La ONU comienza a desmantelar su misi¨®n en el S¨¢hara en plena visita de Mohamed VI
El Polisario asegura que el rey de Marruecos recort¨® su recorrido a causa de protestas populares
La Misi¨®n de Naciones Unidas para el Refer¨¦ndum del S¨¢hara Occidental (Minurso) ha decidido paralizar el proceso de identificaci¨®n de votantes para la consulta sobre la autodeterminaci¨®n del territorio. En plena visita de Mohamed VI a la antigua colonia espa?ola, fuentes de este organismo indicaron que, a partir de ahora, su labor se reducir¨¢ a vigilar el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario. Hasta hace s¨®lo un par de meses, la Comisi¨®n de Identificaci¨®n de la Minurso contaba con 120 personas. Su n¨²mero se ha reducido en las ¨²ltimas semanas.
Est¨¢ previsto que antes del pr¨®ximo d¨ªa 30 se marchen otros 50 y s¨®lo queden 36. Su trabajo no consistir¨¢ en revisar los 86.000 votantes admitidos y estudiar los 130.000 recursos presentados, en su mayor¨ªa por Marruecos; s¨®lo se dedicar¨¢n a escanear y archivar la documentaci¨®n recopilada en los ¨²ltimos 10 a?os de negociaciones entre Rabat y el Frente Polisario. Tambi¨¦n permanecer¨¢n en el territorio 230 observadores militares para vigilar el alto el fuego entre ambos bandos.
Una fuente de la Minurso declar¨® que los mandos de la misi¨®n no fueron advertidos sobre la visita de Mohamed VI al territorio. 'Imaginamos que Marruecos preparaba algo porque hace un par de semanas observamos que sus funcionarios reservaban plazas en todos los hoteles. Pero no nos comunicaron nada oficialmente'.
Fuentes diplom¨¢ticas en la capital de la ex provincia espa?ola interpretan que Marruecos ha jugado muy bien sus bazas tras los atentados del 11 de septiembre en EE UU, gan¨¢ndose el apoyo de Washington y de Par¨ªs para imponer a Argelia, que apoya al Polisario, una postura de no intervenci¨®n. Tambi¨¦n vinculan el futuro del S¨¢hara a la firma, hace dos semanas, de una contrata de prospecci¨®n petrol¨ªfera entre Rabat y dos grandes compa?¨ªas: la francesa Total Fina, que trabajar¨¢ en una zona de 110.000 kil¨®metros cuadrados al sur del territorio, y la estadounidense Kerr McGee, que buscar¨¢ crudo en 114.000 kil¨®metros cuadrados de la zona norte.
Siroco en Smara
Un fuerte siroco oblig¨® al rey a abreviar su viaje de dos d¨ªas al S¨¢hara Occidental y a suspender su visita a la ciudad santa de Smara, prevista para ayer. Seg¨²n el Frente Polisario, la suspensi¨®n de la visita real a Smara puede estar relacionada, adem¨¢s de con el fuerte viento, con una sentada que desde hace tres d¨ªas mantienen en el centro de la ciudad varias decenas de personas en protesta por el viaje de Mohamed VI y en demanda de mejoras sociales. Un residente en la localidad confirm¨® telef¨®nicamente esta versi¨®n.
En la mezquita de El Aai¨²n, capital de la ex provincia espa?ola, el monarca presidi¨® una vistosa ceremonia religiosa y dirigi¨® la oraci¨®n del viernes. Miles de personas, en su mayor¨ªa colonos marroqu¨ªes, le aclamaron en las calles. No se produjo ning¨²n acto hostil a su presencia. Los partidarios de la independencia del territorio se quedaron en sus casas por la represi¨®n de la polic¨ªa.
Miembros de grupos de derechos humanos saharauis justificaron esta pasividad alegando que estaban 'aterrorizados'. El despliegue de las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes era casi tan apabullante como el de banderas cherifianas. Agentes con traje y corbata proteg¨ªan al s¨¦quito real, polic¨ªas de uniforme azul controlaban a la multitud, soldados de la Compa?¨ªa M¨®vil de Intervenci¨®n (antidisturbios) vigilaban todas las esquinas y polic¨ªas de paisano se deslizaban entre la gente. En las farolas, en los edificios y en las manos de los ni?os tremolaban numerosas banderas rojas con la estrella verde.El rey hab¨ªa pasado la noche en la mansi¨®n que el wali (gobernador) de El Aai¨²n tiene en la playa, a 25 kil¨®metros de la ciudad. Desde all¨ª se traslad¨® a la amplia plaza Mechuar, frente al Palacio de Congresos y muy cerca de la mezquita Hasan I, en una limusina blindada con medio techo abierto.
Una multitud de varios miles de personas que se hab¨ªa concentrado en las proximidades de la plaza salud¨® la llegada del monarca, a las 12 hora local, con gritos de '?viva el rey!'. Mohamed VI, que iba vestido a la occidental, con un traje gris claro, y saludaba asomando medio cuerpo por el techo de su veh¨ªculo, se dirigi¨® a una gran tienda de campa?a para cambiarse.
De all¨ª sali¨®, media hora m¨¢s tarde, vestido con la chilaba blanca preceptiva en las grandes ceremonias religiosas. Montado en la carroza y precedido por sus esclavos y sus caballos, se dirigi¨® a la mezquita. Le segu¨ªa una banda de m¨²sica. La multitud volvi¨® a saludar su presencia con algarab¨ªa y agitar de banderas. S¨®lo unas pocas personas, en su mayor¨ªa ancianos, vest¨ªan la derra¨¢ o t¨²nica t¨ªpica de los saharauis. La mayor¨ªa de los manifestantes hablaban en la dariya, el dialecto marroqu¨ª, y no en hassania, la variante saharaui del ¨¢rabe. Fuentes diplom¨¢ticas afirmaron que eran parte de los 400.000 colonos marroqu¨ªes que Rabat ha inyectado en el territorio durante la ¨²ltima d¨¦cada. Una vez terminada la ceremonia religiosa, a las 13.10 horas, el cortejo sali¨® de la mezquita. Frente a ella los funcionarios hab¨ªan colocado una gran foto del rey con el lema: 'El rey es nuestro rey y el S¨¢hara es nuestro pa¨ªs', escrito en caracteres ¨¢rabes.
El monarca, vestido con la chilaba blanca de Comendador de los Creyentes montaba ahora un nervioso caballo negro enjaezado de oro. Un esclavo sujetaba una sombrilla sobre su cabeza y los dem¨¢s abibs, vestidos de blanco rodeaban la montura. La multitud volvi¨® a aclamarle.
De vuelta a la plaza Mechuar, el rey se introdujo en su enorme tienda. De all¨ª sali¨® en su veh¨ªculo rodeado por su escolta y, entre aclamaciones, enfil¨® la carretera del aeropuerto.
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