En las entra?as de la realidad
El desaf¨ªo tecnol¨®gico y la proyecci¨®n econ¨®mica han marcado el congreso, que abre nuevos caminos al espa?ol
Hubo mucha gente en el teatro Calder¨®n de Valladolid estos ¨²ltimos d¨ªas, y tambi¨¦n a la vuelta de la esquina, como quien dice, en el Palacio Conde de Ans¨²rez. El II Congreso de la Lengua Espa?ola convoc¨® en sus dos sedes a la gente m¨¢s variada, de todas las edades, aunque no ha sido raro ver destacar en las butacas del teatro las venerables figuras de muchos acad¨¦micos, con toda su sabidur¨ªa y erudici¨®n a cuestas, que con entusiasmo juvenil no perd¨ªan ripio.
El congreso tom¨® las calles de esta ciudad tranquila y las llen¨® de bullicio. Valladolid ha sido, desde el pasado martes hasta ayer, la capital mundial del espa?ol.
A estas horas, ya todo el mundo ha hecho las maletas y regresa a casa. Es la hora de hacer balance. El congreso se propuso que la lengua mordiera las entra?as a la realidad. Y la realidad es, en buena medida, una colecci¨®n de acuerdos econ¨®micos, el tr¨¢fico de mensajes y productos que van de un sitio a otro, el ruido de los que se comunican, venden y compran. Y tambi¨¦n, ahora, otra realidad m¨¢s. La virtual, la que han inventado las nuevas tecnolog¨ªas.
Poner en conexi¨®n la lengua con la econom¨ªa y ver cu¨¢l es el peso del espa?ol en esta sociedad de la informaci¨®n han sido las grandes directrices que han marcado cuanto se ha discutido. Han sido cuatro secciones, entre las que se han distribuido los m¨²ltiples invitados, m¨¢s de 300 ponentes, para que apuntaran sobre todo ideas y reflexiones. No se pretend¨ªa terminar con un dec¨¢logo de conclusiones. Abrir caminos de investigaci¨®n y de trabajo, de eso se trataba, no de darlos por cerrados ya.
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, rector de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo y coordinador de la secci¨®n El activo del espa?ol, considera que el mismo hecho de haber puesto en un lugar central los desaf¨ªos del espa?ol en una sociedad dominada por las nuevas tecnolog¨ªas ha sido un gran acierto. 'Significa colocar la lengua al borde del futuro y analizar lo que da de s¨ª en un mundo globalizado y tremendamente competitivo. Del mismo modo que la lengua y la econom¨ªa se pueden potenciar, tambi¨¦n pueden perjudicarse mutuamente', dice Garc¨ªa Delgado.
'Los paneles han revelado que la proyecci¨®n econ¨®mica del espa?ol no est¨¢ en mal momento', prosigue el rector. 'La industria del espa?ol como lengua extranjera, el mundo editorial y la difusi¨®n de la m¨²sica o la publicidad funcionan a buen ritmo. Se ha visto que no hay otra posibilidad que tirarse a la piscina de las nuevas tecnolog¨ªas y ha quedado tambi¨¦n claro que, en el mundo de la econom¨ªa, no hay lugar que se conquiste para siempre. En cualquier momento se puede retroceder'.
Para Daniel Mart¨ªn Mayorga, presidente de Telef¨®nica Soluciones M¨®viles y coordinador de la secci¨®n El espa?ol en la sociedad de la informaci¨®n, los resultados han sido un tanto decepcionantes. 'No nos vamos con las ideas claras', comenta. 'Ha habido quiz¨¢ demasiado optimismo al valorar el verdadero peso del espa?ol en el universo de las nuevas tecnolog¨ªas. Y eso ha dificultado ser mucho m¨¢s precisos en la valoraci¨®n de las carencias, y ha impedido que surgieran los compromisos necesarios con algunas ideas sobre las que trabajar de ahora en adelante. Quiz¨¢ el af¨¢n del congreso por cubrir demasiados frentes ha impedido afinar los an¨¢lisis en determinadas cuestiones concretas'.
Para ?ngel Mart¨ªn Municio, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales, y que coordin¨® la secci¨®n Nuevas fronteras del espa?ol, el balance es positivo. 'Un congreso no sirve ni para hacer el diagn¨®stico del papel del espa?ol ante sus desaf¨ªos recientes, ni para proponer una terap¨¦utica. S¨ª tiene sentido cuando invita a evitar cualquier triunfalismo. En cuanto se abandonan los aspectos cuantitativos para tratar de lo cualitativo, el espa?ol empieza a mostrar sus carencias. Como lengua intelectual y cient¨ªfica tiene muchas deficiencias. El congreso lo ha puesto de manifiesto y de ah¨ª se deriva una lecci¨®n: si el espa?ol no puede ser, frente al ingl¨¦s, la lengua principal en el mundo de la ciencia, por lo menos que no pierda terreno y que sirva como veh¨ªculo de comunicaci¨®n, promoci¨®n social o difusi¨®n cultural'.
Humberto L¨®pez Morales, secretario general de la Asociaci¨®n de Academias de Lengua Espa?ola y responsable de la secci¨®n dedicada a la Unidad y diversidad del espa?ol, ha terminado muy contento. La zona de su incumbencia fue la m¨¢s especializada y, tal como explica, 'todos los textos que se presentaron estaban muy actualizados y ninguno repet¨ªa resultados de trabajos anteriores'.
El congreso ha mostrado las carencias que hay en los estudios del discurso, de la conversaci¨®n o de las variaciones sint¨¢cticas, y ha confirmado la solidez de las investigaciones a prop¨®sito de aspectos fonol¨®gicos o morfol¨®gicos. 'Uno de los territorios m¨¢s ricos que se abren es el de los estudios de lenguas en contacto. Hay ya fin¨ªsimos trabajos, como el que da cuenta de la lengua que se habla en la frontera de Uruguay con Brasil, pero donde queda mucho por hacer es a prop¨®sito del espa?ol en Estados Unidos. All¨ª tampoco hay un ¨²nico espa?ol, hay muchos, muchas lenguas fronterizas, todas distintas'.
Un observatorio para neologismos
No hubo conclusiones, todo se qued¨® en una declaraci¨®n. La ley¨® el director de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, en la clausura. Hace ya a?os que Julio Cort¨¢zar reuni¨® bajo el t¨ªtulo de Prosa del observatorio uno de sus libros m¨¢s enigm¨¢ticos. Y aunque enigm¨¢ticos resultan casi siempre en un primer momento los neologismos, el observatorio que han decidido crear las 22 instituciones de la Asociaci¨®n de Academias de la Lengua Espa?ola tendr¨¢ como misi¨®n aclarar el panorama y unificar criterios frente a la invasi¨®n de nuevos t¨¦rminos. Dice la Declaraci¨®n de Valladolid, escrita en esa prosa solemne que gusta tanto a las academias, que ¨¦stas 'ratifican su decidida voluntad de continuar trabajando, en la misma l¨ªnea de relaci¨®n fraterna, por el perfeccionamiento de los grandes c¨®digos en que esa unidad se sustenta y expresa: el Diccionario de la Lengua Espa?ola, que a partir de su nueva edici¨®n subraya la autor¨ªa compartida con las academias asociadas; la Gram¨¢tica oficial, en curso de nueva redacci¨®n, y la Ortograf¨ªa recientemente consensuada'. La novedad fue que, reunidas en sesi¨®n extraordinaria, las academias decidieron que el Observatorio del Neologismo tendr¨¢ su sede en la RAE, en ¨ªntima conexi¨®n con todas las academias de la asociaci¨®n, y que 'cada una de ¨¦stas informar¨¢ de los neologismos -palabras o construcciones- que en su pa¨ªs vayan apareciendo. Una vez obtenido el consenso necesario, la asociaci¨®n ofrecer¨¢ lo antes posible su concreta recomendaci¨®n de uso, y lo difundir¨¢ ampliamente', dice el acuerdo. La decisi¨®n es una r¨¢pida respuesta a las distintas voces que a lo largo del congreso han demandado de los acad¨¦micos una mayor colaboraci¨®n para hacer frente a la invasi¨®n de neologismos que proceden de los denominados 'lenguajes especiales: ciencia, t¨¦cnica, econom¨ªa, comercio, deportes, etc¨¦tera'. En la misma l¨ªnea, las academias manifiestan el prop¨®sito de que el Diccionario panhisp¨¢nico de dudas, de cuya elaboraci¨®n se ocupan actualmente, constituya 'el marco para brindar a la comunidad hispanohablante una orientaci¨®n unificada en los problemas ling¨¹¨ªsticos que de continuo se presentan'.
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