Marruecos acusa al Gobierno de 'ignorar' y 'ocultar' los 'problemas acumulados'

Las autoridades marroqu¨ªes se empe?aron ayer en desmentir el viejo adagio de que 'dos no se pelean si uno no quiere'. El Gobierno espa?ol adopt¨® un perfil bajo, negando pr¨¢cticamente la existencia de una crisis, tras la protesta de Rabat puesta de manifiesto con la llamada a consultas de su embajador en Madrid. La moderaci¨®n de la reacci¨®n espa?ola no ha sido del agrado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, que ayer difundi¨® un comunicado reprochando a las autoridades espa?olas por 'ocultar' o 'ignorar' los 'problemas acumulados'.

Francisco de Borja Montesino, consejero de la embajada de Espa?a en Rabat, no se imaginaba que la crisis diplom¨¢tica iba a afectar a la fiesta que organiz¨® el s¨¢bado por la noche en su casa para celebrar su cumplea?os. Se percat¨® de ello cuando ninguno de sus invitados marroqu¨ªes se present¨® en la velada.

El plant¨®n dado a Montesino por unos convidados que, probablemente, tem¨ªan exihibirse en p¨²blico con funcionarios espa?oles, es un s¨ªntoma menor de la actual tirantez. Hay otros de mucho m¨¢s alcance.

A lo largo de los ¨²ltimos d¨ªas los representantes marroqu¨ªes han suspendido, alegando problemas de agenda, las siguientes citas:

- dos reuniones t¨¦cnicas sobre transportes y seguridad social

-visita a Madrid del director general del Tesoro

-visita a Madrid del secretario de Estado de Agricultura

-reuni¨®n del comit¨¦ de cooperaci¨®n de universidades que, entre otras cosas, tramita becas.

Medidas como esta ¨²ltima llaman poderosamente la atenci¨®n a la diplomacia espa?ola porque, comenta un funcionario, equivalen a 'tirar piedras contra su propio tejado' retrasando, como m¨ªnimo, la concesi¨®n de becas a estudiantes marroqu¨ªes en Espa?a.

Los diplom¨¢ticos espa?oles no saben a ciencia cierta si esta serie de cancelaciones responden a decisiones propias de cada departamento, deseoso de no ir a contracorriente, o a instrucciones recibidas desde la c¨²pula del poder ejecutivo.

Por si no bastase con estas iniciativas, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroqu¨ª hizo p¨²blico ayer un extenso comunicado para informar a sus interlocutores espa?oles de la importancia de una crisis a la que, por lo menos hasta el viernes pasado, el Gobierno espa?ol se esforzaba en quitar hierro.

Desde el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hasta el ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, y el portavoz, P¨ªo Cabanillas, se hab¨ªan prodigado en declaraciones resaltando el inter¨¦s de Espa?a por su vecino del sur y la solidez de la relaci¨®n entre ambos. La intenci¨®n espa?ola, reiteraba ayer Piqu¨¦ ante los micr¨®fonos de Catalunya Radio, es que 'contin¨²e el di¨¢logo fluido' entre Espa?a y Marruecos.

Para Rabat, el Gobierno espa?ol practica la pol¨ªtica de la avestruz. 'Las autoridades espa?olas no deber¨ªan ocultar de esta manera las diferentes realidades e ignorar, o aparentar ignorar, los diversos problemas acumulados', respond¨ªa el comunicado marroqu¨ª.

'Les invitamos a dedicar algo m¨¢s de tiempo al examen de los motivos de esta situaci¨®n, a preguntarse a s¨ª mismas sobre sus responsabilidades en el estado actual de las relaciones y a reconsiderar la sorprendente conclusi¨®n a la que han llegado sobre la ausencia de razones para esta controversia entre ambos pa¨ªses', remataba el texto.

La nota marroqu¨ª reitera todos los agravios espa?oles contra Marruecos enumerados el mi¨¦rcoles pasado por el ministro de Exteriores, Mohamed Benaissa, ante el Parlamento: Amenazas de Aznar en abril; congelaci¨®n de operaciones econ¨®micas con Marruecos; rechazo de fechas propuestas por Rabat para la celebraci¨®n de la cumbre de jefes de Gobierno, etc¨¦tera.

Detalle adicional

El ¨²nico detalle adicional que aporta el comunicado es que el 27 de octubre, durante la estancia de Piqu¨¦ en Agadir, 'el ministro espa?ol fue especialmente sensibilizado a las nuevas y leg¨ªtimas preguntas marroqu¨ªes a prop¨®sito de las recientes posiciones de su pa¨ªs sobre la cuesti¨®n nacional'. En claro, Rabat quiere que Madrid le ayude a lograr el reconocimiento internacional de su soberan¨ªa sobre el S¨¢hara.

A diferencia del discurso de Benaissa, que fue contestado por la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID) del Ministerio de Asuntos Exteriores, la diplomacia espa?ola opt¨® ayer de nuevo por no echar m¨¢s le?a al fuego y se mantuvo en silencio. A las llamadas de la prensa, el director de la OID, Alberto Aza, respond¨ªa con un 'sin comentarios'.

'Todo ser¨¢ que, si seguimos sin darnos por enterados, Marruecos acabe declar¨¢ndonos la guerra para que por fin seamos conscientes de la gravedad de la crisis bilateral', bromeaba un diplom¨¢tico espa?ol acreditado en Rabat.