Los violentos ampl¨ªan el acoso a cargos del PP con ataques a sus familias

El susto se lo llevaron ayer unos familiares del portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Bilbao, el edil Antonio Basagoiti, que tienen una chal¨¦ en el tur¨ªstico municipio de Bakio. Poco antes de la una de la madrugada hizo explosi¨®n un artefacto casero en la vivienda del hermano del suegro de Basagoiti, un chal¨¦ situado en la calle de Arkizazur, utilizado normalmente por su mujer y sus suegros, pero que en el momento de la deflagraci¨®n se encontraba vac¨ªo.

Como consecuencia del sabotaje se origin¨® un peque?o incendio que, posteriormente, fue sofocado por agentes de la Polic¨ªa Local. El propio Basagoiti, que calific¨® el hecho de 'ataque claramente nazi', se?al¨® que el artefacto casero colocado en la puerta de la vivienda consist¨ªa en un bid¨®n de gasolina con un iniciador pirot¨¦cnico y que los da?os causados se reduc¨ªan a los desperfectos ocasionados por el fuego en una puerta y una persiana, adem¨¢s del ennegrecimiento producido por el humo en el interior de la vivienda.

Basagoiti record¨® que sus familiares ya hab¨ªan tenido que soportar pintadas e insultos, pero el de ayer fue el primer sabotaje. 'Es una manera de actuar puramente nazi porque primero se?alan a las familias de quienes ellos consideran apestados y luego siguen atacando hasta que consigan que se exilien, que es lo que pretenden', afirm¨®.

El ataque de ayer se suma al perpetrado la v¨ªspera en el barrio bilba¨ªno de Deusto contra el domicilio de los padres de Tom¨¢s Burgos, senador del PP por Toledo. En ninguno de los dos sabotajes se produjeron v¨ªctimas, pero s¨ª desperfectos.

La estrategia de los grupos de violencia callejera de atacar a familiares catalogados por la banda terrorista como 'objetivos militares' no es nueva. En algunos casos, las v¨ªctimas de estos ataques los han sufrido de manera reiterada. Es el caso del domicilio de la familia de un agente del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en Vitoria. Aunque el polic¨ªa est¨¢ separado de su esposa y abandon¨® el inmueble hace m¨¢s de dos a?os, los grupos de kale borroka colocaron durante el a?o pasado hasta tres artefactos incendiarios contra el domicilio en el que ya s¨®lo viven la ex compa?era del agente y su hijo de corta edad.

Otro de los frentes que tiene abierto la organizaci¨®n terrorista y que tambi¨¦n ha sido visitado ¨²ltimamente por los activistas de la violencia callejera es la Ertzaintza. El pasado 17 de abril, un grupo de violentos hizo estallar un artefacto pirot¨¦cnico ante el establecimiento de belleza que la esposa de un ertzaina tiene en la capital alavesa. Como en el caso de ayer de Bakio, meses antes hab¨ªan aparecido pintadas en las cercan¨ªas de la peluquer¨ªa contra el marido de la due?a del establecimiento. Fue el primer ataque de este tipo despu¨¦s del asesinato en marzo con un coche bomba trampa del agente I?aki Totorika. Unos sabotajes que, como las cartas exigiendo el impuesto revolucionario a los familiares de los empresarios, s¨®lo pretenden amplificar y socializar el miedo en toda la familia.