Fraga es investido por cuarta vez en medio de un clima de ruptura entre el BNG y el PSOE

Manuel Fraga fue investido ayer presidente de la Xunta por cuarta vez con un horizonte pol¨ªtico m¨¢s despejado que nunca: a su holgada mayor¨ªa absoluta se une ahora la pr¨¢ctica ruptura entre los dos partidos de la oposici¨®n. El debate parlamentario previo a la investidura certific¨® la enorme brecha abierta entre el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el PSOE, que se evidenci¨® en un dur¨ªsimo discurso del l¨ªder nacionalista, Xos¨¦ Manuel Beiras, contra sus todav¨ªa aliados en los ayuntamientos gallegos. Fraga, quien en las ¨²ltimas semanas hab¨ªa aceptado un t¨ªmido acercamiento del PSOE, complacido por la refriega tendi¨® la mano a los nacionalistas, lo que incluy¨® una invitaci¨®n a Beiras para una entrevista.

La pugna entre PSdeG y BNG por liderar la oposici¨®n a Fraga se desata despu¨¦s de que en las elecciones del 21 de octubre ambas fuerzas empatasen en esca?os. Los nacionalistas se sienten legitimados por el voto popular, en el que superaron al PSOE. Los socialistas, sin embargo, argumentan que el 'empate t¨¦cnico' debe tener su reflejo en el Parlamento, donde recientemente ya llegaron a algunos acuerdos con el PP sobre el reparto de puestos en la C¨¢mara, d¨ªas despu¨¦s de que el l¨ªder del PSdeG, Emilio P¨¦rez Touri?o, se entrevistase con Fraga.

La creciente hostilidad entre BNG y PSOE se desbord¨® ayer. Beiras dedic¨® la mayor parte de su discurso a un descarnado memorial de agravios. Denunci¨® que mientras ¨¦l siempre consider¨® al PSOE como un 'aliado', ¨¦ste le ha respondido trat¨¢ndole como un 'adversario'. 'Cuando estaban en desbandada no metimos un solo un dedo en sus heridas, y ahora huyen de nosotros como del demonio'. El alegato de Beiras no pas¨® por alto la situaci¨®n en los ayuntamientos, donde el PSOE 'ha jugado a la contra desde dentro' de los gobiernos municipales que encabeza el BNG. Los ataques alcanzaron tambi¨¦n a la direcci¨®n federal del PSOE, a la que acus¨® de 'entreguismo' al PP y de sumarse al 'infierno inquisitorial del patrioterismo espa?ol'.

La respuesta de Touri?o fue m¨¢s corta pero no menos contundente. 'Ha sido una representaci¨®n ins¨®lita en este Parlamento', dijo el l¨ªder socialista, quien denunci¨® el 'narcisismo' de Beiras y dijo que su discurso devuelve al BNG a las posiciones 'de hace 20 a?os', a la 'marginalidad y la autoexclusi¨®n'. Touri?o lament¨® que esa actitud erosione las posibilidades de un 'proyecto de cambio' en Galicia.

Mientras sus rivales se despellejaban, Fraga compareci¨® en actitud versallesca y acogi¨® con 'mucho respeto' el discurso de Beiras, que inclu¨ªa un llamamiento al di¨¢logo sin condiciones con el PP. El presidente de la Xunta tendi¨® la mano por igual a los dos partidos y se mostr¨® dispuesto a discutir f¨®rmulas para comparecer m¨¢s en el Parlamento, una pertinaz demanda de sus adversarios. Pero lo m¨¢s llamativo, por novedoso, fue el clima de distensi¨®n entre Fraga y Beiras.

El fundador del PP, que acaba de cumplir 79 a?os, desea un mandato 'tranquilo, sin gritos en la calle' y, en ese sentido, el discurso de Beiras le tranquiliz¨®, ya que en ¨¦l pudo apreciar un primer signo de 'moderaci¨®n'. Para demostrar su voluntad de di¨¢logo, Fraga invit¨® a Beiras a 'comer o cenar' en enero, en lo que ser¨ªa su primera entrevista oficial en 12 a?os. El l¨ªder nacionalista le correspondi¨® de inmediato. Cuando finaliz¨® el debate, antes de que se votase la investidura, se acerc¨® a Fraga, le entreg¨® el programa del BNG y ambos se dieron la mano, en un gesto que pone fin al gui¨®n que presid¨ªa la pol¨ªtica gallega desde 1989.