'En la frontera rumana pasas un cami¨®n de cerdos por 10.000 pesetas'
Los deficientes controles fronterizos en Europa dificultan el control de la peste porcina
La reaparici¨®n de la peste porcina en Catalu?a y la Comunidad Valenciana cuatro a?os despu¨¦s de que la epidemia azotara la primera comunidad demuestra que la frontera externa de la Uni¨®n Europea es una barrera vulnerable por culpa de la laxitud en los controles.
Todas las miradas est¨¢n puestas en los pa¨ªses del Este, m¨¢s concretamente en Rumania, el ¨²ltimo donde se produjo un brote de peste. ?Han llegado cerdos de este pa¨ªs pese a la prohibici¨®n de importarlos? ?C¨®mo se cruzan seis o siete fronteras sin que en ning¨²n control se descubra el fraude?
La respuesta se encuentra en los empresarios y las mafias que supuestamente logran introducir cr¨ªas de cerdos rumanos en Alemania, el principal proveedor espa?ol de lechones. Hace un mes y medio, cuando se detect¨® la peste porcina, un lech¨®n costaba en Rumania menos de 3.000 pesetas, la cuarta parte del precio que se pagaba en Espa?a.
Un transportista de ganado conocedor de las rutas europeas afirma que la frontera de Rumania es 'un caos'. 'Pagando 10.000 pesetas a la polic¨ªa puedes pasar un cami¨®n de cerdos sin ning¨²n problema'. Pasado este primer control, vendr¨¢ la prueba de fuego: entrar en la UE v¨ªa Hungr¨ªa, Eslovaquia, Rep¨²blica Checa y Alemania.
Los transportistas aseguran que la frontera entre la Rep¨²blica Checa y Alemania es un paso poco controlado y as¨ª se introducen los cerdos en la Uni¨®n Europea. Si a eso se le suma que en algunos casos se falsifican las gu¨ªas sanitarias haciendo constar que los cerdos vienen de Hungr¨ªa (libre de peste porcina), los tr¨¢mites se agilizan.
Josep Puigpelat, del sindicato Uni¨® de Pagesos, afirma: 'A ninguno de nosotros se nos ocurrir¨ªa coger un tr¨¢iler y cruzar toda Europa con cerdos infectados de Rumania u otros pa¨ªses, porque sabemos que es dif¨ªcil cruzar con esta carga las fronteras de Alemania y Francia'.
Pero la picaresca no acaba aqu¨ª. Luis, un transportista de Lleida que prefiere quedar en el anonimato, explica que esta situaci¨®n puede agravarse dada la pr¨¢ctica frecuente en el sector porcino de hacer dos viajes con una ¨²nica gu¨ªa sanitaria, el documento que certifica el origen del cargamento y la buena salud de los animales. 'Cargan un cami¨®n en Alemania y lo descargan en Catalu?a 24 horas despu¨¦s. Como la gu¨ªa sanitaria tiene vigencia para otros cuatro d¨ªas, el cami¨®n regresa a Alemania y trae otra partida de lechones', relata.
De este modo, algunas de las empresas importadoras de lechones atribuyen los animales transportados en un primer viaje a cerdas madres de la explotaci¨®n receptora en Espa?a y hacen constar que han nacido en dicha granja.
El problema de fondo es que los cerdos, a diferencia de las vacas, no tienen ning¨²n documento de identificaci¨®n individual. Cualquier ternera que llega al matadero va acompa?ada de un c¨®digo identificativo. En el caso de los cerdos, s¨®lo es posible conocer de qu¨¦ granja proceden, pero no si nacieron all¨ª.
La entrada de ganado procedente de otros pa¨ªses, como Francia, estaba prohibida hasta el pasado 15 de mayo. El presunto cargamento ilegal que pudo propagar la peste entr¨® entre el 23 de abril y el 1 de mayo, seg¨²n las investigaciones.
'Algo no ha funcionado', admite el consejero de Agricultura catal¨¢n, Josep Grau. Y los ganaderos lo lamentan como nunca. El secretario general de J¨®venes Agricultores y Ganaderos es pesimista y cree que la imagen exterior de Catalu?a ha quedado 'muy tocada'. 'Aqu¨ª han fallado demasiadas cosas', dice, y teme que nadie salga en defensa del sector. 'Ahora la peste nos la tendremos que tragar nosotros'.
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