El pacto de Sanidad con las farmac¨¦uticas fija un ahorro m¨¢ximo de 50.000 millones anuales

En los pr¨®ximos tres a?os, el Ministerio de Sanidad podr¨¢ impulsar el uso de gen¨¦ricos (f¨¢rmacos sin marca, m¨¢s baratos) y actuar sobre los precios de referencia (por encima de los cuales la sanidad p¨²blica deja de costear los medicamentos) para contener el gasto farmac¨¦utico. Pero s¨®lo hasta cierto punto. El pacto que la ministra Celia Villalobos firm¨® ayer con la industria farmac¨¦utica impone un l¨ªmite m¨¢ximo de 50.000 millones de pesetas anuales al ahorro que las arcas p¨²blicas podr¨¢n obtener con esas medidas. Es decir, el ahorro no superar¨¢ un 4% del gasto.

El otro punto principal del llamado 'Plan integral de medidas de control del gasto farmac¨¦utico y uso racional del medicamento', que ya trascendi¨® en d¨ªas anteriores, es que la industria aportar¨¢ entre 8.000 y 17.000 millones anuales a la investigaci¨®n p¨²blica en c¨¢ncer, cardiolog¨ªa y gen¨®mica. En t¨¦rminos aproximados, la aportaci¨®n ser¨¢ de 8.000 millones si el gasto farmac¨¦utico crece un 6%, y de 17.000 millones si crece un 9%.

Pero la cuant¨ªa en que crezca el gasto farmac¨¦utico depender¨¢ de otras acciones de la Administraci¨®n que no guardan relaci¨®n con esas aportaciones de la industria. Una de las principales es el impulso que el Ministerio de Sanidad imprima al uso de los medicamentos gen¨¦ricos: f¨¢rmacos que, con la patente expirada, se venden sin marca a precios m¨¢s baratos que los originales. Los gen¨¦ricos est¨¢n muy escasamente implantados en Espa?a. Suponen entre el 3% y el 5% del mercado. En otros pa¨ªses europeos esos porcentajes superan el 50%.

Otra medida de contenci¨®n del gasto es la progresiva inclusi¨®n de grupos de medicamentos en el sistema de precios de referencia, por el que la sanidad p¨²blica se niega a costear totalmente los f¨¢rmacos a partir de cierto l¨ªmite de precio, siempre que exista un equivalente m¨¢s barato.

M¨¢s autorizaciones

Sanidad podr¨¢ emplear estos dos mecanismos durante los pr¨®ximos tres a?os. El acuerdo firmado ayer permite impulsar los gen¨¦ricos 'mediante la mejora de los procedimientos administrativos de autorizaci¨®n y el est¨ªmulo de su utilizaci¨®n'. Y tambi¨¦n 'el establecimiento de nuevos conjuntos [de medicamentos] dentro del actual sistema de precios de referencia'.

Pero el pacto impone un l¨ªmite a esos mecanismos: la repercusi¨®n m¨¢xima conjunta de esas medidas se fija en 167.000 millones de pesetas (en precio de venta al p¨²blico) durante los tres a?os del acuerdo. Esto implica un ahorro m¨¢ximo para la sanidad p¨²blica de unos 50.000 millones anuales (el sistema p¨²blico no costea siempre la totalidad de los f¨¢rmacos; de ah¨ª que la cifra de venta al p¨²blico no se corresponda exactamente con el ahorro del sistema).

La intenci¨®n original de Villalobos no era alcanzar un acuerdo de este tipo, sino seguir aplicando medidas coyunturales como las de los ¨²ltimos cinco a?os. ?stas consist¨ªan en imponer a la industria la devoluci¨®n de una parte de sus beneficios -un promedio de unos 30.000 millones anuales, aunque los detalles son compli-cados- a las arcas p¨²blicas. Fue la patronal de los laboratorios, Farmaindustria, la que propuso en abril negociar una alternativa en que sus contribuciones econ¨®micas tuvieran un car¨¢cter finalista, destinadas a financiar proyectos de investigaci¨®n, y que de paso estuvieran integradas en un marco m¨¢s predecible.

La industria se ha quejado desde hace a?os del car¨¢cter arbitrario, err¨¢tico y coyuntural de los recortes que Sanidad decid¨ªa imprimir cada a?o a sus beneficios, y tambi¨¦n de la absoluta falta de control que el ministerio ejerc¨ªa sobre ese dinero, que se ingresaba en la Tesorer¨ªa General del Estado sin especificar su destino.

Las negociaciones han sido muy complicadas, seg¨²n reconocen ambas partes. La ministra Villalobos se opuso radicalmente al acuerdo desde el principio, y la negociaci¨®n s¨®lo se desbloque¨® despu¨¦s de que la industria apelara al ¨¢rea econ¨®mica del Gobierno, que se mostr¨® m¨¢s receptiva que Sanidad a sus planteamientos.

Borrador aceptado

Tras esos contactos con la vicepresidencia econ¨®mica del Gobierno, Farmaindustria present¨® en junio a Sanidad un borrador de acuerdo que no difiere en ning¨²n aspecto esencial del texto firmado ayer. Con una excepci¨®n notable.

La industria pretend¨ªa que sus aportaciones a la investigaci¨®n fueran gestionadas, evaluadas y vigiladas por una fundaci¨®n, en la que hubieran estado representadas las empresas farmac¨¦uticas y la Administraci¨®n. El objetivo era evitar la opacidad anterior sobre el destino del dinero. Pero Villalobos se neg¨® a aceptar este punto.

A falta de esa comisi¨®n de seguimiento, la industria constituir¨¢ su propia fundaci¨®n, no ya para evaluar ni gestionar el dinero, sino s¨®lo para vigilar su destino. Las empresas no tendr¨¢n capacidad decisoria sobre la distribuci¨®n de sus aportaciones. El acuerdo s¨ª recoge el compromiso de destinar esas partidas a tres investigaciones prioritarias: c¨¢ncer, cardiolog¨ªa y gen¨®mica.

El pacto tambi¨¦n recoge las inversiones de la industria en I+D, que ascender¨¢n a unos 75.000 millones anuales. Pero ¨¦sta es una cifra similar a la que ya ven¨ªa invirtiendo por ese concepto en a?os anteriores.