La raza de los campeones

La cuesti¨®n era acabar. Raza hasta el final. A ello apelaron en su adi¨®s Fiz y Ant¨®n. Por encima de los 54 millones de fijo que compensan los ¨²ltimos sudores y sufrimientos, estaba llegar y cerrar con dignidad un camino glorioso.

El marat¨®n es una prueba at¨ªpica y los pron¨®sticos no valen como en otras del atletismo donde las marcas previas son un dato que dicta favoritos y muchas veces, triunfadores. En los 42,195 kil¨®metros, no tanto. Son demasiados. Y tan ¨¦picos, que del ¨¦xito al fracaso hay poco trecho. Casi nada.

Por ello, la ¨²ltima actuaci¨®n de Fiz y Ant¨®n corri¨® pareja con su grandeza. 'He sufrido como nunca', dijo el vitoriano. 'He pasado un calvario', se?al¨® el soriano. Pero ambos coincidieron en que deb¨ªan terminar. 'Ten¨ªa que llegar, aunque fuera arrastr¨¢ndome', a?adi¨® Fiz. 'No pod¨ªa retirarme en mi ¨²ltima carrera', agreg¨® Ant¨®n. Y ambos agradecieron a su representante que les hubiera allanado 'muchos kil¨®metros'. Y mientras Ant¨®n record¨® el Mundial de Sevilla 99 como su mejor ¨¦xito, para Fiz siempre ser¨¢ el Europeo de Helsinki 94, donde comparti¨® el hist¨®rico podio con Alberto Juzdado y con el fallecido Diego Garc¨ªa, su iniciador, el atleta que empuj¨® al marat¨®n espa?ol a convertirse en una maravillosa aventura: 'Habr¨ªa sido mi liebre hoy'.