Un reto democr¨¢tico para preservar un espacio singular
L'Horta es el espacio agr¨ªcola que envuelve a la ciudad de Valencia. Probablemente uno de los espacios m¨¢s fascinantes de esta Europa del siglo XXI: un patrimonio econ¨®mico, hist¨®rico, natural y cultural verdaderamente ¨²nico. Configurado sobre una espes¨ªsima y milenaria red de acequias, fragmentado en un mosaico de minifundios dedicados al cultivo intensivo de frutas y hortalizas.
Es una realidad producto de la sabidur¨ªa y del esfuerzo de muchas generaciones en el trabajo de la tierra y por ello integra un conjunto armonioso de elementos: tierra, arquitectura, red hidr¨¢ulica, vegetaci¨®n, testimonios de elementos naturales, etc. que conforman un paisaje irrepetible y con una fuerte personalidad propia. Un paisaje tan escaso que, seg¨²n el informe Dobris de la Agencia Europea del Medio Ambiente (1998), s¨®lo presenta seis casos en toda Europa. Un paisaje que es expresi¨®n f¨ªsica de creaciones, conocimientos y pr¨¢cticas de la cultura tradicional agr¨ªcola.
Pero adem¨¢s l'Horta tiene hoy d¨ªa un valor a?adido. Las crisis alimentarias de estos ¨²ltimos a?os, la demanda de cultivos menos industrializados, m¨¢s aceptables medioambientalmente, de productos sanos y frescos, han impulsado un cambio en la percepci¨®n social sobre las zonas agrarias m¨¢s pr¨®ximas a las ciudades. En todo el mundo, y en especial en numerosas ciudades de Europa y Am¨¦rica, se est¨¢n recuperando las zonas periurbanas de huerta y han reaparecido los mercados agr¨ªcolas de labradores. En el caso de l'Horta del ¨¢rea metropolitana de Valencia a¨²n estamos a tiempo de seguir el ejemplo.
Desgraciadamente, las diferentes administraciones p¨²blicas estatales y valencianas (Ministerio de Fomento, Generalitat, ayuntamientos) ven la comarca de l'Horta como una gran reserva de suelo urbano, como un inmenso solar y de paso como dep¨®sito y almac¨¦n de residuos e infraestructuras urbanas (contenedores, industrias contaminantes, centros de transformaci¨®n el¨¦ctrica). La expansi¨®n urban¨ªstica de Valencia y del resto de municipios de su ¨¢rea metropolitana, as¨ª como la ubicaci¨®n de grandes infraestructuras, se han producido sin un m¨ªnimo de ordenaci¨®n territorial, sin pies ni cabeza, sacrificando las tierras agr¨ªcolas. As¨ª, desde 1960 ha desaparecido aproximadamente el 50% de l'Horta que exist¨ªa y, con ella, el patrimonio arquitect¨®nico, cultural e hist¨®rico asociado. Esta espiral de destrucci¨®n, junto a la fuerte crisis que soporta la actividad agraria, nos llevan a concluir que a l'Horta, como espacio vivo y productivo, le quedan escasos a?os de vida.
La adopci¨®n inmediata de medidas para detener la reclasificaci¨®n progresiva de suelo agr¨ªcola, hasta que se disponga de los instrumentos normativos adecuados para la protecci¨®n de l'Horta en un contexto de ordenaci¨®n territorial sostenible, ha sido una reivindicaci¨®n largamente demandada por muchos colectivos sociales y, por supuesto, tambi¨¦n por numerosos ciudadanas y ciudadanos a t¨ªtulo individual. A esas demandas se uni¨® tambi¨¦n el Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC) a trav¨¦s de su Dictamen sobre la conservaci¨® de l'Horta de Val¨¨ncia de mayo de 2000, en el que se propone y recomienda: 'De manera inmediata, es necesario aplicar rigurosamente la legislaci¨®n vigente sobre patrimonio (Ley del Patrimonio Valenciano) y la Ley de Espacios Naturales Protegidos. En segundo lugar, consideramos que las Cortes Valencianas y el Gobierno valenciano tienen la capacidad necesaria para definir y aplicar urgentemente un marco legal -con la legislaci¨®n espa?ola y la europea en vigor y, si conviene, con nuevas normas- para la creaci¨®n de un organismo supramunicipal e interinstitucional que elabore e implemente un plan de protecci¨®n de l'Horta de Valencia que nazca del m¨¢ximo consenso social posible y busque garantizar la viabilidad de los usos agr¨ªcolas y derivados de este medio humano productivo'.
Es precisamente la nula disposici¨®n de las instituciones p¨²blicas a comprometerse en la ordenaci¨®n y protecci¨®n de l'Horta lo que hace nacer un movimiento c¨ªvico que trata de concienciar a ciudadanos y gobernantes de la situaci¨®n cr¨ªtica que vive este espacio natural y de la perentoriedad con que se han de tomar las medidas de regulaci¨®n. Despu¨¦s de librar batallas parciales por su preservaci¨®n y protecci¨®n, las diferentes asociaciones y entidades implicadas, coordinadas en la Plataforma per un Cintur¨® d'Horta hemos decidido promover una campa?a m¨¢s consistente y global y hemos puesto en marcha una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretende llevar a las Cortes una Proposici¨® de Llei Reguladora del Proc¨¦s d'Ordenaci¨® i Protecci¨® de l'Horta com a Espai Natural Protegit.
Nuestro convencimiento de que un modelo de desarrollo diferente del actual es no s¨®lo posible, sino necesario, nos llev¨® a apoyar con nuestra firma el escrito de presentaci¨®n ante las Cortes de esta iniciativa legal, para canalizar as¨ª por la v¨ªa legislativa democr¨¢tica las reivindicaciones ciudadanas sobre la conservaci¨®n y revitalizaci¨®n de l'Horta, en sinton¨ªa con las conclusiones del referido dictamen del CVC. Esta Iniciativa Legislativa Popular, la primera que se ha presentado en la Comunidad, ha obtenido el importante respaldo social de 117.674 valencianas y valencianos que con su firma han expresado su apoyo a los objetivos de la ley y, adem¨¢s, con su ejercicio democr¨¢tico, han manifestado de manera consciente y responsable el derecho a la participaci¨®n ciudadana, asumiendo as¨ª un protagonismo directo en los asuntos p¨²blicos que les afectan y contribuyendo al esencial reforzamiento de nuestro sistema democr¨¢tico.
Por todo esto, nos resulta preocupante la posici¨®n anunciada por el Gobierno valenciano el 5 de octubre de informar desfavorablemente el contenido de la mencionada proposici¨®n de ley. De forma contundente considera que los instrumentos de protecci¨®n que recomienda la ILP son 'totalmente inadecuados a la realidad social y econ¨®mica de l'Horta y de su problem¨¢tica real'. Descalificaci¨®n gen¨¦rica que no admite matices ni di¨¢logo, obviando altivamente la calidad y representatividad de tan importante esfuerzo c¨ªvico.
Si las Cortes Valencianas reunidas en pleno, haci¨¦ndose eco de esta posici¨®n, decidieran rechazar sin discusi¨®n esta proposici¨®n de ley, no estar¨ªan expresando solamente su opini¨®n contraria a la necesidad de proteger l'Horta mediante una ley que ha contado con un consenso social sin precedentes en nuestra historia, sino que tambi¨¦n estar¨ªan dando la espalda a la voluntad de participaci¨®n ciudadana y contribuyendo al debilitamiento de la confianza en nuestras instituciones.
Esperamos, con tensa y serena alerta, el resultado del debate de los diputados de las Cortes Valencianas y les pedimos, con la autoridad derivada del respaldo social que nos avala, que act¨²en y voten en conciencia sin dejarse llevar por otros intereses diferentes a los del bienestar y la voluntad general de la ciudadan¨ªa que ha impulsado esta Iniciativa Legislativa Popular.L'Horta es el espacio agr¨ªcola que envuelve a la ciudad de Valencia. Probablemente uno de los espacios m¨¢s fascinantes de esta Europa del siglo XXI: un patrimonio econ¨®mico, hist¨®rico, natural y cultural verdaderamente ¨²nico. Configurado sobre una espes¨ªsima y milenaria red de acequias, fragmentado en un mosaico de minifundios dedicados al cultivo intensivo de frutas y hortalizas.
Es una realidad producto de la sabidur¨ªa y del esfuerzo de muchas generaciones en el trabajo de la tierra y por ello integra un conjunto armonioso de elementos: tierra, arquitectura, red hidr¨¢ulica, vegetaci¨®n, testimonios de elementos naturales, etc. que conforman un paisaje irrepetible y con una fuerte personalidad propia. Un paisaje tan escaso que, seg¨²n el informe Dobris de la Agencia Europea del Medio Ambiente (1998), s¨®lo presenta seis casos en toda Europa. Un paisaje que es expresi¨®n f¨ªsica de creaciones, conocimientos y pr¨¢cticas de la cultura tradicional agr¨ªcola.
Pero adem¨¢s l'Horta tiene hoy d¨ªa un valor a?adido. Las crisis alimentarias de estos ¨²ltimos a?os, la demanda de cultivos menos industrializados, m¨¢s aceptables medioambientalmente, de productos sanos y frescos, han impulsado un cambio en la percepci¨®n social sobre las zonas agrarias m¨¢s pr¨®ximas a las ciudades. En todo el mundo, y en especial en numerosas ciudades de Europa y Am¨¦rica, se est¨¢n recuperando las zonas periurbanas de huerta y han reaparecido los mercados agr¨ªcolas de labradores. En el caso de l'Horta del ¨¢rea metropolitana de Valencia a¨²n estamos a tiempo de seguir el ejemplo.
Desgraciadamente, las diferentes administraciones p¨²blicas estatales y valencianas (Ministerio de Fomento, Generalitat, ayuntamientos) ven la comarca de l'Horta como una gran reserva de suelo urbano, como un inmenso solar y de paso como dep¨®sito y almac¨¦n de residuos e infraestructuras urbanas (contenedores, industrias contaminantes, centros de transformaci¨®n el¨¦ctrica). La expansi¨®n urban¨ªstica de Valencia y del resto de municipios de su ¨¢rea metropolitana, as¨ª como la ubicaci¨®n de grandes infraestructuras, se han producido sin un m¨ªnimo de ordenaci¨®n territorial, sin pies ni cabeza, sacrificando las tierras agr¨ªcolas. As¨ª, desde 1960 ha desaparecido aproximadamente el 50% de l'Horta que exist¨ªa y, con ella, el patrimonio arquitect¨®nico, cultural e hist¨®rico asociado. Esta espiral de destrucci¨®n, junto a la fuerte crisis que soporta la actividad agraria, nos llevan a concluir que a l'Horta, como espacio vivo y productivo, le quedan escasos a?os de vida.
La adopci¨®n inmediata de medidas para detener la reclasificaci¨®n progresiva de suelo agr¨ªcola, hasta que se disponga de los instrumentos normativos adecuados para la protecci¨®n de l'Horta en un contexto de ordenaci¨®n territorial sostenible, ha sido una reivindicaci¨®n largamente demandada por muchos colectivos sociales y, por supuesto, tambi¨¦n por numerosos ciudadanas y ciudadanos a t¨ªtulo individual. A esas demandas se uni¨® tambi¨¦n el Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC) a trav¨¦s de su Dictamen sobre la conservaci¨® de l'Horta de Val¨¨ncia de mayo de 2000, en el que se propone y recomienda: 'De manera inmediata, es necesario aplicar rigurosamente la legislaci¨®n vigente sobre patrimonio (Ley del Patrimonio Valenciano) y la Ley de Espacios Naturales Protegidos. En segundo lugar, consideramos que las Cortes Valencianas y el Gobierno valenciano tienen la capacidad necesaria para definir y aplicar urgentemente un marco legal -con la legislaci¨®n espa?ola y la europea en vigor y, si conviene, con nuevas normas- para la creaci¨®n de un organismo supramunicipal e interinstitucional que elabore e implemente un plan de protecci¨®n de l'Horta de Valencia que nazca del m¨¢ximo consenso social posible y busque garantizar la viabilidad de los usos agr¨ªcolas y derivados de este medio humano productivo'.
Es precisamente la nula disposici¨®n de las instituciones p¨²blicas a comprometerse en la ordenaci¨®n y protecci¨®n de l'Horta lo que hace nacer un movimiento c¨ªvico que trata de concienciar a ciudadanos y gobernantes de la situaci¨®n cr¨ªtica que vive este espacio natural y de la perentoriedad con que se han de tomar las medidas de regulaci¨®n. Despu¨¦s de librar batallas parciales por su preservaci¨®n y protecci¨®n, las diferentes asociaciones y entidades implicadas, coordinadas en la Plataforma per un Cintur¨® d'Horta hemos decidido promover una campa?a m¨¢s consistente y global y hemos puesto en marcha una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretende llevar a las Cortes una Proposici¨® de Llei Reguladora del Proc¨¦s d'Ordenaci¨® i Protecci¨® de l'Horta com a Espai Natural Protegit.
Nuestro convencimiento de que un modelo de desarrollo diferente del actual es no s¨®lo posible, sino necesario, nos llev¨® a apoyar con nuestra firma el escrito de presentaci¨®n ante las Cortes de esta iniciativa legal, para canalizar as¨ª por la v¨ªa legislativa democr¨¢tica las reivindicaciones ciudadanas sobre la conservaci¨®n y revitalizaci¨®n de l'Horta, en sinton¨ªa con las conclusiones del referido dictamen del CVC. Esta Iniciativa Legislativa Popular, la primera que se ha presentado en la Comunidad, ha obtenido el importante respaldo social de 117.674 valencianas y valencianos que con su firma han expresado su apoyo a los objetivos de la ley y, adem¨¢s, con su ejercicio democr¨¢tico, han manifestado de manera consciente y responsable el derecho a la participaci¨®n ciudadana, asumiendo as¨ª un protagonismo directo en los asuntos p¨²blicos que les afectan y contribuyendo al esencial reforzamiento de nuestro sistema democr¨¢tico.
Por todo esto, nos resulta preocupante la posici¨®n anunciada por el Gobierno valenciano el 5 de octubre de informar desfavorablemente el contenido de la mencionada proposici¨®n de ley. De forma contundente considera que los instrumentos de protecci¨®n que recomienda la ILP son 'totalmente inadecuados a la realidad social y econ¨®mica de l'Horta y de su problem¨¢tica real'. Descalificaci¨®n gen¨¦rica que no admite matices ni di¨¢logo, obviando altivamente la calidad y representatividad de tan importante esfuerzo c¨ªvico.
Si las Cortes Valencianas reunidas en pleno, haci¨¦ndose eco de esta posici¨®n, decidieran rechazar sin discusi¨®n esta proposici¨®n de ley, no estar¨ªan expresando solamente su opini¨®n contraria a la necesidad de proteger l'Horta mediante una ley que ha contado con un consenso social sin precedentes en nuestra historia, sino que tambi¨¦n estar¨ªan dando la espalda a la voluntad de participaci¨®n ciudadana y contribuyendo al debilitamiento de la confianza en nuestras instituciones.
Esperamos, con tensa y serena alerta, el resultado del debate de los diputados de las Cortes Valencianas y les pedimos, con la autoridad derivada del respaldo social que nos avala, que act¨²en y voten en conciencia sin dejarse llevar por otros intereses diferentes a los del bienestar y la voluntad general de la ciudadan¨ªa que ha impulsado esta Iniciativa Legislativa Popular.
Josep Llu¨ªs Miralles i Garcia y Antonio Montiel M¨¢rquez, de la comisi¨®n promotora de la ILP, y 50 firmas m¨¢s.
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