Los Lakers igualan con los Sixers

Los grandes depredadores se valen del olfato para cazar a sus presas. Huelen su p¨¢nico, las localizan y lanzan su ataque. Iverson es un carn¨ªvoro voraz. Sus v¨ªctimas, los Lakers de Los ?ngeles, dejaron el viernes un tufillo a miedo en su Staples Center. El escolta lo percibi¨®: a pesar de la derrota de su equipo, los Sixers, por 98-89 en el segundo partido (1-1) de la final de la NBA, al mejor de siete -el pr¨®ximo, el lunes, a las 3.00 (Canal +)-, se volvi¨® a Filadelfia con una sonrisa. Con el partido ya decidido, comenz¨® a aplaudir a sus compa?eros; a felicitar a su t¨¦cnico, Larry Brown. Los jugadores del conjunto californiano, pese a su triunfo, contemplaban con rostro atemorizado la felicidad de Iverson y sus Sixers, que, psicol¨®gicamente, han cobrado ventaja. Brown se fue como los toreros: lanzando besos a los tendidos.

Los pupilos de Phil Jackson vencieron en el segundo envite porque cuentan con una pareja diab¨®lica y porque Iverson estuvo mejor marcado. Salvo en esos dos aspectos, la pugna fue m¨¢s de los Sixers que de los Lakers. Los primeros empezaron igual que terminaron el primer lance. Suyas fueron las primeras ventajas, el dos contra uno planteado ante Iverson, que fall¨® sus cinco tiros iniciales, era superado con paciencia: movimiento del bal¨®n hasta hallar a Mckey o Snow. La respuesta de los Lakers s¨®lo llegaba de la pareja O'Neal y Bryant. Con Fox, Horry y Grant no se pod¨ªa contar. Al descanso, dos arriba para los Lakers.

O'Neal logr¨® 28 puntos, 20 rebotes, nueve asistencias y ocho tapones y casi logr¨® un cu¨¢druple doble (dobles figuras en cuatros apartados del juego). S¨®lo cuatro jugadores lo han conseguido en toda la historia. Con O'Neal no hab¨ªa dudas: s¨®lo la reaparici¨®n de sus problemas con los tiros libres. El mago Eddie Palubinskas reapareci¨® el jueves en el entrenamiento. Pero s¨ª las habia sobre Bryant despu¨¦s de su p¨¦simo primer encuentro. El joven alero mejor¨® sus n¨²meros, 31 puntos, pero no su gesto y se le volvi¨® a notar inc¨®modo ante la defensa de los Sixers.

El tercer cuarto fue el mejor de Los ?ngeles en esta final. Fi-sher mantuvo bien sujeto a Iverson (23 puntos). O'Neal estuvo intratable bajo el aro y Bryant al fin pudo hacer un mate. Por vez primera pudieron superar con solvencia la defensa por toda la cancha planteada por Brown.

Con todo, los Sixers llegaron a colocarse al final a tres puntos de distancia. Una canasta de Harper y un triple de Fisher permitieron a los Lakers suspirar aliviados. Pero a¨²n quedaba el postre, la magistral representaci¨®n de Iverson. Los Sixers no son los favoritos, pero al menos han metido miedo a sus rivales.