Microsoft deber¨¢ renunciar a los contratos en exclusiva y desvelar parte de su Windows

El caso Microsoft parece finalmente al borde del fin ahora que los 18 Estados que se sumaron a la acusaci¨®n han mostrado cierta disposici¨®n a sumarse al acuerdo extrajudicial que la compa?¨ªa ha pactado con el Gobierno de EE UU. De esos 18 fiscales de los Estados depende el archivo final del caso; la juez les ha dado hasta el martes para meditar si aceptan el acuerdo o si siguen con la demanda por su parte. El pacto proh¨ªbe los contratos de exclusividad y obliga a la compa?¨ªa de Bill Gates a facilitar parte del c¨®digo del sistema operativo Windows.

El acuerdo entre Microsoft y el Gobierno de EEUU, presentado ayer en un tribunal de Washington, es el principio del fin de la demanda antimonopolio. Para que el documento acabe realmente con el caso requiere todav¨ªa dos elementos: el visto bueno de la juez que lleva el proceso -lo que est¨¢ pr¨¢cticamente garantizado- y, sobre todo, el apoyo de los 18 Estados que se sumaron a la demanda del Gobierno.

La juez accedi¨® ayer a la petici¨®n de los Estados para lograr un aplazamiento y ganar tiempo en la revisi¨®n del acuerdo antes de rechazarlo o aprobarlo. Tendr¨¢n que decidirlo entre hoy y el martes; si no lo aceptan, su demanda, seguir¨ªa adelante y corresponder¨ªa a la juez determinar las sanci¨®n final.

Sin embargo, todo parece indicar que los Estados tambi¨¦n quieren acabar pronto con este proceso interminable. El Departamento de Justicia les ha pedido que acepten el acuerdo 'por el bien del inter¨¦s p¨²blico'. Da la impresi¨®n de que al acuerdo se le concede un car¨¢cter simb¨®lico de reconciliaci¨®n ahora que el pa¨ªs atraviesa por la peor situaci¨®n financiera de la ¨²ltima d¨¦cada. Incluso la juez pidi¨® a las partes que resolvieran el caso por la v¨ªa extrajudicial 'a la luz de los recientes acontecimientos tr¨¢gicos que han afectado a nuestro pa¨ªs'.

El acuerdo obligar¨¢ a la compa?¨ªa a aceptar una supervisi¨®n independiente de un 'comit¨¦ t¨¦cnico' de tres expertos durante los pr¨®ximos cinco a?os, prorrogables si se sospecha que la compa?¨ªa incumple las restricciones. Los fabricantes de ordenadores y los consumidores podr¨¢n desinstalar productos de Microsoft contenidos en Windows con mayor facilidad; la compa?¨ªa no podr¨¢ volver a exigir exclusividad en el software a los grandes fabricantes, ni podr¨¢ 'castigarles' si deciden incluir productos de la competencia.

La empresa de Gates tambi¨¦n tendr¨¢ que facilitar a sus rivales en el software toda la informaci¨®n que necesiten para que otras empresas puedan hacer programas -especialmente de Internet, audio y video- tan compatibles con el sistema operativo como los que fabrica la propia Microsoft.

Los Estados pidieron cuatro d¨ªas de aplazamiento 'para asegurarnos de que es un buen acuerdo y de que se puede aplicar', dijo su representante legal. Tom Miller, fiscal de Iowa especialmente agresivo en este proceso, no lleg¨® a adelantar su apoyo al pacto pero reconoci¨® que el texto, a primera vista, 'representa un avance'. Otro de los duros en el proceso, el fiscal de Connecticut, Richard Blumenthal, recurri¨® de nuevo a los atentados del 11 de septiembre y asegur¨® que el nuevo clima 'proporciona una din¨¢mica que ayuda a resolver las diferencias en este caso'.

Bill Gates tambi¨¦n se apunt¨® a la corriente patri¨®tica al asegurar que el acuerdo 'ayudar¨¢ a reforzar la econom¨ªa del pa¨ªs en estos tiempos dif¨ªciles, y a garantizar que nuestra industria puede seguir aportando innovaci¨®n al mercado'.

Por su parte, el presidente del grupo, Steve Ballmer, manifest¨® su deseo de que el pacto alcanzado con las autoridades estadounidenses sea un pre¨¢mbulo para llegar a otro acuerdo amistoso con la Comisi¨®n Europea, que inici¨® el pasado mes de agosto un nuevo procedimiento contra la firma inform¨¢tica por la integraci¨®n del programa Media Player en Windows 2000.