El juez declara testigo protegido al ciudadano que sigui¨® a los etarras

El fiscal Santos pidi¨® que al testigo se le identifique a partir de ahora con una clave num¨¦rica para evitar que se conozca su identidad u otros datos que pudieran llevar a su identificaci¨®n.

Todos sus datos personales han sido incorporados a una pieza secreta del sumario a la que s¨®lo tendr¨¢ acceso el juez, el fiscal, el funcionario que tramite el caso y el tribunal al que corresponda juzgarlo.

Adem¨¢s, durante la instrucci¨®n de la causa, el citado testigo, para evitar posibles represalias por parte de la banda terrorista, s¨®lo declarar¨¢ en presencia del juez y del fiscal, pero no ante los abogados de la defensa.

Con objeto de que su voz tampoco pueda ser identificada, la grabaci¨®n de su llamada telef¨®nica al 092 durante su persecuci¨®n a los miembros del comando Madrid, tampoco se incorporar¨¢ a la causa.

Fuentes jur¨ªdicas han precisado que la incorporaci¨®n de ese documento sonoro no es imprescindible para el proceso, ya que se cuenta con la declaraci¨®n del propio testigo presencial, que es una prueba directa y, por tanto, mejor, que la grabaci¨®n.

S¨ª se considera imprescindible el testimonio del ciudadano en cuesti¨®n, ya que precisamente constituye la cadena probatoria, es decir, la que vincula a los presuntos terroristas, detenidos en el barrio de la Concepci¨®n de Madrid, con el atentado cometido en la confluencia de las calles de Coraz¨®n de Mar¨ªa y Cardenal Sil¨ªceo. S¨®lo ¨¦l les vio en el lugar de los hechos y les sigui¨® hasta donde fueron detenidos, aunque se pudiera argumentar que precisamente los etarras fueron detenidos por las indicaciones proporcionadas por ¨¦ste y otros testigos.

La ¨²nica medida de seguridad que no podr¨¢ adoptarse es la de impedir que los miembros del comando le vean durante su testimonio en el juicio. La legislaci¨®n espa?ola exige que los acusados puedan ver a la persona que les acusa.

Por tanto, aunque la condici¨®n de testigo protegido impide que el p¨²blico asistente al juicio vea al declarante, la mec¨¢nica que se sigue en la Audiencia Nacional es bajar una cortina. ?sta permite a los acusados que lo deseen echar un vistazo a la cara del testigo, pero oculta su rostro a los asistentes al juicio. El tribunal, el fiscal y los abogados de la acusaci¨®n y de la defensa pueden ver libremente al testigo protegido, que, en alg¨²n caso, ha comparecido con peluca, gafas o bigote y barba postiza, como alg¨²n agente del Cesid.