La polic¨ªa desmont¨® 20 redes de prostitutas en Madrid gracias a 'testigos protegidas' inmigrantes
Las bandas de explotaci¨®n de extranjeras desmanteladas en 2000 suman 80 en toda Espa?a
El grupo de ex prostitutas que decidi¨® denunciar ante la Brigada de Extranjer¨ªa de Madrid a los proxenetas que las explotaban utilizaron varios m¨¦todos para escapar de sus opresores. Algunas acudieron a las ONG que las atienden en la Casa de Campo en busca de ayuda y estos organismos las remitieron a la polic¨ªa. Otras burlaron las fuertes medidas de control de los clubes de alterne y, bien por sus propios medios, o bien con la ayuda de alg¨²n cliente, consiguieron llegar a la comisar¨ªa.
A partir de ah¨ª, la polic¨ªa las interrog¨® para situar el club donde ejerc¨ªan la prostituci¨®n. La mayor¨ªa, seg¨²n fuentes policiales, no sab¨ªan ni siquiera la ciudad donde se encuentra el local. Frases como 'al llevarnos en coche pasamos por un r¨ªo', 'creo que vi un cartel que pon¨ªa Zaragoza' o 'el bar tiene luces de ne¨®n rojas' son las que llevaron a los agentes a descubrir d¨®nde estaban los clubes donde las mujeres eran explotadas. Los agentes, haci¨¦ndose pasar por clientes, hicieron una primera revisi¨®n del local. El paso siguiente fue pedir autorizaci¨®n a un juez para entrar y detener a los mafiosos.
Despu¨¦s de ofrecerse a delatar a los proxenetas ante la polic¨ªa y la Guardia Civil, alrededor de 100 de estas mujeres, que entraron irregularmente en Espa?a, se han acogido durante el ¨²ltimo a?o y medio a la Ley de Protecci¨®n de Testigos y a la Ley de Extranjer¨ªa. Si su declaraci¨®n sirve para desbaratar una organizaci¨®n o para reforzar las acusaciones contra sus integrantes, los jueces les dan definitivamente la condici¨®n de testigos protegidas.
Ley de Extranjer¨ªa El hecho de convertirse en testigo protegido garantiza a los inmigrantes el anonimato y su regularizaci¨®n a trav¨¦s del art¨ªculo 59 de la Ley de Extranjer¨ªa: 'El extranjero (...) sin documentaci¨®n o documentaci¨®n irregular (...) y v¨ªctima (...) de explotaci¨®n en la prostituci¨®n (...) podr¨¢ quedar exento de responsabilidad administrativa y no ser¨¢ expulsado si denuncia a las autoridades competentes a los autores o cooperadores de dicho tr¨¢fico'.
Sin embargo, el 90% de las testigos protegidas -la mayor¨ªa son de pa¨ªses del Este y latinoamericanas, aunque tambi¨¦n hay tres chinas- ignoraba en el momento de denunciar a los traficantes de seres humanos que su situaci¨®n pod¨ªa regularizarse si colaboraba con la justicia en el desmantelamiento de estas redes, seg¨²n fuentes policiales. ?stas aseguran que lo que mueve a estas personas a testificar contra sus explotadores es el anhelo de escapar de las redes que las tienen explotadas y maltratadas. Su deseo de huir de la esclavitud es tan fuerte que logran superar el miedo a los mafiosos y olvidar la falsa advertencia que estos les hacen respecto a que si les denuncian, la polic¨ªa les recompensar¨¢ a ellas con la expulsi¨®n.
Despu¨¦s de ratificar la denuncia, la Brigada de Extranjer¨ªa de Madrid traslada a las mujeres a pisos de acogida de distintos organismos, como la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n de la Mujer Prostituta (Apramp) o congregaciones religiosas. Ni el Ministerio de Justicia, ni el de Interior tienen partidas econ¨®micas espec¨ªficas para el plan policial de protecci¨®n de testigos, as¨ª que el futuro de estas mujeres depende de la atenci¨®n que les ofrecen estas ONG.
Las mafias funcionan de distinta manera seg¨²n el lugar de origen. Por ejemplo, en ?frica subsahariana y en Latinoam¨¦rica, la mayor¨ªa de las chicas son captadas por otras prostitutas. A las mujeres africanas, las atemorizan con ritos de vud¨² y con amenazas a sus familias. En los pa¨ªses del Este, la captaci¨®n se hace en discotecas. Los mafiosos les prometen un trabajo, por ejemplo, de camareras en Espa?a. Cuando llegan a Madrid, las encierran en un piso. All¨ª las violan, las tienen sin comer durante dos semanas y les dan palizas hasta que aceptan prostituirse en la Casa de Campo o en clubes de alterne de la regi¨®n.
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