De la incertidumbre a la calma
Los terribles acontecimientos del martes tienen como principal caracter¨ªstica la total ausencia de precedentes, lo que hace que haya generado a corto plazo una gran incertidumbre econ¨®mica. Sin embargo, no hay que confundir estos hechos con otras crisis que hemos vivido en los ¨²ltimos tiempos. En primer lugar, no se puede comparar con la guerra del Golfo. En esta ¨²ltima hubo primero un enfrentamiento entre Estados con participaci¨®n de algunas potencias occidentales y se produjeron graves destrozos de aparato productivo petrol¨ªfero en Irak y en Kuwait. En el caso actual, el aparato productivo mundial est¨¢ intacto y no estamos ante enfrentamiento alguno entre Estados soberanos.
En segundo lugar, tampoco se puede comparar con la situaci¨®n de cuasi riesgo sist¨¦mico de los mercados financieros que se experiment¨® en el oto?o de 1998. En ese momento, tras producirse la ca¨ªda del Hetge Fund LTCM, la crisis de liquidez de los mercados financieros era desconocida hasta entonces. En la situaci¨®n actual no existe tal crisis sist¨¦mica ni hay ninguna expectativa de que pueda ocurrir.
Ahora bien, es indudable que tanto los inversores como los consumidores se encuentran ante una situaci¨®n de incertidumbre elevada no tanto por la falta de confianza en las instituciones econ¨®micas como por la falta de solidez del ataque terrorista y la debilidad de los aparatos de seguridad del Estado m¨¢s importante del mundo para evitarlos. ?Qu¨¦ efectos econ¨®micos puede generar esta incertidumbre? L¨®gicamente, los inversores, al menos temporalmente, van a buscar liquidez aumentando la demanda de efectivo e invirtiendo en instrumentos de deuda a corto plazo a la espera de que esa incertidumbre desaparezca. Adem¨¢s de esta huida hacia la liquidez se va a producir otra hacia la calidad del riesgo, es decir, tratar¨¢n de invertir en instrumentos de deuda de Estados soberanos con calificaci¨®n de solvencia crediticia triple A o en grandes empresas con similar clasificaci¨®n. Esto redundar¨¢ en perjuicio tanto de la demanda de renta variable como de la renta fija de pa¨ªses emergentes y pa¨ªses con clasificaciones m¨¢s bajas. Por tanto, los diferenciales de rendimiento de estos ¨²ltimos aumentar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas.
Tambi¨¦n el oro ha sido tradicionalmente una inversi¨®n refugio. Sin embargo, creo que esta vez no lo ser¨¢, porque su precio est¨¢ absolutamente determinado por las enormes reservas que a¨²n tienen los bancos centrales. Parad¨®jicamente, el d¨®lar, a pesar de que el atentado se haya cometido en Estados Unidos, sigue siendo la principal moneda refugio y, por tanto, no se ver¨¢ a corto plazo depreciada en los mercados.
Por parte de los consumidores, la reacci¨®n natural ante un periodo de incertidumbre es disminuir el consumo y aumentar el ahorro. ?ste es un hecho que puede afectar en mayor medida a la tasa de crecimiento de Estados Unidos y de Europa, que est¨¢n fundamentalmente sostenidos por el consumo. Uno de los primeros consumos que se evitar¨¢n a corto plazo ser¨¢ el turismo y los viajes, especialmente en avi¨®n, lo que puede afectar a pa¨ªses tan dependientes del turismo como Espa?a. Igualmente afectar¨¢ a corto plazo a la demanda de bienes de consumo duraderos, incluidos los autom¨®viles.
Sin embargo, en mi opini¨®n, ¨¦sta es una ocasi¨®n excelente dentro de lo terrible de los acontecimientos para que los bancos centrales de todos los pa¨ªses, as¨ª como los ministerios de Hacienda, coordinen sus pol¨ªticas econ¨®micas y soslayen cualquier probabilidad de que se produzca una recesi¨®n. Ya hoy todos los bancos centrales de los pa¨ªses de la OCDE y algunos de pa¨ªses emergentes han estado suministrando liquidez ilimitadamente a los mercados, tanto para hacer frente a las mayores demandas de efectivo como para dotar de financiaci¨®n a las instituciones financieras que pudiesen tener problemas de liquidez. Asimismo, es muy probable que el Banco Central Europeo, el Consejo de la Reserva Federal y otros bancos centrales lleven a cabo a corto plazo reducciones importantes de los tipos de inter¨¦s para dejar un mayor margen de inversi¨®n y de consumo a los agentes econ¨®micos y reducirles el peso de su endeudamiento.
Por otro lado, los ministros de Hacienda de los pa¨ªses l¨ªderes coordinar¨¢n en mayor medida sus pol¨ªticas fiscales, lo que tambi¨¦n permitir¨¢ evitar que la demanda interna de inversi¨®n y de consumo se reduzca en exceso.
Otro efecto expansivo proveniente del sector p¨²blico ser¨¢ el derivado de un esfuerzo mundial de coordinaci¨®n de las pol¨ªticas antiterroristas para tratar de evitar que se pueda volver a dar una situaci¨®n pareja en cualquier pa¨ªs. Es decir, habr¨¢ un aumento de los gastos en seguridad y defensa en muchos pa¨ªses en los pr¨®ximos meses.
Por ¨²ltimo, el repunte del precio del petr¨®leo que se ha dado en estos dos ¨²ltimos d¨ªas no tendr¨ªa por qu¨¦ mantenerse en los pr¨®ximos meses, ya que, como he advertido antes, no se prev¨¦ desestabilizaci¨®n alguna en las zonas productoras de Oriente Pr¨®ximo. Es m¨¢s, Arabia Saud¨ª y otros productores estar¨ªan dispuestos a aumentar su oferta en la cantidad necesaria para que esto no se produzca.
En definitiva, la desaparici¨®n de la incertidumbre actual y la vuelta a la confianza en los aparatos de seguridad de EE UU y otros pa¨ªses se podr¨¢ alcanzar cuanto m¨¢s r¨¢pido se consiga detectar y aprehender a los grupos terroristas que han estado directamente involucrados en esta operaci¨®n y de otros que los apoyan.
Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR).
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