La pasividad de los jefes indigna a los sindicatos de la Ertzaintza

El dedo en la llaga lo puso el lunes el responsable de CC OO en la Ertzaintza, Roberto del Agua, cuando a cara descubierta, en todos los medios de comunicaci¨®n, declar¨® que resultaba muy dif¨ªcil entender c¨®mo se producen constantemente emboscadas y agresiones contra los ertzainas cuando hay unos 600 compa?eros, los adscritos a las unidades de Informaci¨®n, que deber¨ªan encargarse de prevenir ese tipo de situaciones. Pero la brecha que dejaba entrever Del Agua dentro de la Ertzaintza se vuelve mucho m¨¢s profunda a medida que se recaba la opini¨®n de m¨¢s agentes.

'Varias noches', relata un ertzaina que prefiere preservar su nombre, 'la gente de Seguridad Ciudadana, los curritos, hemos descubierto coches con matr¨ªculas reservadas para cuerpos de seguridad. Unas veces hab¨ªa dentro gente de la Guardia Civil y otras eran los de la Polic¨ªa Nacional. Pero, qu¨¦ curioso, a los que nunca detectamos es a los nuestros. Y eso s¨ª, cuando est¨¢n son los primeros en ser detectados'.

'Si las hijas de nuestros m¨¢ximos jefes est¨¢n pegando fuego a nuestros coches, ?qu¨¦ es esto?'

'Nuestros coches de camuflaje, no es que se los conozcan ya los borrokas, sino hasta los yonkis de las plazas', se?ala Teo Santos, responsable del ¨¢rea de Estudios de Erne, sindicato mayoritario, y miembro del ¨¢rea de investigaci¨®n de Seguridad Ciudadana en la Ertzaintza. 'Por eso', a?ade, 'a los compa?eros de Portugalete les tendieron la emboscada y los quemaron vivos, porque conocen nuestros coches'.

'El ejemplo m¨¢s claro de la inoperancia que hay en nuestro servicio de Informaci¨®n', a?ade el ertzaina Teo Santos, 'es cuando el pasado mayo prendieron el coche de un compa?ero en Vitoria. Los violentos que lo quemaron hab¨ªan sido descubiertos por nosotros unos d¨ªas antes. Llevaban consigo datos de ertzainas. Sin embargo, por extra?o que parezca, cuando quemaron el coche de uno de los nuestros, no fuimos nosotros quienes los detuvimos, sino la Guardia Civil, en una demarcaci¨®n que en teor¨ªa no es la suya. ?Por qu¨¦ los detuvieron ellos? Porque hicieron un seguimiento de varios d¨ªas, que es lo que ten¨ªa que haber hecho nuestra gente de Informaci¨®n'.

'Claro que despu¨¦s te enteras de que entre los detenidos...', contin¨²a Teo Santos, 'estaba la hija, menor de 18 a?os, de un alto cargo del PNV que tuvo un puesto de m¨¢xima responsabilidad en el departamento de Interior del Gobierno vasco en la etapa de Atutxa. Si las hijas de nuestros m¨¢ximos jefes est¨¢n pegando fuego a nuestros coches, ?qu¨¦ es esto?'.

'Pero a¨²n hay m¨¢s: llam¨® nuestra gente de Informaci¨®n a Vitoria esa noche diciendo: 'Oye, que al parecer hay mucho movimiento de guardias civiles ah¨ª. ?Pasa algo?'. Y le contestaron: '?C¨®mo que si pasa algo? Pues que nos han quemado un coche, ?no os hab¨¦is enterado a¨²n?'.

Todos los sindicatos consultados informan acerca de dos aspectos de car¨¢cter interno. El primero es que el hombre que est¨¢ al mando de la Unidad de Informaci¨®n y An¨¢lisis y de la de Investigaci¨®n Criminal, Nacho Ormaetxea, antes de ocupar ese cargo fue abogado defensor de varios j¨®venes implicados en la kale borroka.

El segundo, confirmado por todos los sindicatos consultados, es que el actual jefe de Seguridad Ciudadana, Jos¨¦ Ram¨®n Lezertua, cuando era jefe de la comisar¨ªa de Gernika hace m¨¢s de diez a?os, se puso tras la barra en la sede social de Herri Batasuna en Lekeitio, localidad que se encontraba entonces a cargo de su comisar¨ªa.

'Antes se disimulaba menos', se?ala un agente. 'Pero, en realidad, nada ha cambiado'.

El encargado de Estudios del sindicato Erne, quien mantiene la misma tesis, explica cu¨¢l es la relaci¨®n de fuerzas en la consejer¨ªa que dirige Javier Balza desde enero de 1998, y por qu¨¦ todo sigue igual que siempre: 'El hombre fuerte es Gorka Aguirre, persona muy pr¨®xima a Xabier Arzalluz desde hace muchos a?os. Aguirre de siempre tuvo mucho poder en los temas de Interior, unas veces con cargos institucionales y otras sin ellos. Ahora mantiene la fuerza porque coloc¨® hace dos a?os a un amigo ¨ªntimo suyo, el abogado Nacho Ormaetxea, como director de las unidades de Informaci¨®n e Investigaci¨®n Criminal, lo que podr¨ªamos llamar Servicio de Inteligencia y Espionaje de la Ertzaintza. Otro hombre fundamental es Javier Inda, director del Gabinete del viceconsejero, que viene a ser desde hace m¨¢s de 12 a?os el que establece las l¨ªneas de trabajo en la Ertzaintza, el ide¨®logo. Nunca habr¨¢ escuchado usted hablar de ¨¦l. Sin embargo, es un poder en la sombra desde hace muchos a?os y en tiempos fue jefe de Investigaci¨®n Criminal. ?Qu¨¦ modificaci¨®n va a haber en la Ertzaintza si Gorka Aguirre y Javier Inda siguen manejando tanto poder? Y despu¨¦s tenemos al director de Seguridad Ciudadana, Jon Uriarte, hombre que procede de la l¨ªnea del propio Balza y que lleg¨® con ¨¦l en 1998. Teniendo todos el aval del PNV, no todos piensan igual, hay problemas entre ellos. Y dentro del PNV hay familias relacionadas con los comerciantes, empresarios o con los ayuntamientos que padecen los estragos de la kale borroka, y que ven d¨ªa a d¨ªa c¨®mo la Ertzaintza no les da soluciones'.

Este peri¨®dico intent¨® en varias ocasiones conocer la opini¨®n de la Consejer¨ªa de Interior, pero en todas ellas un portavoz del departamento indic¨® que los sindicatos cuentan con cauces internos en la consejer¨ªa para dirimir los problemas. El portavoz del PNV, Joseba Egibar, calific¨® el viernes de 'mentiras' las acusaciones de falta de eficacia de la Ertzaina y acus¨® al sindicato Erne de 'seguir la estrategia del PP'. Sin embargo, todos los sindicatos -excepto ELA- indicaron que lo que dicen ahora a los medios lo vienen denunciando ante el consejero desde hace meses, sin que se les haga el menor caso.

'Sigue sin fluir la informaci¨®n', se?ala un dirigente sindical. 'Cada comisar¨ªa est¨¢ comunicada inform¨¢ticamente con las otras 25. De ah¨ª sale una burrada de informaci¨®n cada d¨ªa hacia la cima, hacia las cabezas pensantes de la Ertzaintza. Y ah¨ª se queda. No nos revierte. Pides un d¨ªa que te den datos de una matr¨ªcula y te dicen, por ejemplo, que tiene cuatro multas. Te pueden a?adir hasta qui¨¦n es el propietario del veh¨ªculo y a lo mejor esa persona no est¨¢ fichada. Pero lo que nunca le dicen al jefe de una comisar¨ªa es si el hermano del propietario de ese veh¨ªculo est¨¢ vinculado a la kale borroka. Y esa informaci¨®n, muchas veces, es necesaria. No puedo estar persiguiendo a un t¨ªo que ha dado un volantazo sin saber que ese t¨ªo puede estar involucrado en algo m¨¢s, porque te juegas la vida'.

Ejemplo de eficacia

'Hemos demostrado que cuando la informaci¨®n fluye sin cortapisas somos eficaces', relata el citado dirigente sindical. 'Ocurri¨® con el asesinato de nuestro compa?ero I?aki Totorika [el pasado 9 de marzo en Hernani]. Por pura casualidad, en el momento de la muerte dos compa?eros de Seguridad Ciudadana, los curritos, estaban cerca de una cabina. Y vieron a dos tipos salir de all¨ª. Normalmente nos enteramos de los atentados por el transistor, como cualquier ciudadano, pero esta vez, al instante, todos los agentes recibimos los datos de la cabina desde la que los etarras hab¨ªan comunicado el atentado. Los dos compa?eros se lanzaron a perseguirlos a pelo. Los detuvieron en San Sebasti¨¢n. Cuando se acercaron al coche no sab¨ªan si eran dos personas normales o si los iban a ametrallar all¨ª mismo. Hubo suerte. Les descubrieron las llaves del coche bomba que mat¨® a Totorika. Muchos etarras coleccionan esas llaves como trofeos. As¨ª cogimos a aquella gente. Despu¨¦s', contin¨²a la misma fuente, 'llegaron los superagentes de Informaci¨®n y los pol¨ªticos de la consejer¨ªa a colgarse medallas. Siempre hay uno m¨¢s listo que t¨²'.

A las brechas entre los agentes de Informaci¨®n y el resto, o entre los mandos y la base, se a?ade la falta de uni¨®n entre los propios sindicatos. Un portavoz de UGT declar¨® a este peri¨®dico: 'Decimos las mismas cosas. Entonces, ?por qu¨¦ no emitimos de una vez todos los sindicatos un comunicado conjunto, denunciando que la gente que tenemos por arriba, la que tiene que pensar y a quienes pagan por eso, no cumple con su deber? Mientras no nos unamos, seguiremos siendo dianas m¨®viles'.