Al rescate de los secretos del 'Kursk'
Una flotilla de una veintena de naves prepara la operaci¨®n para recuperar el submarino nuclear hundido
Poco menos de 10 horas tard¨® el barco Klavdia Yel¨¢nskaya en llegar desde el puerto de M¨²rmansk hasta el lugar donde yace, en el fondo del mar, el submarino at¨®mico Kursk. A 108 metros de profundidad se encuentra el monstruoso casco del sumergible, destruido en la proa. En su interior todav¨ªa puede haber torpedos sin estallar y los cuerpos de 106 tripulantes: de los 118 que llevaba el submarino, s¨®lo 12 fueron recuperados el oto?o pasado. La principal tarea de esta operaci¨®n de rescate parece ser precisamente recuperar el mayor n¨²mero posible de cuerpos en cumplimiento de la promesa hecha por el presidente Vlad¨ªmir Putin a los familiares de los marinos del Kursk.
Despu¨¦s de que se decidiera cortar la proa y dejarla, de momento, en el fondo del mar, qued¨® claro que el Kremlin no est¨¢ interesado en que se conozca la verdadera causa de la tragedia.
El lugar del hundimiento est¨¢ vigilado y protegido por buques y aviones de la Armada rusa para impedir que nadie pueda investigar y descubrir algunos de los secretos militares que puede haber en las profundidades. Como afirma el capit¨¢n de nav¨ªo Mija¨ªl Nen¨¢shev, presidente del Movimiento de Apoyo a la Armada, 'cualquier trocito del Kursk vale su peso en oro para los especialistas de la OTAN'. La decisi¨®n de cortar el primer compartimiento y dejarlo abajo hasta mejores tiempos es considerada por los expertos como un intento de ocultar secretos.
Si hay alguna parte del sumergible que puede indicar qu¨¦ sucedi¨® realmente aquel aciago 12 de agosto es precisamente la proa, donde se produjo la explosi¨®n. Ya nadie duda que ¨¦sta se debi¨® al estallido de uno o varios torpedos, pero las autoridades navales rusas trataron de hacer creer al mundo durante meses que el Kursk se hundi¨® despu¨¦s de chocar con un submarino de la OTAN que espiaba las maniobras que realizaba en el mar de Barents. Aun ahora, aunque reconocen que la causa inmediata fue la explosi¨®n de un torpedo, dicen que ¨¦sta se pudo haber producido o bien por un fallo del arma o bien por una colisi¨®n. La explicaci¨®n de lo que sucedi¨® est¨¢ en la proa, y sin sacarla a la superficie es imposible saber de forma definitiva las causas de la tragedia. Esto es algo que reconoce incluso el vicealmirante Mija¨ªl M¨®tsak, jefe del Estado Mayor de la Flota del Norte.
M¨®tsak, que ahora dirige la expedici¨®n especial de rescate, explic¨® desde el destructor antisubmarinos Severomorsk que no est¨¢ previsto que los buzos desciendan en los pr¨®ximos d¨ªas al lugar donde yace el Kursk, ya que conf¨ªa en que los equipos autom¨¢ticos podr¨¢n limpiar el casco del fango. Pero, si no lo logran, se necesitar¨¢ la intervenci¨®n de los buzos. Si todo va bien, el barco Mayo regresar¨¢ ma?ana al puerto noruego de Kirkenes para descargar los equipos de limpieza de fango y cargar los necesarios para separar el primer compartimiento del sumergible. Ser¨¢ entonces cuando entren en acci¨®n los buzos, que deber¨¢n instalar la sierra y despu¨¦s abrir las ventanillas tecn¨®logicas en el casco, a las que se fijar¨¢n las barras o cables de acero que permitir¨¢n izar el Kursk.
Los riesgos de cortar el primer compartimiento son m¨ªnimos, seg¨²n M¨®tsak, ya que el batiscafo que explor¨® la zona de la proa no encontr¨® torpedos ni fragmentos que puedan explotar durante la operaci¨®n de la sierra. Pero no est¨¢ excluido que aparezcan m¨¢s tarde, advirti¨®. En cualquier caso, se han tomado todas las precauciones necesarias, subray¨® el vicealmirante, para quien lo importante ahora es reflotar el resto del submarino con los reactores nucleares y los cuerpos que pueda haber todav¨ªa en su interior. Aunque M¨®tsak reconoce que sin la proa ser¨¢ muy dif¨ªcil determinar la causa de la tragedia, defiende la decisi¨®n de separarla. Si se trataba de sacarla junto con el resto del casco, se corr¨ªa el riesgo de que el primer compartimiento se despedazara e hiciera fracasar toda la operaci¨®n, afirma.
El tiempo en esta zona del mar de Barents, por el momento, es favorable para la primera fase de recuperaci¨®n de Kursk, que acaba de comenzar: la temperatura ambiente llega a los 15 grados, la del agua es de 4 y el oleaje es moderado.
El Klavdia Yel¨¢nskaya hizo de noche la traves¨ªa hasta la zona de la tragedia, pero la mayor parte del camino estuvo iluminado por un sol radiante, que en esta ¨¦poca del a?o no se pone en estas latitudes. Ya en las cercan¨ªas del lugar del hundimiento, las nubes cubrieron el cielo y se levant¨® un viento fr¨ªo. De la veintena de nav¨ªos asignados para la operaci¨®n de rescate, apenas seis se encontraban ayer en el lugar del hundimiento.
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