'Todo mi dolor ha pasado a la literatura'
Quiz¨¢ la poes¨ªa no sea nada m¨¢s que agarrar 'la presencia ausente de lo amado', dice Juan Gelman (Buenos Aires, 1930), que gan¨® la pasada edici¨®n del prestigioso Premio Juan Rulfo. A Gelman, la dictadura argentina le desapareci¨® a su hijo y a su nuera. Murieron los dos y siguen presentes en Carta abierta, 1980. Eduardo Mil¨¢n present¨® en la Feria de Guadalajara Pesar todo (Fondo de Cultura Econ¨®mica), una antolog¨ªa de la obra de Gelman que ¨¦l mismo ha seleccionado, compilado y prologado. Escribe Mil¨¢n: 'La poes¨ªa de Gelman es una de las experiencias materiales m¨¢s profundas de la poes¨ªa latinoamericana del siglo'. Tambi¨¦n se ha podido ver el ¨²ltimo libro de Gelman, Valer la pena (Era). Ah¨ª escribe: 'El poeta se atar¨¢ al palo mayor de su ignorancia para no caer en s¨ª mismo, sino en otro pa¨ªs de aventura mayor, muerto de miedo y vivo de esperanza'.
'El exilio produce una profunda sensaci¨®n de desamparo, de vivir a la intemperie'
Pregunta. ?C¨®mo empez¨® la ruptura con su pa¨ªs que termin¨® por llevarlo al exilio?
Respuesta. Empez¨® antes de la dictadura. En la ¨¦poca en que enloquecidamente escrib¨ª nueve libros. De ellos hice una selecci¨®n, C¨®lera buey (1962-1968). Eran tiempos en los que trabajaba de periodista y hubo noches en que llegu¨¦ a hacer hasta 15 poemas. Mis compa?eros me encontraban al d¨ªa siguiente dormido en la m¨¢quina de escribir.
P. ?Qu¨¦ le preocupaba entonces?
R. Empezaba a reconocer los l¨ªmites del lenguaje para expresar ciertas cosas. Empezaba a chocar con ellos porque lo que quiero expresar tengo que hacerlo con la mayor precisi¨®n. As¨ª que luch¨¦ con el lenguaje y cambi¨¦ algunos sustantivos en verbos o cambi¨¦ el g¨¦nero a determinadas palabras. Dije, por ejemplo: la mundo.
P. ?C¨®mo rompi¨® con esas preocupaciones?
R. Me empec¨¦ a sentir abrumado por una sensaci¨®n de cerraz¨®n muy grande. Me estaba reduciendo a la intimidad y todo quedaba cargado tan s¨®lo de subjetividad. As¨ª que invent¨¦ unos seud¨®nimos: los poetas John Wendell, Yaminokuchi Ando o Sidney West. Hablo de seud¨®nimos, no son heter¨®nimos en el sentido pessoano.
P. Algo as¨ª como salir al mundo y verlo con otros ojos...
R. Yo publicaba los poemas firmados con el seud¨®nimo y abajo pon¨ªa que la traducci¨®n era m¨ªa. Y ocurr¨ªan disparates. Un compa?ero, por ejemplo, me dijo: 'He contrastado tu versi¨®n de los poemas de Sidney West con los originales y te quedaron perfectos'. El caso es que a los del partido comunista no les gustaron. Yo ya los hab¨ªa dejado y entendieron como una traici¨®n que yo hablara de Old Park o Dakota y no de Argentina. Y, f¨ªjese, considero que esos poemas son los m¨¢s porte?os, los menos universales.
P. Vino entonces el exilio.
R. Fueron a?os dif¨ªciles. Yo sal¨ª antes del golpe militar, y me vino bien pasar por Roma, Par¨ªs, Bruselas. Lugares donde no se hablara espa?ol (tambi¨¦n estuve en Madrid, poco tiempo). Me pas¨¦ cuatro a?os enteros sin escribir. El exilio produce una profunda sensaci¨®n de desamparo, de vivir a la intemperie.
P. ?Qu¨¦ lugar ocupa la pol¨ªtica?
R. Ten¨ªa seis o siete a?os cuando tuve mi primer contacto con ella. Y fue por la guerra civil espa?ola. En Argentina, en el barrio en el que viv¨ªa, todo el mundo apoyaba a la Rep¨²blica. Soy de familia jud¨ªa, y mi padre estuvo en Rusia en la revoluci¨®n fallida de 1905. As¨ª que desde peque?o supe de qu¨¦ lado estaba.
P. Lo m¨¢s duro lleg¨® con la dictadura.
R. Vino el golpe de Estado de 1976, y mataron a mi hijo. A mi nuera se la llevaron a Uruguay, embarazada. La mataron tambi¨¦n. Hice lo posible por encontrar a mi nieta, hasta que lo consegu¨ª. Todo ese dolor ha pasado a mi literatura, pero en el exilio no se puede participar en pol¨ªtica. Salvo de manera muy general, siendo solidario.
P. Su generaci¨®n crey¨® en la revoluci¨®n, ?c¨®mo vivi¨® la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn?
R. No me encuentro ni derrotado ni desilusionado. Ya antes de salir del partido comunista ten¨ªa claro que las cosas no marchaban en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Cuba estaba mucho m¨¢s pr¨®xima, pero tampoco las cosas han ido bien. Es m¨¢s dif¨ªcil entender qu¨¦ pasa con China. Lo que sigue siendo un enigma, y el gran problema, es c¨®mo construir una democracia con participaci¨®n de la gente. Eso es algo que est¨¢ por inventar.
Babelia
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