La utop¨ªa de desatascar los juzgados

Adela G. L., de 60 a?os, sufri¨® un terrible accidente el 28 de marzo de 1998. El Mercedes en el que viajaba volc¨® en la ronda de circunvalaci¨®n M-30 y desde entonces ha pasado tres veces por el quir¨®fano y a¨²n le quedan otras tantas intervenciones. Depende de una silla de ruedas y ha gastado una fortuna en m¨¦dicos y medicinas. Pero sobre todo la espera ha sido agobiante. Aunque un juicio de faltas en Madrid suele tardar unos cuatro meses en celebrarse, en este caso fueron dos a?os. Era imprescindible para que el juez obligase a la aseguradora del coche a resarcir a Adela. Su caso lleg¨® hasta la Audiencia y, despu¨¦s de 33 meses, s¨®lo se atendi¨® en parte su demanda. Ahora ha acudido a la v¨ªa civil.

Los ¨®rganos superiores asumen los atascos al recibir recursos de los que est¨¢n por debajo

Meterse en un pleito civil o contencioso en Madrid es adentrarse en una odisea de la que s¨®lo se sabe cu¨¢ndo empieza pero no cu¨¢ndo termina. Una demanda por el impago de una deuda o de una multa de tr¨¢fico, o por una obra molesta del vecino puede tardar tres o cuatro a?os en obtener su sentencia firme, inapelable. Y, a veces, ¨¦sta llega cuando la disputa ni siquiera existe porque los afectados, hartos de esperar, prefirieron un arreglo extrajudicial. Cada asunto judicial es un mundo y en la tardanza en resolverse influyen m¨²ltiples variables. Pero hay una en el que coinciden todos, fiscales, jueces y funcionarios: en Madrid faltan medios t¨¦cnicos y humanos.

Ahora mismo, en la Secci¨®n Civil de la Audiencia de Madrid hay un atasco de 30.000 asuntos y en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior, de unos 50.000. Tras las reiteradas quejas del presidente de la Audiencia, Antonio Garc¨ªa Paredes, Justicia ha decidido enviar a jueces de otras comunidades para que ayuden a acabar con los casos acumulados. Les pagar¨¢n sobresueldos, ya que deben seguir llevando sus juzgados y desplazarse a Madrid tres tardes por semana para reducir al menos un 80% del atasco en tres o cuatro a?os.

Uno de esos jueces desplazados podr¨ªa ser Paco Salinero. ?l es magistrado en la Audiencia Provincial de Valladolid, donde reciben unos 4.500 asuntos al a?o. 'Los principales atascos se encuentran, como es l¨®gico, en las grandes ciudades donde hay m¨¢s densidad de poblaci¨®n y donde aterrizan multitud de recursos. Nos quieren llevar all¨ª para agilizar, pero quieren pagarnos unas 100.000 pesetas brutas por ese trabajo y la gente protesta', cuenta. El sueldo bruto de un juez es de unos 10 millones anuales. 'Sobre todo, no tienen en cuenta que aqu¨ª, aunque el retraso no es mucho, ya tenemos trabajo de sobra y, desde luego, las sentencias las ponemos en nuestra casa por las tardes. O sea, ya trabajamos por la tarde', afirma.

Salinero, que durante a?os fue decano de los jueces de Valladolid, asegura que el problema est¨¢ en que la ley impide que los jueces puedan delegar y, por tanto, son nulas todas las actuaciones en las que no est¨¦ el juez presente. 'Hace falta gente que resuelva y no funcionarios, porque al final donde se genera el cuello de botella siempre es en el juez', dice.

En esta provincia, un caso de alcoholemia se resuelve en unos seis meses. Pero un juicio de faltas tarda una media de un a?o en celebrarse. Una causa laboral contra la Administraci¨®n en la Audiencia encuentra con un retraso de cinco a?os.

Aquilino G., de 31 a?os, ha tenido que esperar un a?o para acudir al juicio por el robo de su furgoneta, que los atracadores utilizaron para asaltar una tienda. 'He venido porque en la citaci¨®n me advert¨ªan de que me pod¨ªan poner una multa de entre 5.000 y 25.000 pesetas, pero en realidad me da igual porque ya ni siquiera tengo la furgoneta. Y adem¨¢s he tenido que dejar a mi hermano a cargo de mi fruter¨ªa para poder venir', explica.

La estructura piramidal de la justicia provoca que los ¨®rganos superiores asuman los grandes atascos, al recibir los recursos de todos los casos de los tribunales que est¨¢n por debajo.

En lugares como Don Benito (Badajoz), de 32.000 habitantes, las causas van r¨¢pido. El juzgado de lo penal registr¨® el a?o pasado 103 asuntos de los que se resolvieron 97, y en lo que va de a?o han entrado 150 y se han dictado 105 sentencias. Eso no significa que se haya dado carpetazo a todos, porque muchos se recurren y van a parar a la Audiencia de M¨¦rida.

A Andr¨¦s M. le atropell¨® una moto cuando cruzaba un sem¨¢foro en Don Benito. Aunque el juicio se aplaz¨® tres veces porque la compa?¨ªa aseguradora no se present¨®, apenas pas¨® un a?o hasta la sentencia que le concedi¨® una indemnizaci¨®n de un mill¨®n de pesetas en octubre. Sin embargo, la aseguradora recurri¨® y su caso lleva parado desde entonces sin que la Audiencia de M¨¦rida haya fijado d¨ªa para una nueva vista. 'Est¨¢ colapsada', sostiene el abogado Antonio Cidoncha.

Al retraso por la escasez de jueces hay que sumar el que propicia la falta de medios t¨¦cnicos. Hasta hace dos a?os en la Audiencia Provincial de Valladolid no ten¨ªan ordenadores. En la secci¨®n de lo Contencioso-administrativo ni siquiera hay armarios para guardar los expedientes que se amontonan en el suelo de todas las habitaciones. Una sola impresora la utilizan nueve personas de distintos despachos.

En Don Benito los dos juzgados de instrucci¨®n y el de lo Penal comparten fotocopiadora. La inform¨¢tica lleg¨® en 1994. Unos a?os antes, uno de los auxiliares se tuvo que traer su propio ordenador de casa para poder adelantar trabajo. Sigue siendo el ¨²nico PC.

'La implantaci¨®n de la inform¨¢tica en los ¨®rganos judiciales est¨¢ empezando ahora', dice el presidente de la Audiencia Provincial de Valladolid, Jes¨²s Manuel S¨¢ez Comba. El Ministerio de Justicia ha provisto a todos los tribunales de un mismo sistema inform¨¢tico denominado Libra. De los corchos de los juzgados de Valladolid cuelgan carteles criticando el funcionamiento del sistema. 'Nosotros no lo utilizamos porque no est¨¢ adaptado a las necesidades de nuestro trabajo', comenta una funcionaria de la sala de lo Contencioso-administrativo, que muestra los enormes libros en los que a mano registran cada movimiento en los expedientes. Este trabajo manual se repite tambi¨¦n en Don Benito. Cada caso se inscribe en el sistema inform¨¢tico y tambi¨¦n, para evitar sorpresas, en los libros de registro. Cuando se implant¨® el Libra, perdieron todo lo que se hab¨ªa guardado en el sistema anterior.

Las dotaciones materiales y de personal aparecen como las necesidades b¨¢sicas para abordar la reforma de la justicia anunciada por el Gobierno la semana pasada. 'No podemos dejar de estar de acuerdo con una reforma que pretende agilizar los tr¨¢mites y acercar la justicia al ciudadano. Otra cosa ser¨¢ c¨®mo se va a concretar y qu¨¦ garant¨ªas va a ofrecer', apunta Salinero. ?se es el reto al que se enfrentan Gobierno y oposici¨®n: especificar en qu¨¦ se van a invertir los 250.000 millones de pesetas ofrecidos para esta 'modernizaci¨®n de la justicia'.

Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Patricia Ortega Dolz, Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez y Soledad Alcaide.