aunque sea un m¨¦dicamento que no est¨¦ financiado por la Seguridad Social.

- Bueno. ?Y c¨®mo dices que se llama?

- NorLevo.

- ?Y te la venden aqu¨ª cerca?

- S¨ª, en una farmacia.

- Yo te hago una receta si quieres pero...Bueno...

Escribe lentamente y observa despacio la receta. La entrega sin levantar la vista y, al salir de la consulta dice: 'Suerte'.

La necesitamos. En la farmacia de al lado una de las dependientas se niega a vendernos la p¨ªldora. Pero su compa?era, no.