El juicio en La Haya puede prolongarse a?os debido a la complejidad del caso

El juicio contra Slobodan Milosevic puede durar varios a?os y su inicio demorarse bastante ante la complejidad del caso y las intenciones de la fiscal Carla del Ponte de ampliar el sumario a presuntas responsabilidades criminales en Bosnia y Croacia. El ex dictador serbio se halla aislado en la prisi¨®n de Scheveningen, pr¨®xima a La Haya, desde el viernes, pero ha sido autorizado a ponerse en contacto con el equipo de abogados que ten¨ªa en Belgrado para preparar su comparecencia formal el martes, a las diez de la ma?ana, ante los jueces del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

Richard May, un juez brit¨¢nico adscrito a la Sala Tercera, ser¨¢ quien presida el primer proceso internacional contra un ex jefe de Estado, seg¨²n anunci¨® ayer en La Haya Claude Jorda, el magistrado franc¨¦s bajo cuya direcci¨®n se encuentra esta singular instituci¨®n, creada en 1993 por el Consejo de Seguridad de la ONU para juzgar a los responsables de las atrocidades durante la pasada d¨¦cada en la antigua Yugoslavia y embrionaria del futuro Tribunal Penal Internacional (TPI). Es previsible que el TPI se haga realidad dentro de dos a?os, pese a las reservas de Estados Unidos.

La entrega de Milosevic a La Haya ha provocado una grave crisis pol¨ªtica en Belgrado con la dimisi¨®n del Gobierno federal, pero ha permitido a Yugoslavia el respaldo financiero internacional. 'Se hab¨ªa convertido en una pieza demasiado cara para seguir conserv¨¢ndola', confesaba ayer con cinismo a un diario norteamericano un asesor del primer ministro serbio, Zoran Djindjic, quien ha justificado toda la operaci¨®n para evitar el aislamiento del pa¨ªs.

Los resultados de la conferencia de donantes del pasado viernes en Bruselas han rebasado las expectativas de una naci¨®n arruinada por la guerra y el embargo internacional. El Gobierno federal evalu¨® sus necesidades para este a?o en 1.250 millones de d¨®lares (m¨¢s de 230.000 millones de pesetas) y en casi 4.000 millones para un periodo de tres a cuatro a?os. El efecto Slobo facilit¨® que los donantes se hayan comprometido de momento con una ayuda de 1.280 millones.

'?Tan pronto?', dijo sorprendido Milosevic cuando el jueves por la ma?ana le comunicaron en su celda de la prisi¨®n central de Belgrado, su morada desde la espectacular detenci¨®n el pasado 1 de abril, que empacara para emprender un movido viaje en furgoneta, helic¨®pteros y aviones militares hasta La Haya para rendir cuentas ante una instituci¨®n que ¨¦l nunca ha reconocido, y menos ahora, seg¨²n ha subrayado Branimir Gugl, uno de sus abogados.

?ste ya ha adelantado que su cliente no reconocer¨¢ ninguno de los cargos cuando comparezca el martes ante el tribunal internacional, revalidar¨¢ su inocencia y sostendr¨¢ que su conducta pol¨ªtica durante una d¨¦cada se limit¨® a proteger los intereses del pueblo serbio.

Sin embargo, la fiscal Carla del Ponte discrepa l¨®gicamente de esta postura y se prepara a partir de ahora a exhibir abundantes pruebas que justifican la segunda orden de captura dictada a principios de a?o contra Milosevic (la primera hab¨ªa sido dictada por su antecesora, la canadiense Louise Arbour) por la que se le inculpa de cr¨ªmenes de guerra y cr¨ªmenes contra la humanidad.

Numerosos testigos

Del Ponte asegur¨® el viernes en conferencia de prensa disponer de abundantes pruebas, pero admiti¨® la complejidad de un proceso internacional, el primero contra un ex jefe de Estado, por el que se presume que tendr¨¢n que pasar numeros¨ªsimos testigos, muchos de primera fila, que pueden comprometer tambi¨¦n la actuaci¨®n de los Gobiernos occidentales durante la guerra de los Balcanes. No se sabe la fecha del inicio, pero menos a¨²n la de su conclusi¨®n. La tesis de la defensa de Milosevic es que el ex dictador no es responsable directo de ninguna de las matanzas de civiles que se le imputan, a diferencia de otros inculpados por La Haya, ni tampoco acepta haber orquestado una campa?a de limpieza ¨¦tnica y de deportaci¨®n de albanokosovares. En su pa¨ªs est¨¢ acusado de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos y abuso de poder, cargos m¨¢s f¨¢ciles de probar.

Del Ponte pretende agregar responsabilidades criminales de Milosevic en matanzas y limpieza ¨¦tnica en Bosnia-Herzegovina y Croacia durante los a?os 1992 y 1995. Ello significar¨ªa inculparle tambi¨¦n de genocidio, que es el exterminio sistem¨¢tico de un grupo social por motivo de raza, religi¨®n y pol¨ªtica.