Bin Laden est¨¢ detr¨¢s del asesinato del opositor Massud

El ataque suicida que acab¨® con la vida de Ahmed Shah Massud, l¨ªder de la oposici¨®n talib¨¢n, el pasado 9 de septiembre, parece ser un golpe de Osama Bin Laden y sus partidarios, seg¨²n fuentes de los servicios de espionaje. Su asesinato ten¨ªa por objetivo eliminar a un oponente relacionado con la CIA y que podr¨ªa convertirse en un poderoso aliado en tierra para el caso de cualquier tipo de respuesta que Estados Unidos adoptara tras el asalto terrorista.

Dos asesinos suicidas, disfrazados de reporteros de la televisi¨®n argelina, asesinaron a Ahmed Shah Massud, l¨ªder del principal grupo de resistencia al Gobierno talib¨¢n y al propio Bin Laden en Afganist¨¢n. Tanto en su situaci¨®n en el tiempo como en otros detalles, el ataque llevaba la marca de los partidarios de Bin Laden, de acuerdo con fuentes de los servicios de espionaje europeos y ¨¢rabes. La muerte del l¨ªder opositor fue confirmada oficialmente a finales de la pasada semana.

El asesinato parec¨ªa dise?ado para decapitar y desestabilizar la dispersa organizaci¨®n de Massud, basada en multitud de grupos tribales, conocidos como la Alianza del Norte. Era una forma de impedir que desempe?en un papel en una acci¨®n de los norteamericanos contra los talib¨¢n. Dicha acci¨®n tendr¨ªa como objetivo romper el asentamiento talib¨¢n en Afganist¨¢n, o al menos llevar al poder a un nuevo l¨ªder talib¨¢n opuesto a Bin Laden.

Massud, de 48 a?os, h¨¦roe de la resistencia afgana a la ocupaci¨®n sovi¨¦tica durante los a?os ochenta, era un musulm¨¢n opuesto al extremismo fundamentalista de los talib¨¢n. Pertenec¨ªa a las tribus del norte de Afganist¨¢n, mientras que los talib¨¢n proceden fundamentalmente de grupos ¨¦tnicos situados en el sur y el este, cerca de la frontera con Pakist¨¢n.

Pakist¨¢n est¨¢ soportando la presi¨®n de la Administraci¨®n de Bush a la hora de reclutar aliados que pongan fin al papel de Kabul como refugio del terrorismo internacional. Washington est¨¢ solicitando informaci¨®n de Pakist¨¢n sobre los talib¨¢n y otros objetivos en Afganist¨¢n, aunque se sospeche que los servicios de espionaje paquistan¨ªes han continuado apoyando a los talib¨¢n. Formalmente, los esfuerzos internacionales est¨¢n dirigidos a inducir a Kabul a entregar a Bin Laden y sus principales partidarios, dado que los talib¨¢n no persiguen el objetivo del terrorismo antioccidental, sino la construcci¨®n de un Estado isl¨¢mico en Afganist¨¢n. En la pr¨¢ctica, sin embargo, est¨¢ claro que los talib¨¢n no cooperar¨¢n. Aunque su presencia sea una complicaci¨®n para el r¨¦gimen, Bin Laden se hab¨ªa convertido en un aliado clave para el movimiento gracias a sus recursos financieros, sus donaciones a hospitales y mezquitas, sus lazos matrimoniales con el l¨ªder talib¨¢n y su carisma entre los fundamentalistas isl¨¢micos.

Pakist¨¢n, igualmente, se encuentra en un terrible aprieto, de acuerdo con Olivier Roy, un experto franc¨¦s en la regi¨®n, porque los servicios de espionaje han utilizado el movimiento talib¨¢n para intimidar a otros Gobiernos de la regi¨®n, incluidos Ir¨¢n e India. 'Y el grupo de Bin Laden ha ido demasiado lejos ante la opini¨®n p¨²blica del mundo musulm¨¢n', seg¨²n Roy.

Ahora, Pakist¨¢n ha de enfrentarse a la situaci¨®n de barrer a los talib¨¢n no s¨®lo del poder, sino de su propia influencia dentro del pa¨ªs. Roy y otros expertos calculan que la guerrilla de Massud seguir¨¢ activa gracias la ayuda internacional. En este sentido, su asesinato puede haber sido contraproducente, seg¨²n Olivier Roy.

Su asesinato fue cuidadosamente calculado, dada la inclinaci¨®n de Massud a exponerse ante los medios de comunicaci¨®n, de tal forma que permiti¨® que dos terrioristas camuflados de periodistas llegaran ante su presencia. Llevaban explosivos en las c¨¢maras y en sus cuerpos y, a consecuencia de la explosi¨®n, Massud sufri¨® heridas mortales.

Se cree que Massud comenz¨® a colaborar con la CIA a partir del pasado a?o. Durante los a?os noventa, despu¨¦s de la derrota sovi¨¦tica en Afganist¨¢n, los servicios de espionaje norteamericanos parec¨ªan reacios a ayudar al enemigo de los talib¨¢n. En Washington, el fundamentalismo talib¨¢n, formado en Pakist¨¢n con ayuda de Estados Unidos, estaba contemplado como el mejor instrumento para mantener a Afganist¨¢n fuera de la influencia de Mosc¨².

Ante la escalada del extremismo talib¨¢n, la CIA instituy¨® planes hace dos a?os, bajo el Gobierno de Bill Clinton, para cooperar con Massud con dinero y otra forma de asistencia, sobre todo en materia de comunicaciones, a veces canalizada a trav¨¦s de los propios rusos. Este apoyo fue renovado bajo la Administraci¨®n de Bush, pero no est¨¢ claro si se trataba de una ayuda suficiente.

El atentado contra Massud responde, seg¨²n los analistas, a un escenario apocal¨ªptico dise?ado para cambiar el equilibrio de fuerzas. 'El objetivo de Bin Laden no era tanto golpear a Estados Unidos, no esperaba que se doblara por un golpe; su estrategia estaba dirigida hacia Oriente Pr¨®ximo', manifest¨® un antiguo especialista en terrorismo isl¨¢mico. Seg¨²n una fuente de los servicios de espionaje franceses, 'Bin Laden espera cambiar el mapa pol¨ªtico creando una naci¨®n musulmana convertida en militantes enardecidos por su golpe contra Estados Unidos'. Asesinando a Massud, la red de Bin Laden demostraba su voluntad de convertir en objetivos a todos cuantos desearan eliminarlo.