La faceta gr¨¢fica de Chillida

A Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924) no se le puede considerar un artista solitario, aislado en su propio mundo. Sobre todo, si se atiende a su obra gr¨¢fica, vinculada a fil¨®sofos, poetas o pensadores con los que comparte o ha compartido afinidades. Ha firmado libros junto a Martin Heidegger, Emile Cioran, Joan Brossa, Max Holzer, Clara Jan¨¦s, Jorge Sempr¨²n o Yves Bonnefroy, entre otros. La Galer¨ªa Altxerri de San Sebasti¨¢n (Reina Regente, 2) muestra hasta mediados de septiembre 14 de sus libros de autor.

La exposici¨®n permite conocer la obra gr¨¢fica de Chillida con todos sus matices. Su evoluci¨®n iconogr¨¢fica, la variedad de materiales y de t¨¦cnicas empledas desde finales de los 60 hasta nuestros d¨ªas. 'No conozco ninguna exposici¨®n tan nutrida de la obra gr¨¢fica de Eduardo', afirma Juan Ignacio Garc¨ªa Velilla, responsable de la galer¨ªa. 'Nunca se ha prestado demasiada atenci¨®n a sus libros. Ni siquiera la Biblioteca Nacional u otras instituciones han apostado por difundir esta faceta del artista', dice.

Chillida empez¨® a trabajar la xilograf¨ªa, la litograf¨ªa, la serigraf¨ªa, el litocollage o el aguafuerte en la d¨¦cada de los 50. Pero no fue hasta el a?o 66 cuando realiz¨® su primer libro de autor y en 1969 cuando materializ¨® en arte su relaci¨®n con Heidegger. El escultor donostiarra conoci¨® al fil¨®sofo alem¨¢n un a?o antes.

Coincid¨ªan en muchas cosas, sobre todo, en la definici¨®n de artista. 'No es propiamente un autor, alguien que conscientemente da forma a la materia', dijo Heidegger, 'sino una especie de m¨¦dium a trav¨¦s del cual se desvela la verdad de lo que tiene entre sus manos'. Chillida tampoco se siente un autor que crea a prop¨®sito su obra; se deja llevar por los materiales, deja hablar al alabastro, el hierro o el barro.

Este pensamiento com¨²n se plasm¨® en el libro El arte y el espacio, que re¨²ne reflexiones escritas por el fil¨®sofo y siete litocollages del escultor. Pero la incursi¨®n de Chillida en los libros de autor no se qued¨® ah¨ª.

Dice Garc¨ªa Velilla que Jorge Guill¨¦n le dijo al escultor vasco cuando vio aquella obra: 'Yo tambi¨¦n tengo muy buena letra', invit¨¢ndole a compartir otro libro con ¨¦l. La obra no est¨¢ expuesta en Altxerri porque ya se exhibi¨® hace un tiempo, igual que el libro de Bach. S¨ª figuran, en cambio, sus colaboraciones con Cioran, con textos incluidos en la misma hoja que la obra gr¨¢fica; La indetedible quietud, realizado junto a Clara Jan¨¦s en 1998; A peu pel llibre, firmado en 1994 junto a Brossa o Une Helene de vent ou de fum¨¦e, con Yves Bonnefroy, entre otros libros de autor.