Hacienda estudia subir tambi¨¦n un 8% el impuesto que grava el consumo de alcohol

La nueva tasa de al menos cuatro pesetas por litro de gasolina es insuficiente para la financiaci¨®n de la Sanidad, y por ello, el Ministerio de Hacienda estudia subir al menos un 8% el impuesto que grava el consumo de bebidas alcoh¨®licas. Fuentes del sector confirmaron ayer que hab¨ªan recibido informaci¨®n del Ministerio de Hacienda al respecto, mientras que el departamento que dirige Crist¨®bal Montoro se?al¨® que la medida est¨¢ en estudio. Tanto la tasa de las gasolinas como la subida del impuesto de las bebidas alcoh¨®licas se incluir¨ªan durante la tramitaci¨®n de la Ley de Presupuestos en el Senado.

A Hacienda no le salen las cuentas del nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, del gasto sanitario que incluye y del coste de los traspasos a las comunidades que a¨²n no tienen esta competencia. Tampoco el equilibrio presupuestario parte con garant¨ªas de ¨¦xito en el contexto de desaceleraci¨®n econ¨®mica actual y a todo ello responde la catarata de subidas de impuestos que el ministerio proyecta.

A la nueva tasa de las gasolinas se a?ade una probable subida del impuesto especial sobre bebidas alcoh¨®licas, decisiones que se producen despu¨¦s de aprobarse el nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica y de haber iniciado el tr¨¢mite parlamentario de las normas correspondientes, incluidos los Presupuestos para 2002. La cuesti¨®n es si el Gobierno y las comunidades acordaron un modelo con fondos suficientes.

El coste del nuevo sistema respecto del anterior se ha estimado en unos 350.000 millones de pesetas m¨¢s. Adem¨¢s, hay que afrontar deudas anteriores de la sanidad, en especial para Catalu?a (valoradas en unos 200.000 millones de pesetas), dentro de las comunidades con competencias (Catalu?a, Valencia, Andaluc¨ªa, Canarias y Galicia).

La negociaci¨®n de los traspasos para el resto de comunidades conllevar¨¢ tambi¨¦n un aumento del coste, como es habitual. M¨¢s en este caso, ya que se trata de zonas con una media de poblaci¨®n de m¨¢s edad. La negociaci¨®n se desarrolla a contrarreloj, ya que la intenci¨®n del Ministerio de Hacienda es que la Sanidad est¨¦ totalmente trasferida a finales de este a?o. De no conseguirse, los Presupuestos de 2002, que estos d¨ªas se tramitan en las Cortes, quedar¨ªan afectados.

Despu¨¦s del desacuerdo inicial con las comunidades la pasada semana, es probable que el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera tampoco consiga ma?ana un acuerdo general sobre la nueva tasa para las gasolinas, dado el rechazo que en principio mantienen las seis comunidades gobernadas por el PSOE. El ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, ya ha dicho que, en lo que le toca al Estado, subir¨¢ de cualquier modo las cuatro pesetas por litro que le corresponden.

En el caso de las bebidas alcoh¨®licas, la competencia normativa es del Gobierno central, aunque las comunidades participan con un 40% de la recaudaci¨®n. La intenci¨®n del Ministerio de Hacienda es aplicar una subida del 8%, seg¨²n confirmaron fuentes del sector. Hacienda no cierra esta posibilidad, ya barajada desde hace semanas, pero se?ala que a¨²n est¨¢ pendiente de la decisi¨®n final.

Incluso se han llegado a pactar medidas compensatorias con el sector, que no consiguieron prosperar. En concreto, se acord¨® una enmienda a los Presupuestos de 2002 en el reciente tr¨¢mite del Congreso, que obligaba a los vendedores de estos productos a pagar en 30 d¨ªas a los proveedores, para compensar as¨ª el desfase temporal que existe con la liquidaci¨®n del impuesto. El grupo parlamentario del PP present¨® la enmienda, pero por presiones de las grandes superficies, seg¨²n el sector, a?adi¨® la coletilla de 'salvo pacto en contrario' y dio al traste con el acuerdo. El propio PP vot¨® en contra de su enmienda.

Ahora hay una segunda oportunidad en el tr¨¢mite del Senado y en el plazo que termina el pr¨®ximo lunes. Tanto la nueva tasa sobre gasolinas como la subida del impuesto de alcoholes se justifican oficialmente por el hecho de que en los tres ¨²ltimos a?os han estado congelados; es decir, no se han subido seg¨²n la inflaci¨®n prevista (el 2% cada a?o).

Otra cuesti¨®n es que las subidas garanticen una mayor recaudaci¨®n. El problema es que el nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica se va a poner en marcha en una situaci¨®n econ¨®mica en declive. La recaudaci¨®n de impuestos especiales ya ha empezado a resentirse. Hasta el mes de septiembre, los ingresos para Hacienda por el impuesto de hidrocarburos apenas crece a un ritmo del 1,1% y el de alcoholes, un 2,1%.

Este nivel de recaudaci¨®n se mantiene con un crecimiento econ¨®mico nominal del 7,1% y no ser¨¢ sostenible con una cifra del 5,9% prevista para 2002, que en todos los ¨¢mbitos se da por imposible. El acuerdo de financiaci¨®n va a suponer compartir unos impuestos con crecimiento cercano a cero e incluso negativo y a ello responden las subidas anunciadas. Adem¨¢s de los impuestos especiales, en enero pr¨®ximo aumentar¨¢ el IVA del butano (del 7% al 16%), el de las autopistas (del 7% al 16%) y el impuesto espec¨ªfico sobre el tabaco (0,018 euros por cajetilla).