Manifiesto por la Alameda

Los vecinos de la Alameda de H¨¦rcules estamos cansados de que algunos ciudadanos, encaramados a supuestas entidades vecinales, culturales o ecologistas, nos roben nuestra propia voz y nuestro deseo de ver de una vez por todas una Alameda de H¨¦rcules arreglada, habitable y, sobre todo, segura, para que todos los vecinos podamos disfrutar de ellas.

Nosotros queremos:

1. Convertir este espacio vital del centro hist¨®rico en un lugar de esparcimiento de mayores y peque?os.

2. Que la vegetaci¨®n y la arboleda se respete en la m¨¢xima medida que sea posible, siendo absolutamente conscientes de que un buen n¨²mero de ¨¢rboles est¨¢n enfermos y necesitar¨¢n una intervenci¨®n e incluso su sustituci¨®n llegado el caso, pero siempre respetando el n¨²mero existente.

3. Que tras varias d¨¦cadas sin soluci¨®n para la Alameda de H¨¦rcules y tras conseguir que el Ayuntamiento, por fin, se decida a intervenir en ella, no queremos que los proyectos queden parados por no escuchar los gritos e insultos de unos pocos, los cuales no han representado ni representar¨¢n absolutamente a nadie y menos a los vecinos de la Alameda que somos los que verdaderamente aguantamos el estancamiento de una remodelaci¨®n deseada por todos.

4. Igualmente, manifestamos que la Alameda y sus calles adyacentes necesitan un aparcamiento subterr¨¢neo, ya que sin ¨¦l ser¨ªa imposible hacer de ella un espacio libre de veh¨ªculos.

5. Por ¨²ltimo, manifestamos que nosotros s¨ª consideramos que se nos ha escuchado. De hecho, estuvimos reunidos con el delegado del distrito del casco antiguo, donde se pudo ver el anteproyecto presentado por el Ayuntamiento y donde se tuvo la oportunidad de trasladar a la Administraci¨®n municipal lo que quer¨ªamos y pens¨¢bamos los vecinos de la Alameda.

Por lo tanto, solicitamos que nadie use su voz para acallar la nuestra, ya que, aunque nosotros no solemos hacer ruido ni nos manifestamos con pancartas, no por ello dejamos de tener nuestros propios razonamientos los cuales, como m¨ªnimo, deben ser igual de respetados, escuchados y tenidos en cuenta por la Administraci¨®n municipal, la opini¨®n p¨²blica y, lo m¨¢s importante, nuestros convecinos.