'Es necesario renovar el repertorio para renovar la forma de pensar en la m¨²sica'
Es puntual, llega cinco minutos antes a todos los sitios. Eso le sirve para que no se le desmande ning¨²n instrumento en las entradas ni en las salidas, y para crear movimientos de atracci¨®n peligrosa en los sonidos de su orquesta. Riccardo Chailly, milan¨¦s de 48 a?os, pelo rojo, hoy algo oscurecido, y mofletes, es, para muchos, el mejor director de su generaci¨®n.
Ha estado en el Festival Internacional de Santander y en la Quincena Musical de San Sebasti¨¢n con la formaci¨®n de la que es titular desde hace 14 a?os, la Royal Concertgebouw de Amsterdam, una garant¨ªa de espect¨¢culo creada en 1888, que hoy, por la impronta de Chailly, mezcla repertorio cl¨¢sico y contempor¨¢neo como el que ha interpretado en Espa?a con Stravinski y Ravel. Al fin y al cabo es consecuente con lo que ¨¦l cree que debe ser la impronta en la direcci¨®n de su generaci¨®n, que incluye a otras figuras como Simon Rattle o Valeri Gergiev: 'Nuestra aportaci¨®n es la renovaci¨®n del repertorio para que se produzca la renovaci¨®n de la forma de pensar en la m¨²sica del p¨²blico', dice.
Tiene en su vida una espina dorsal: Gustav Mahler. Y capacidad infinita para desarrollarla porque la Concertgebouw est¨¢ considerada una orquesta mahleriana. 'El gigantismo sinf¨®nico, su opulencia t¨ªmbrica, el influjo de Mahler es tan fuerte hoy que va m¨¢s all¨¢ de la segunda escuela de Viena', dice sobre una corriente, la austriaca dodecafonista de Sch?nberg, Alban Berg y Webern, que revolucion¨® la m¨²sica. Y Chailly ve ese efecto hoy en los neorrom¨¢nticos, en el minimalismo, en la new age.
Otra figura que reivindica Chailly es Giacomo Puccini. Y con ambos, el director coincide con el escritor Alessandro Baricco que, en su ensayo El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin, los ve, aunque por razones distintas, como los m¨²sicos m¨¢s importantes de la modernidad. 'Baricco habla de la espectacularidad musical en el caso de Puccini. Es una visi¨®n muy inteligente, pero yo pienso que es el creador de una nueva textura orquestal oper¨ªstica. A m¨ª me interesa, adem¨¢s, exprimir su cultura mahleriana. Ambos se conocieron a fondo, incluso Mahler lleg¨® a dirigir Manon Lescaut en M¨²nich', dice Chailly.
Y pueden fiarse porque este artista se adentra ahora poco en el mundo de la ¨®pera -'dos t¨ªtulos cada dos a?os', cuenta-, y ha sido el responsable de llevar la ¨®pera italiana a la Concertgebouw, que nunca le hab¨ªa cogido el gusto. 'Jam¨¢s. S¨®lo hac¨ªan de vez en cuando Wagner, Mozart, poco m¨¢s'. Ahora, cada vez que escoge un t¨ªtulo, Chailly crea referencia, como en el caso de La Boh¨¨me que grab¨® hace tres a?os. Su secreto puede ser que lo hace con mimo: 'Creo mucho en la ¨®pera como un trabajo en equipo, no como un juego de cartas, as¨ª lo detesto. Hay que trabajar a fondo todos los elementos, el reparto, la orquesta y el coro'.
Ahora se va a enfrentar a una renovada Turandot, con un final nuevo que ha preparado Luciano Berio bas¨¢ndose en los apuntes que escribi¨® Puccini antes de morir y dejar la obra incompleta desde la muerte de Liu, uno de los dos personajes femeninos principales. Y con ese final va a haber sorpresa en julio del 2002, cuando se estrene. 'Recibo en septiembre la partitura, pero Berio me ha dicho que Puccini prob¨® el dodecafonismo para esa parte. Ser¨¢ un final abierto, que no acaba la historia banalmente'.
Una de las cruzadas en las que Chailly se ha empleado con m¨¢s vigor es la del sinfonismo en Italia, un pa¨ªs de muchos teatros oper¨ªsticos y pocas salas de conciertos. 'En Italia somos como trogloditas. Cuando quiero provocar all¨ª pongo como ejemplo Espa?a, pero no s¨®lo Madrid y Barcelona, sino ciudades medianas como Zaragoza, Santiago, San Sebasti¨¢n o Santander, donde existen salas de primer nivel'.
En Italia, ahora se construyen dos auditorios en Mil¨¢n y Roma. 'Demasiado tarde, pero vale', cuenta Chailly, que ha sido muy pesado para que su Orquesta Sinf¨®nica Giusseppe Verdi tenga una sede digna. 'Es crucial para el futuro de los m¨²sicos', opina.
Y se basa en su experiencia en el Concertgebouw. 'Es una formaci¨®n de gran tradici¨®n pero con af¨¢n de renovaci¨®n. Los m¨²sicos mayores se jubilan a los 65 a?os y aseguran la entrada de j¨®venes. Lo mejor es ver c¨®mo los veteranos ense?an a los nuevos el sonido de la orquesta, su manera de tocar, con lo que su personalidad se transmite oralmente generaci¨®n a generaci¨®n'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.