La cumbre del G-8 arranca con la presi¨®n de dar una respuesta a la crisis econ¨®mica mundial
El grupo de los poderosos prev¨¦ lanzar hoy un fondo para combatir enfermedades como el sida
Los jefes de Estado y de Gobierno de EE UU, Jap¨®n, Alemania, Canad¨¢, Reino Unido, Francia e Italia (G-7), m¨¢s Rusia (G-8), tienen previsto tratar un buen n¨²mero de temas en estos tres d¨ªas. La cuesti¨®n m¨¢s preocupante, sin duda, es la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa mundial. Y es que si este grupo no es capaz de hacer algo por frenar la ca¨ªda del crecimiento, no ser¨¢ suficiente lo que decidan sobre los dem¨¢s temas.
Pueden reforzar su compromiso para condonar la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres, lanzado en la cumbre de Colonia en 1999 y reiterado en Okinawa en 2000, y lo har¨¢n por la buena prensa que esa actitud supone; pero no dar¨¢ a los pa¨ªses pobres lo que necesitan. ?stos deben ser capaces de exportar para obtener sus propios recursos y ello depende mucho de una econom¨ªa mundial boyante. Todos estos pa¨ªses venden materias primas, y el precio de ¨¦stas ha ca¨ªdo un 10% desde enero y el comercio mundial apenas crecer¨¢ este a?o un 5%, frente al 13% de 2000. Los pa¨ªses europeos tienen previsto aprovechar la cumbre para impulsar el lanzamiento de una nueva ronda de liberalizaci¨®n del comercio en la pr¨®xima reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), que se celebrar¨¢ en Qatar en noviembre.
La clave de la desaceleraci¨®n econ¨®mica, adem¨¢s, est¨¢ justamente en los pa¨ªses del G-7. Los tres grandes -EE UU, Jap¨®n y Alemania- est¨¢n sufriendo un simult¨¢neo par¨®n de la actividad por primera vez en el ¨²ltimo cuarto de siglo. El viceministro de Exteriores japon¨¦s, Yoshiji Nogani, adelant¨® que 'habr¨¢ cooperaci¨®n en pol¨ªtica econ¨®mica, aunque no se tomar¨¢n las mismas medidas porque cada uno tiene un problema distinto y diferentes soluciones'. Las palabras de Nogani son poco alentadoras. Las medidas que individualmente se han tomado en EE UU, Jap¨®n y la UE no han despejado totalmente la preocupaci¨®n de que la desaceleraci¨®n econ¨®mica se convierta en recesi¨®n. EE UU ha bajado seis veces el precio del dinero y depende de que el consumidor no deje de gastar para que la econom¨ªa no se hunda del todo. Jap¨®n ha puesto en marcha todas las f¨®rmulas econ¨®micas conocidas para levantar una econom¨ªa que a pesar de todo a¨²n sigue al borde de la recesi¨®n.
Europa est¨¢ en una encrucijada, no crece tanto como se esperaba y tiene una inflaci¨®n alta. Si baja el precio del dinero para estimular la econom¨ªa, los precios podr¨ªan desbordarse, y si no lo hace y el par¨®n se acent¨²a, puede perder el escaso ritmo de crecimiento que mantiene. Por todo ello se espera de esta reuni¨®n algo m¨¢s concreto que un tibio mensaje de cooperaci¨®n. Hoy est¨¢ previsto adem¨¢s que el G-7 anuncie el lanzamiento de un fondo de entre 1.000 y 2.000 millones de d¨®lares para combatir el sida, la malaria y la tuberculosis, que diezman la poblaci¨®n de los pa¨ªses m¨¢s pobres.
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