Cuatro funcionarios de la CNMV que alertaron sobre Gescartera tuvieron que dejar el caso
Dos de los t¨¦cnicos abandonaron el organismo y otros dos fueron recolocados en otras ¨¢reas
El nombramiento de Pilar Valiente como presidenta de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en octubre del a?o pasado, trajo una profunda remodelaci¨®n en los departamentos que hab¨ªan investigado las irregularidades de Gescartera. A partir de esa fecha, varios funcionarios que, de una forma u otra, hab¨ªan alertado sobre la gravedad de la sociedad de Antonio Camacho, dejaron el caso. Dos de ellos abandonaron la CNMV y otros dos fueron recolocados. El caso m¨¢s significativo es el de David Vives, director general de Supervisi¨®n, que descubri¨® los manejos de Camacho en 1999.
Otro de los afectados fue Luis Peigneux, subdirector de Supervisi¨®n (el departamento de Vives), que hab¨ªa descubierto un agujero de 4.000 millones de pesetas en 1999. Peigneux fue trasladado a otro departamento, el de Desarrollo. Otros t¨¦cnicos de supervisi¨®n que hab¨ªan investigado a Gescartera como Jos¨¦ Eugenio de Cabo, que elabor¨® un duro informe en 1995, tambi¨¦n cambi¨® de departamento.
Estas remodelaciones tuvieron lugar pese a las necesidades de t¨¦cnicos en supervisi¨®n (este mismo a?o se han convocado 10 plazas en el organismo p¨²blico). Sin embargo, estas carencias de personal cualificado no impidieron que la Comisi¨®n recolocase a t¨¦cnicos de gran experiencia en otros departamentos. Todos estos t¨¦cnicos hab¨ªan tenido relaci¨®n con Gescartera y hab¨ªan elaborado duros informes sobre la situaci¨®n patrimonial y de gesti¨®n en la agencia de valores, que finalmente provocaron un quebranto de 18.000 millones de pesetas a sus inversores. La CNMV asegura que no existe ning¨²n v¨ªnculo entre los cambios y las advertencias sobre las irregularidades en Gescartera.
El consejero de la CNMV responsable del ¨¢rea de supervisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n, no fue renovado en su puesto a finales de 2000, y su plaza se mantiene a¨²n vacante. Este consejero, seg¨²n las fuentes consultadas, defendi¨® tomar medidas severas contra Gescartera en el expediente que se abri¨® a esta firma a finales de 1998.
David Vives, director general de supervisi¨®n, abandon¨® su cargo coincidiendo con el nombramiento de Pilar Valiente al frente del organismo y con la salida de Juan Fern¨¢ndez-Armesto. Bajo las ¨®rdenes de Vives, el subdirector del departamento, Luis Peigneux, descubri¨® en 1999 un agujero de 4.000 millones de pesetas en la entonces sociedad gestora de carteras.
Un descubrimiento que posteriormente fue tapado por los gestores de Gescartera con la entrega de unos certificados bancarios falsos de La Caixa, que el actual director general de supervisi¨®n, Antonio Botella, dio por buenos cerrando el expediente a Gescartera con una sanci¨®n grave (no publicada) y una multa conjunta de 10 millones de pesetas que se aprobaba en el mismo consejo que autorizaba la transformaci¨®n de Gescartera en agencia de valores.
Traslados
Luis Peigneux fue trasladado al departamento de Desarrollo, que se encarga de la representaci¨®n de la CNMV en distintos organismos como las Sociedades Rectoras, del asesoramiento en materia contable, del seguimiento de directivas comunitarias y de la elaboraci¨®n y mantenimiento de la informaci¨®n estad¨ªstica.
Otro t¨¦cnico de gran experiencia en la supervisi¨®n, Jos¨¦ Eugenio de Cabo, fue trasladado desde el departamento de supervisi¨®n al de Entidades (departamento encargado de la creaci¨®n y seguimiento institucional de empresas de servicios de inversi¨®n, instituciones de inversi¨®n colectiva y entidades de capital-riesgo). Este t¨¦cnico elabor¨® en 1995 -a las ¨®rdenes de Jes¨²s Ibarra- un duro informe sobre Gescartera en el que descubr¨ªa la ingenier¨ªa financiera que practicaba Camacho.
Esta pr¨¢ctica consist¨ªa en aplicar p¨¦rdidas a determinados clientes y ganancias a otros de forma arbitraria, y que no se corresponde con inversiones individualizadas realizadas por los inversores. Una pr¨¢ctica que ya indicaba una grav¨ªsima irregularidad en la firma al estar actuando por cuenta propia, sin limitarse a ser s¨®lo intermediario entre los clientes y los mercados financieros.
Otro subdirector de supervisi¨®n, Mario Marchiandi, tambi¨¦n recal¨® en el departamento de Entidades tras la restructuraci¨®n que llev¨® a cabo Pilar Valiente. Estos supervisores contaban con experiencia en la supervisi¨®n que, sin embargo, los nuevos responsables de la CNMV dejaron escapar, bien por la marcha a otras entidades o por el traslado forzoso dentro del organismo supervisor.
Junto a estos traslados, Valiente tambi¨¦n hizo algunos nombramientos. Antonio Botella, responsable en la etapa de Fern¨¢ndez-Armesto de la divisi¨®n de vigilancia de mercados, que controla la informaci¨®n privilegiada en los mercados y la manipulaci¨®n de precios, fue nombrado director general de Supervisi¨®n, en sustituci¨®n de Vives. El nombramiento cont¨® con la oposici¨®n del entonces consejero Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n por su falta de experiencia en la supervisi¨®n prudencial, seg¨²n las fuentes consultadas.
Quiz¨¢ el nombramiento m¨¢s llamativo de Valiente fue el de Juan Carlos Basallote Ureba como director general de Entidades, procedente de la firma gaditana de bebidas espirituosas Luis Caballero (Ponche Caballero). Una labor profesional que dista mucho de los mercados financieros y de los intermediarios de los que debe verificar su honorabilidad y experiencia. Basallote Ureba es primo de Antonio Alonso Ureba, secretario del consejo de la CNMV hasta febrero de este a?o.
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