La UE inicia la b¨²squeda de un sustituto de Duisenberg en el Banco Central Europeo

La suerte de Wim Duisenberg al frente del Banco Central Europeo (BCE) est¨¢ echada, pero el problema consiste en encontrar la fecha adecuada para su relevo. El jueves, Jean-Claude Juncker, el primer ministro luxemburgu¨¦s, admiti¨® que ha sido sondeado como posible sustituto, lo que confirma los rumores de los ¨²ltimos meses: los dirigentes europeos han comenzado ya la b¨²squeda de un candidato. Para enturbiar m¨¢s el panorama, ma?ana comienza la presidencia semestral de la Uni¨®n Europea a cargo del Gobierno belga, el m¨¢s cr¨ªtico con Duisenberg.

Las permanentes descalificaciones, m¨¢s o menos diplom¨¢ticas, a la labor del holand¨¦s al frente del BCE han dado paso en los ¨²ltimos d¨ªas a unas claras maniobras para moverle la silla. ?l mismo ha sido consciente de ello y, a lo largo de la ¨²ltima semana, se ha referido en dos ocasiones a su posible dimisi¨®n. A comienzos de semana, y a preguntas de un periodista, no neg¨® esa opci¨®n y, el mi¨¦rcoles, en una entrevista publicada en La Repubblica, dijo: 'No creo probable, dada mi edad , llegar al t¨¦rmino de mi mandato de ocho a?os, pero la decisi¨®n de dimitir me corresponde exclusivamente'.

Duisenberg fue designado presidente del banco europeo en 1998 para un mandato de ocho a?os, pero desde su nombramiento se difundi¨® que exist¨ªa un pacto no escrito seg¨²n el cual a partir del cuarto a?o ser¨ªa sustituido por el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet. De un lado, Duisenberg nunca ha aceptado expl¨ªcitamente ese pacto y, de otro, Trichet est¨¢ siendo investigado por los jueces por su papel al frente del banco Credit Lyonnais, lo que anula sus posibilidades.

Ahora, el reconocimiento de que incluso ha habido una oferta a una persona como Juncker para que encabece el BCE es interpretado en Bruselas como un mensaje con diversos destinatarios diversos: el primero Duisenberg, a quien ya se le comunica descaradamente que debe pensar en irse; el segundo Trichet y, de rebote, el Gobierno franc¨¦s, a quienes les llega el aviso de que hay una maniobra en marcha para impedir que el nuevo presidente del BCE sea de esta nacionalidad; y el tercero, quien se d¨¦ por aludido,y a quien el conservador Juncker ya ha comunicado que no est¨¢ dispuesto a seguir la jugada.

No disponible Porque lo que ha dicho el primer ministro luxemburgu¨¦s es que ¨¦l, en todo caso, no se considera el candidato adecuado porque ni est¨¢ 'disponible' ni cree que al frente del BCE, un organismo aut¨®nomo e independiente, pueda estar alguien con un pasado pol¨ªtico marcado. La carta que no ha destapado Juncker es de d¨®nde parti¨® la oferta, propuesta o tanteo. Pero varios expertos consultados coinciden: fue Didier Reynders, el ministro de Finanzas belga, al que le ha correspondido presidir durante todo este a?o (el primer semestre porque Suecia no se incorpor¨® a la moneda ¨²nica) el Eurogrupo, las reuniones de ministros de Econom¨ªa de los 12 pa¨ªses de la zona euro. 'Reynders no soporta a Duisenberg', recuerda un alto cargo al rememorar las enganchadas de ambos a ra¨ªz de las enormes precauciones del BCE al bajar los tipos de inter¨¦s. Pese a que hay una constataci¨®n de los empujones al holand¨¦s, incluso los m¨¢s cr¨ªticos afirman que no es ¨¦ste el momento del relevo. 'No est¨¢ en la agenda de nuestra presidencia ni he recibido informaci¨®n al respecto de la presidencia precedente (la sueca)', ha afirmado Reynders. 'No es apropiado discutir ahora sobre esa sustituci¨®n', ha dicho Juncker.

Y es que nadie apuesta por un relevo a s¨®lo seis meses de que entren en circulaci¨®n los billetes y monedas de euro, a no ser que el propio Duisenberg tire la toalla. Aparte de Juncker y de Trichet, en la lista de candidatos para sustituir a Duisenberg figuran dos franceses: Jean Lemi¨¨rre, presidente del Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo, y Laurent Fabius, hoy ministro de Finanzas. El nombre del vicepresidente espa?ol Rodrigo Rato tambi¨¦n ha sido citado.