Los afganos reciben con esperanza la formaci¨®n de un Gobierno plural

La subida del afgani con respecto al d¨®lar fue inmediata y espectacular. La moneda estadounidense cotizaba a primera hora de ayer a 37.000 afganis, pero, nada m¨¢s llegar las primeras noticias del acuerdo alcanzado en la Conferencia de Bonn sobre el Gobierno provisional de Afganist¨¢n, baj¨® hasta los 33.000 y los cambistas del mercado del dinero de Kabul esperaban que, a lo largo del d¨ªa, descendiese a los 29.000. 'En cuanto llegaron las buenas noticias desde Alemania, el mercado empez¨® a llenarse m¨¢s de lo habitual. Hab¨ªa negocio', dice el negociante Ahmed Karza.

Como cualquier bolsa del mundo, el mercado del dinero de Kabul, el coraz¨®n econ¨®mico del pa¨ªs, es especialmente sensible a las noticias y, cuando son buenas, saltan chispas. En el ¨²ltimo piso de este aut¨¦ntico centro comercial de divisas, donde se fija el cambio del afgani con respecto a la rupia paquistan¨ª y luego con respecto al d¨®lar, Mohamed Karwa, 39 a?os, experimentado negociante, escucha atentamente el servicio en lengua dari de la BBC a la espera de las primeras palabras del reci¨¦n nombrado presidente de Afganist¨¢n durante los pr¨®ximos seis meses, el past¨²n Hamid Karzai. 'Quiero escucharle, porque creo que ser¨¢ un hombre capaz de mantener la estabilidad en el pa¨ªs', afirma.

Abdul Zabur, de 37 a?os, tambi¨¦n conoce muy bien el mercado y asegura que los negocios van bien desde que se fueron los talibanes de Kabul. Pero para que las cosas sigan as¨ª en el futuro, cree que hace falta algo m¨¢s que la paz y la estabilidad. 'La Conferencia es buena y la gente tiene esperanza. Pero no s¨¦ si la subida del afgani podr¨¢ mantenerse porque hay demasiados billetes en el pa¨ªs', afirma, mientras muestra uno de los impresionantes fajos de la moneda afgana, que los cambistas suelen trasladar en sacos o cajas hasta los topes. 'El nuevo Gobierno tiene que hacer una pol¨ªtica econ¨®mica de verdad. Este pa¨ªs necesita inversiones extranjeras, de otros pa¨ªses y de organizaciones internacionales. Hay que construir f¨¢bricas y dar trabajo a la gente, hacer que Afganist¨¢n tenga una verdadera econom¨ªa'.

Dinero escondido

Mientras en el patio central los cambistas gritan y negocian, Ghalam Hasan, de 35 a?os, habla tranquilamente por tel¨¦fono en su oficina, decorada con un mural de tonos pastel con un paisaje de playa con palmeras, varios calendarios viejos de Arianna -la por ahora desaparecida l¨ªnea a¨¦rea afgana- y un reloj despertador con forma de mezquita y que tiene como alarma el sonido del llamamiento del mul¨¢ a la oraci¨®n.

Hasan es un especulador y est¨¢ haciendo que le traigan afganis desde otros puntos del pa¨ªs, donde est¨¢n m¨¢s bajos con respecto al d¨®lar, para comprar divisas estadounidenses. Acaban de llegar dos inmensas cajas desde Gozny, una inestable ciudad en manos de tribus pastunes. 'Los viajes son muy peligrosos y tenemos que llevar el dinero escondido. Espero sobre todo que mejore la seguridad. Estoy seguro de que el nuevo Gobierno ser¨¢ capaz de acabar con los 23 a?os de guerra que hemos sufrido y subir¨¢ la econom¨ªa. En otras provincias de Afganist¨¢n en manos de la Alianza, tambi¨¦n creo que son optimistas'.