El p¨¢nico vuelve a Nueva York al estrellarse un avi¨®n con 260 viajeros
El Airbus se desplom¨® sobre Queens tras perder un motor nada m¨¢s despegar
'?Oh no, Dios m¨ªo, otra vez no!'
La noticia tuvo un efecto devastador en Wall Street. Las bolsas se desplomaron y a las 11.30, dos horas despu¨¦s del desastre, el Dow Jones hab¨ªa ca¨ªdo 196 puntos; m¨¢s tarde, cuando perdi¨® fuerza la hip¨®tesis del atentado, los ¨ªndices se recuperaron, pero las compa?¨ªas a¨¦reas se mantuvieron bajo m¨ªnimos. '?ste es un d¨ªa incre¨ªblemente triste. No tenemos a¨²n ninguna idea sobre las causas de la cat¨¢strofe, pero ha ocurrido en el peor momento para Estados Unidos y para las l¨ªneas a¨¦reas', coment¨® Donald Corty, presidente de American Airlines. El alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, volvi¨® a vestir una gorra y un chaquet¨®n de la polic¨ªa, y por en¨¦sima vez embarc¨® en un helic¨®ptero para sobrevolar el escenario de una tragedia. '?Lo primero que he pensado? Oh, no, Dios m¨ªo, no otra vez', explic¨® tras el vuelo de inspecci¨®n. 'Ahora debemos dar tiempo a que se examinen las cajas negras y tengamos una idea aproximada de qu¨¦ puede haber ocurrido; no caigamos en conclusiones precipitadas', dijo. Marion Blakey, presidenta del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte, el organismo que dirige la investigaci¨®n, anunci¨® que coordinaba su trabajo con el FBI, pero se inclinaba por la hip¨®tesis de un accidente, y no un atentado.
La voz del alcalde serena a la ciudad
Nueva York ya tiene un nuevo alcalde. Se llama Michael Bloomberg, es multimillonario y propietario de una agencia informativa, y asumir¨¢ el cargo en enero pr¨®ximo. Pero ayer no hubo en Nueva York otra figura que la de Rudy Giuliani, alcalde saliente y h¨¦roe del 11 de septiembre.
Cuando nadie se hab¨ªa atrevido a¨²n a hablar sobre la tragedia de Queens y planeaba sobre todas las mentes la sombra del atentado, Giuliani estaba ya pisando las calles del barrio, sobrevolando la zona en helic¨®ptero y tratando de tranquilizar a la poblaci¨®n. La suya fue la primera voz que escucharon los neoyorquinos y todos los estadounidenses, y bast¨® o¨ªrle, y verle de nuevo enfundado en el azul policial de los momentos terribles, para que una ciudad en plena ansiedad recuperara la respiraci¨®n. "?Un atentado? No lo s¨¦. ?Supervivientes? No lo s¨¦". Giuliani no temi¨® reconocer su ignorancia inicial. Hac¨ªa falta que alguien apareciera ante las c¨¢maras y, como dos meses atr¨¢s, fue ¨¦l quien asumi¨® la tarea. Rudy Giuliani no se ha tomado un d¨ªa libre desde el 11 de septiembre y sufre un c¨¢ncer de pr¨®stata con un tratamiento agotador.
Nada de eso se notaba ayer. Se puso en contacto con familias dominicanas, coordin¨® a los bomberos y la polic¨ªa y tuvo siempre tiempo para la prensa.
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