Un centro subvencionado de educaci¨®n especial expulsa a nueve adultos discapacitados severos
El Mar¨ªa Inmaculada alega que s¨®lo est¨¢ autorizado a atender a j¨®venes de hasta 21 a?os
Daniel, de 26 a?os, no sabe abrocharse los botones ni hacer la lazada de los zapatos. Con un 83% de minusval¨ªa, lo entiende todo, pero casi nadie le entiende a ¨¦l cuando habla. Es uno de los nueve discapacitados severos a los que el colegio concertado de educaci¨®n especial Mar¨ªa Inmaculada ha expulsado este curso. Su directora, Inmaculada L¨®pez Ruiz, dice que, al haber superado todos ellos los 21 a?os (el mayor tiene 36), estaban de forma 'provisional' en el centro hasta que los padres terminasen de construir una residencia. Pero la Comunidad no hab¨ªa autorizado esa permanencia provisional.
A finales de agosto, Carlos P¨¦rez recibi¨® una llamada de la directora del colegio Mar¨ªa Inmaculada (en la calle del Maestro Chap¨ª), al que su hijo acud¨ªa desde hace m¨¢s de 20 a?os, con un mensaje claro: Daniel se ten¨ªa que cambiar de centro porque era mayor de 21 a?os y el concierto con la Consejer¨ªa de Educaci¨®n les autoriza a atenderlos ¨²nicamente hasta esa edad. Carlos es el que se enter¨® con m¨¢s tiempo de lo que se le ven¨ªa encima. Porque Inmaculada L¨®pez Ruiz, la directora, avis¨® a las otras ocho familias, con hijos de hasta 36 a?os, tres d¨ªas antes de empezar el curso.
'Todos son chavales gravemente afectados. Tienen poco lenguaje, necesitan ayuda para comer y para ir al ba?o. Son como ni?os de un a?o', explica Manuel Mart¨ªn Fern¨¢ndez. Y lo sabe bien. Su hija, Elena, no habla ni se queja cuando le duele algo. 'No pide nada. El agua se la damos nosotros cuando pensamos que tiene sed', relata su padre. 'El problema es que cada d¨ªa tenemos menos posibilidades de atenderla porque nos vamos haciendo mayores', a?ade.
Y es que todos los padres han visto c¨®mo sus vidas se alteraban al tener todo el d¨ªa en casa a los hijos que hasta el curso pasado estaban en el colegio. 'Yo trabajo y mi mujer sufre un proceso de degeneraci¨®n de la m¨¦dula que le impide atender bien a nuestro hijo', contin¨²a el padre de Daniel. Y agrega: 'No es que sea agresivo, pero alguna vez se le cruzan los cables y te empuja'. Las familias no han sido las ¨²nicas afectadas. Juan Manuel, de 33 a?os y un 92% de minusval¨ªa, se levanta todas las ma?anas, coge de la mano a su madre, de 68, y la lleva a la ventana para ver si llega el autob¨²s que le recog¨ªa a las 8.30.
Provisionales durante a?os
A pesar de que los disminuidos que se han visto en la calle ten¨ªan hasta 36 a?os y llevaban varios a?os en el colegio, la directora del centro asegura que ya no pod¨ªan estar escolarizados m¨¢s tiempo porque superaban los 21 a?os. 'La situaci¨®n era de provisionalidad, pero se ha ido alargando', dice L¨®pez. Los padres compraron en 1991 un terreno en Hoyo de Manzanares para construir una residencia para cuando sus hijos superasen esa edad y ya no pudieran ser atendidos en el centro, pero su construcci¨®n ha sido paralizada. 'En agosto me enter¨¦ de que ya no se iba a construir. Pero Servicios Sociales ha venido consintiendo que les atendi¨¦ramos a pesar de superar la edad', asegura la directora.
Fuentes de Servicios Sociales negaron ayer tajantemente que la consejer¨ªa haya dado el visto bueno al centro para atender durante a?os a los adultos que ahora han sido expulsados, y se?alaron que es la consejer¨ªa de Educaci¨®n quien deber¨ªa haberlo autorizado. Educaci¨®n, por su parte, asegura que las tres aulas que tiene concertadas con el centro le autorizaban ¨²nicamente a atender a j¨®venes de hasta 21 a?os.
Pero si los padres est¨¢n molestos con el centro, no lo est¨¢n menos con Servicios Sociales. 'Sabemos que tienen plazas en centros de d¨ªa, pero no nos las dan por problemas de organizaci¨®n interna', asegura uno de ellos. Y es que, cuando se enteraron de que sus hijos estaban en la calle, acudieron a las juntas municipales de distrito para que un trabajador social les hiciera el informe que les permita obtener una plaza en alg¨²n centro de d¨ªa de la Comunidad. A d¨ªa de ayer, tras un mes de espera, no han recibido respuesta.
La responsable de atenci¨®n social de la Federaci¨®n Pro Personas con Retraso Mental (Feaps), Asunci¨®n Domingo, asegura que existen al menos 20 plazas en los centros que ha concertado la Comunidad el pasado a?o. 'Es impresentable que esta gente est¨¦ en la calle con plazas libres, pero no lo es menos que la consejer¨ªa permita chiringuitos de este tipo que, con autorizaci¨®n para centro de educaci¨®n especial, luego funcionan como un centro para adultos sin que la Comunidad ni tan siquiera lo sepa', protesta, en referencia al Mar¨ªa Inmaculada.
'Es tan f¨¢cil como que vayan a la consejer¨ªa a pedir una plaza. Y, si hay alguna libre y cumplen con los requisitos, se les dar¨¢. Nosotros no las queremos tener libres para nada', replican fuentes de Servicios Sociales.
Pero ayer los nueve expulsados del Mar¨ªa Inmaculada segu¨ªan en sus casas, y sus padres advierten de que no pueden llevarlos a un centro privado por el que les piden m¨¢s de 250.000 pesetas mensuales. 'Yo ya no puedo manejar a mi hija porque empiezo a tener artritis. Nadie puede imaginar lo que es manejar a una chica de 60 kilos a la que hay que cambiar los pa?ales y que hace la vida entre la silla de ruedas y la cama', explica Mart¨ªn Fern¨¢ndez.
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