La defensa desmonta el caso de la fiscal¨ªa contra Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez

La ¨²ltima victoria de los abogados Peter Raben y David Parry se produjo ayer cuando Ted Yeshion, el cient¨ªfico al que la polic¨ªa de Tampa encarg¨® la tarea, declar¨® bajo juramento: 'Podemos afirmar con un 100% de seguridad que en la escena del crimen no hab¨ªa ning¨²n rastro del ADN de Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez'. Yeshion confirm¨® as¨ª que nada en la sangre o cabellos encontrados en la casa de Tampa donde fueron asesinados Lawson y McCoy-Ward se corresponde con el ADN del acusado. Antes hab¨ªa quedado probado que entre las huellas dactilares all¨ª recopiladas tampoco estaban las de Mart¨ªnez.

El juicio se reanudar¨¢ el lunes con el crucial testimonio de Sloane Millian, la ex esposa de Mart¨ªnez, que lo denunci¨® a la polic¨ªa. La fiscal¨ªa no ha presentado a¨²n ninguna prueba contra la persona a la que acusa del doble homicidio y para la que pide cadena perpetua. Al ser interrogados por Raben y Parry, los testigos llamados por el fiscal Chris Watson han terminado dando argumentos a favor de la defensa. Preguntado por este curioso curso de los acontecimientos, Raben declar¨® ayer: 'La fiscal¨ªa est¨¢ intentando demostrar que juega limpio'. La ¨²ltima sesi¨®n acab¨® con una dura declaraci¨®n de Mike Conigliaro, el detective que detuvo a Mart¨ªnez tras la denuncia de Sloane, quien afirm¨® que ¨¦sta le hizo escuchar una conversaci¨®n en la que el espa?ol dec¨ªa: 'He hecho algo horrible por lo que merezco la pena de muerte'.

Joaqu¨ªn y Sara Mart¨ªnez, los padres del acusado, observaron ayer con amargura que, tras el paso fugaz, el mi¨¦rcoles, de cinco senadores y el embajador espa?ol en Washington, 'ning¨²n representante consular o jur¨ªdico del Gobierno espa?ol sigue el juicio, aunque sea para certificar ante el pueblo espa?ol que ¨¦ste es m¨¢s limpio que el primero'. Aunque liberado de la amenaza de la silla el¨¦ctrica, la segunda comparecencia de Mart¨ªnez ante un tribunal est¨¢ revelando la catarata de irregularidades de la primera, que tuvo que ser anulada por el Supremo de Florida. En la primera semana, la fiscal¨ªa ha reconocido que no tiene pruebas f¨ªsicas ni motivos contra Mart¨ªnez. La defensa, sin embargo, ha marcado goles importantes.

- Hay otros sospechosos. Conigliaro reconoci¨® que Ronnie y Robert Suggs, dos delincuentes de Florida, siguen siendo sospechosos del crimen. Barbara McCoy, la madre de la Sherrie, inform¨® al detective que hab¨ªa visto a los Suggs en la casa de su hija la ¨²ltima vez que la vio viva.

- No est¨¢ clara la fecha del crimen. Los cad¨¢veres fueron encontrados en la madrugada del 31 de octubre de 1995. La fiscal¨ªa afirma que los asesinatos fueron cometidos en la noche del 27 de octubre, el ¨²nico periodo en el que Mart¨ªnez no tiene coartada. Pero Conigliaro tuvo que aceptar que durante tres meses trabaj¨® con la hip¨®tesis de que las muertes tuvieron lugar el 28 de octubre de 1995. S¨®lo tras la detenci¨®n de Mart¨ªnez, en enero de 1996, Conigliaro las fech¨® el 27 de octubre. Parry le pregunt¨®: '?Es correcto afirmar que incluso ahora usted tiene dudas sobre si el suceso ocurri¨® el 27 o el 28?'. Conigliaro: 'Lo es'.

- El forense cambi¨® su informe. Lee Miller, el forense que hizo las autopsias, declar¨® que situ¨® la muerte de Lawson y McCoy-Ward entre el 28 y el 30 de octubre de 1995. Luego, una vez detenido Mart¨ªnez, cambi¨® la fecha al 27 de octubre. Lo hizo a petici¨®n de Conigliaro.

- La polic¨ªa necesitaba cerrar pronto el caso. Conigliaro se aferr¨® a la denuncia de Sloane porque necesitaba cerrar r¨¢pidamente el caso. El detective reconoci¨® que el padre de Lawson era compa?ero suyo y presionaba para la pronta detenci¨®n de alguien.

- Mart¨ªnez no era un habitual de la casa de Lawson y McCoy-Ward. Ni testigos ni registros telef¨®nicos demuestran que el acusado frecuentara a las v¨ªctimas. Tan s¨®lo hab¨ªa trabajado tiempo atr¨¢s, y por pocos meses, con Lawson. Sobre la posibilidad de que fuera a robar, en la casa quedaron 2.000 d¨®lares y una bolsa de marihuana bien visibles.

- Sloane act¨²a por celos. En su primera exposici¨®n ante el jurado, Raben tild¨® a Sloane de una 'hist¨¦rica, celosa, enfadada y vengativa'. El abogado desacredit¨® su testimonio recordando que, en la ¨¦poca del suceso, Mart¨ªnez viv¨ªa con su nueva compa?era, Laura Babcok, pero segu¨ªa manteniendo relaciones con su esposa.